Hay historias que llegan al alma y esto es lo que le ha ocurrido a Jesús Calleja con Mahammad Mahmoud, un instalador de pladur que acaba de empezar una nueva vida en Argelita, un pueblo de la comarca de Alto Mijares.
Él es de origen sirio y ha tenido que una vida “muy difícil”. El ser kurdo le hizo sentir que, estando en su propio país, fuera como extranjero: “No podíamos hablar nuestro idioma y no teníamos ni colegio. Nos fuimos en busca de una vida mejor”, le confesaba al presentador.
Todo un periplo por el mundo, ya que viajó de Siria a Irak, de Irak a Turquía y de Turquía a Grecia, donde trabajó en un campo de refugiados. “Yo vendí mi casa a una mafia para poder llegar a Grecia en lancha”, declaraba.
Afirmaba que, gracias a la ayuda de una mujer, pudo llegar a España, donde es “feliz” junto a su mujer y sus hijas: “Nunca he visto gente como España de amables y cariñosos”, decía Mahammad Mahmoud.
Tras escuchar sus palabras, el presentador de ‘Volando voy’ no podía evitar emocionarse y daba un importante mensaje: “No nos equivoquemos. Esta gente no viene a quitarnos el trabajo, vienen saltando de una guerra a otra (..) A mí, esto me parece durísimo y hay mucha gente, como yo, que os queremos”, decía muy emocionado.
Con las emociones a flor de piel y a punto de llorar, el presentador frenaba su discurso para poder tomar aire: “Voy a recomponerme”, declaraba.