En el pueblo de La Restinga se produjo en octubre de 2011 la erupción de un volcán submarino que duró hasta marzo de 2012. Eugenio Fraile nos cuenta como seis años después de que el volcán Tagoro arrasará con toda la flora y la fauna del Mar de las Calmas, su expulsión de hierro bioasimilable provocó un efecto de fertilización natural que devolvió toda la flora y la fauna mejorada. Con la erupción muchos fueron los habitantes que se fueron de la isla: "Tuvimos miedo… Estuve siete meses y medio en un barco investigando lo sucedido".