Laia, Martí y Jana, son dos hermanos y una prima que regentan un local, el cual quieren convertir en un restaurante atractivo, moderno y basado en la soberanía alimentaria. Hace tiempo fue una panadería familiar y, ahora, quieren convertirlo en un negocio de gastronomía que les dé rentabilidad.
El local lleva bastante tiempo abierto, pero no consiguen obtener beneficios de él, ya que, en lo que lleva abierto, tan solo han conseguido ganar mil euros entre los tres. Jesús Calleja, el equipo de ‘Volando voy’ y un experto cocinero les ayudan a reflotar su negocio.
Entre todos, enriquecen la oferta de la carta, con una gastronomía basada en productos de proximidad. Además, cambian la estética del lugar y, también, dotan la cocina de unos electrodomésticos nuevos y adecuados para ofrecer un servicio mejor.
La sorpresa de la familia al ver el resultado ha sido mayúscula. Para ellos, continuar con el negocio es seguir con una de las tradiciones más importantes de su familia, ya que aquel establecimiento siempre tuvo una relevancia especial para ellos.