Jesús Calleja ha viajado a varios pueblos de la Sierra de Mariola, en Alicante, para conocer historias únicas y emocionantes que traspasasen la pantalla. Y así ha sido. Una de ellas es la de Raquel, que después de que el presentador se sentase en una mesa con un micro y emulase un podcast, aparecía asegurando que tenía "una historia muy bonita para contar".
Esa historia no es otra que la historia de su vida. Pero no una vida cualquiera. "He sido una niña adoptada y cuando mis padres adoptivos fallecieron, empecé a buscar mis orígenes y resulta que he sido una niña robada", contaba Raquel en 'Volando voy'. Jesús Calleja no se lo podía creer: "¡¿Qué?!".
Y es que a Raquel le quitaron a su madre cuando era un bebé para entregarla en adopción, sin permiso de la madre (y en contra de su voluntad). La pareja de padres adoptivos no sabía que Raquel era una niña robada: "Habían ido por una adopción porque no podían tener hijos". Raquel señalaba entonces que ha sido muy feliz con sus padres y agradecía su sinceridad: "Han sido muy nobles y muy valientes. Nunca me lo ocultaron".
Antes de que ocurriera todo el tema adoptivo, Raquel se encontraba en un hospicio en Burgos, concretamente en una casa de maternidad conducida por monjas. Además, Raquel subrayaba por qué cree que fue quitada de su madre biológica: "Mi madre biológica era menor de edad. La dejaron en un centro y cuando me tuvo decidieron ponerme en adopción. Se supone que es una joven descarriada, que ha destrozado su vida. La dijeron que se olvidara de su hija porque no iba a volverla a ver".
Pero la historia no acaba aquí. Raquel tuvo oportunidad de conocer a su madre biológica: "Cuando fallecieron mis padres, que empecé los trámites, tuve la suerte de conocerles por medio de un abogado. Viven en Burgos". Raquel se emocionaba al recordar el encuentro: "Fue tan bonito y tan dulce. Fuimos en tren (mi marido y mis dos hijas) a Burgos y estaba en la estación esperando. No hacían falta palabras. Me sentí la persona más importante del mundo".
Al verla, su madre biológica dijo lo siguiente: "Gracias, ahora ya me puedo morir tranquila". Raquel, con la voz entrecortada, aseguraba que muchos de los hijos de su madre biológico sabían que había una hermana mayor "que no sabían dónde estaba. No sabían nada". Además, los hermanos de Raquel por parte de madre biológica se presentaron un día en su casa: "Eso me desbordó".
Por último, Mercedes Milá, que se encontraba viendo el programa de 'Volando voy' junto al resto de habitantes de Sierra de Mariola, aseguraba lo siguiente: "Cuando una madre pasa la vida entera buscando a un hijo que se lo robaron, es una constante lucha y dolor. Qué suerte escuchar una persona así y mirarla a los ojos".