El capitán del Celtic de Glasgow, Scott Brown, se ha ganado a lo largo de su extensa carrera la fama de ser un jugador duro, aguerrido, que no se tira al notar el mínimo contacto por parte de un rival. Pero sin duda, lo que hizo el pasado fin de semana está fuera del alcance de cualquier calificativo.
Su reacción se ha vuelto viral y es que durante el partido contra el Aberdeeen, el centrocampista sufrió dos entradas brutales que a cualquier otro futbolista le habrían dejado tirado en el césped. Para colmo, en la misma jugada, Brown recibió un pelotazo de otro rival.
Lejos de enfadarse o lamentarse en el terreno de juego, el veterano capitán se puso rápidamente en pie, sonrió, arqueó los brazos en señal de fuerza y se marcó un bailecito. Todo lo contrario que sus propios compañeros, que rápidamente fueron a encararse con los jugadores del Aberdeeen.
Scott Brown ha recibido multitud de comentarios en las redes sociales ensalzando su actitud, aunque algunos internautas han interpretado su reacción como un gesto de mofa sobre los jugadores del Aberdeen