Jesús Calleja celebra el éxito de su misión en El Bierzo vestido de romano: "La bandera significa la unidad de toda la gente de los valles"
Jesús Calleja y 'Volando voy' se han enfrentado a uno de los retos más complicados del programa
Dos equipos han logrado abrir el canal romano desde Peñalba a San Adriano
Jesús Calleja y 'Volando voy' han llegado hasta El Bierzo para recuperar un tramo de uno de los canales que crearon los romanos
Jesús Calleja ha viajado con 'Volando voy' hasta El Bierzo, León, para tratar de recuperar un tramo de cinco kilómetros de uno de los canales que crearon los romanos para llevar agua desde el monte Teleno hasta la región de Las Médulas y poder extraer oro de la montaña. Ahora, el programa se ha propuesto arreglarlo y convertirlo en una senda para caminantes y ciclistas.
Un gran número de personas se ha implicado para sacar adelante el canal; desbrozando, limpiando y preparando el tramo que une los pueblos de San Clemente de Valdueza y San Adrián de Valdueza, en una misión donde el esfuerzo físico y la unión de todos ha sido clave para sacar a la luz una obra con miles de años de historia.
Durante esta aventura, Calleja ha conocido a personas como Brais Currás y Javier Fernández, arqueólogo y geólogo, que le han explicado cómo funcionaban los canales de agua y la importancia que tuvieron en la antigüedad.
Jesús Calleja ha conocido a Calixta y Nicolás, una princesa africana y un descendiente de hidalgos leonese
En esta nueva aventura, Calleja también ha conocido a Calixta y Nicolás, una princesa africana y un descendiente de hidalgos leoneses que, tras casarse en África en una ceremonia de varios días y vivir un tiempo allí, llevan nueve años viviendo en una antigua casa solariega en Villar de Barrios junto a sus tres hijos.
Jesús Calleja y Giovanni han celebrado el éxito de la misión vestidos de romanos
Tras mucho esfuerzo por parte de todos y un gran trabajo, Jesús Calleja y los habitantes de estas zonas han logrado su objetivo. Para celebrarlo, Calleja y Giovanni, un joven italiano que se quedó a vivir en Foncebadón tras hacer el Camino de Santiago y montó su propia pizzería, se han vestido de romanos y han disfrutado del paisaje desde las alturas.