Jesús Calleja quedaba con algunas vecinas de Sotoserrano, en Salamanca, en crear el concurso que tanto habían soñado: un concurso de balcones florales. Para ello, el presentador llamaba a la florista Sally Hambleton y la invitaba al pueblo para que participase.
La experta florista se quedó maravillada con la idea así que no dudó. Pero más maravillado se quedó Jesús Calleja con su historia. Sally, antes de ser una famosa florista, se dedicó durante diez años a la bolsa hasta que un despido supuso un antes y un después radical en su vida.
"Yo en ese momento pensé que lo que quería hacer era un taller en Londres con un diseñador floral que se llamaba Kenneth Turner. Me fui para allá cuatro días y me lo pasé... Realmente, trabajando con flores, que jamás lo había hecho en mi vida y es que ni me lo había planteado, llegué a Madrid y le dije a mi marido: 'Esto es lo que quiero hacer toda la vida", contaba Sally Hambleton a Jesús Calleja.
Lo que empezó entonces como una afición para Sally se acabó convirtiendo en su profesión. Una profesión que no le fue nada mal ya que incluso famosos como David Beckham pedían sus servicios.