Análisis de Wasteland 3: de vuelta al yermo

  • Llega la tercera entrega del famoso RPG de combate por turnos post-apocalíptico creado por Brian Fargo.

  • Hora de volver al yermo a combatir, pero ahora por parejas.

La legendaria saga Wasteland es todo un referente en los juegos de rol por turnos y la ciencia ficción post-apocalíptica. Además, si bien muchos jugadores no lo saben, es el germen de otra legendaria saga post-apocalíptica: Fallout. De hecho, Brian Fargo e Interplay, el creador y la compañía productora del Wasteland original de 1988, fueron los que lanzaron el primer ‘Fallout’ en 1997, lo que era una secuela en toda regla con un nombre distinto porque no pudieron recuperar la marca Wasteland, propiedad de EA. Se trataba del mismo universo, sin duda, y los jugadores se referían al mundo de Fallout como ‘El Yermo’ (Wasteland).

Afortunadamente, y con la saga Fallout convirtiéndose en un fenómeno por sí sola, Brian Fargo (con su compañía InExile Entertainment) y junto a Obsidian, pudieron lanzar la secuela oficial del juego original, Wasteland 2, en el año 2014, lo que supuso recuperar el espíritu de aquel primer título que supuso una revolución, pero con un toque moderno y unas posibilidades infinitas. La saga volvía por la puerta grande para recordar quién había definido las reglas de El Yermo.

Ahora, llega la tercera entrega de la saga, de nuevo de la mano de InExile Entertainment y con Brian Fargo a los mandos. Una nueva aventura que nos devuelve al mundo arrasado por una guerra nuclear y que, como en el juego original, nos pone en la piel de unos Rangers del Desierto, hombres de ley que son los retazos que quedan del Ejército de los Estados Unidos y que trabajan para reconstruir la civilización desde las cenizas. La aventura nos lleva a las congeladas estepas arrasadas de Colorado, donde disfrutaremos de un nuevo sistema de combate y un profundo sistema de diálogos y narrativas que dependerán de nuestras decisiones.

Crea a tu pareja de Rangers

El juego comienza con un vídeo que nos muestra una terrible emboscada en la que caen un grupo de Rangers del Desierto. Una masacre a manos de un peligroso grupo de asaltantes armados hasta los dientes. Tras el vídeo descubriremos que nosotros vamos a estar entre esos pobres Rangers emboscados, pero antes tendremos que elegir el aspecto y características de nuestra pareja protagonista. Y es que esta es una de las novedades de esta entrega: el protagonista no es uno sino dos, una decisión que nos llevará a la fantástica opción de disfrutar del juego en modo cooperativo. Pero ya llegaremos a eso.

El editor de personajes nos ofrece un puñado de parejas predeterminadas, pero podemos elegir crear a nuestra propia pareja partiendo de cero con un completo editor. Aquí, además de los detalles de sexo, raza, altura, complexión y demás, también elegiremos su profesión, sus habilidades y sus puntos fuertes y flacos. Estamos ante un RPG puro, casi de mesa, algo que ya conocen de sobra todos aquellos jugadores que se hayan enfrentado a las dos primeras entregas.

Wasteland 3 sigue fiel a su jugabilidad clásica, un juego de rol de la vieja escuela con cientos de variables a tener en cuenta para avanzar o combatir. Pero en esta tercera entrega hay que decir que los chicos de InExile se han esforzado un poco más que de costumbre en explicar cómo funciona todo y cuáles son todas las posibilidades a nuestro alcance. Esto lo hacen con una gran cantidad de menús y explicaciones en pantalla, una serie de tutoriales que vienen pero que muy bien para comenzar a rodar en el juego. Estos tutoriales se pueden desactivar si lo tienes todo claro, pero son una gran ayuda que conseguirán que jugadores que nunca hayan jugado a Wasteland se encuentren como en casa.

Toda esta serie de tutoriales, además de una usabilidad mucho más sencilla y un sistema de combate simplificado atraerá a nuevos jugadores. Además, el título cuenta con cuatro niveles de dificultad, lo que puede hacer que algún jugador ajeno a los títulos de rol clásicos o a los juegos de combates por turnos pueda disfrutar de la historia sin sudar sangre en el yermo. Pero todos estos elementos de ayuda no le quitan un ápice de su sabor clásico, de aquella jugabilidad que ha hecho grande a la saga.

Yo para ser feliz quiero un camión

Wasteland 3 es un juego de batallas basadas en equipos y el nuestro podrá estar formado por hasta 6 Rangers (con nuestra pareja como protagonistas absolutos de la historia). Con ellos tendremos que intentar tomar las mejores decisiones y salir al combate con las mayores garantías posibles, con el objetivo de ir cumpliendo misiones principales y secundarias, lo que hará avanzar la historia y abrirá múltiples posibilidades.

En cada viaje, en cada encuentro y, sobre todo, en cada combate conseguiremos ganar experiencia y puntos de habilidad, además de saquear todo tipo de equipo. Con todo ello, pasaremos un buen número de horas personalizando el equipo de cada uno de nuestros soldados, repartiendo puntos de habilidad para convertirles en mejores Rangers, y crafteando todo tipo de materiales para conseguir nuevos objetos.

Además, contaremos con una base de operaciones desde la cual planearemos todas nuestras incursiones y nuestros siguientes movimientos. La Base Ranger es el punto central de la experiencia del juego y desde ella se nos permitirá establecer relaciones con los diferentes habitantes de Colorado, abriendo nuevas narrativas, nuevas informaciones sobre el mundo de Wasteland 3 y nuevas misiones. Todo gracias a un complejo y profundo nuevo sistema de diálogos que nos permitirá tomar decisiones, muchas de ellas moralmente muy complicadas, y que determinarán el devenir en la aventura. Todo nos empuja a convertirnos en un líder de los Rangers en la zona y a conseguir la reputación necesaria para que nos vean como un líder a que seguir para luchar contra los peligros del páramo.

Y, además de la Base Rangers, tendremos un vehículo personalizable, el Kodiac: un enorme camión que podemos cargar de equipo y armamento pesado para que, además de trasladarnos a las misiones y a explorar el yermo, nos sirva como base móvil y una ayuda en los combates. El camión es personalizable y lo podremos ir subiendo de nivel y características, como si un miembro más del equipo se tratara. Vas a adorar el Kodiac y lo vas a tener siempre a punto y lleno de elementos estéticos a la última. Pero hay que cuidarlo y mantenerlo, y eso se llevará muchos recursos.

Combate táctico, pero muy dinámico

Por supuesto, además del fantástico sistema de diálogos y todas las posibilidades narrativas que nos va abriendo en la historia, los momentos de combate vuelven a ser el alma de este juego. Como siempre, el combate vuelve a ser el clásico de ‘modo tablero’ al que ya estábamos acostumbrados. Podemos entrar en el modo combate pulsando un botón, si es que hemos visto a enemigos cerca o se activará de manera automática si entramos en el campo visual de un enemigo y pasan unos segundos. Si nos ocultamos de su visión y pulsamos el modo combate, nos aseguraremos el primer turno de fuego.

Las típicas casillas de movimiento se pintan bajo los pies de nuestros personajes y de los enemigos y comienza el intercambio de turnos, como ya hemos visto en anteriores entregas y otros juegos como X-Com. Cada personaje de nuestro equipo cuenta con determinados puntos de acción, que tendremos que gastar en moverlos para buscar coberturas, en atacar con armas cortas, largas, cuerpo a cuerpo o arrojadizas y para desplegar acciones pasivas como recargar, defender, etc.

Los combates son muy tácticos y tenemos que pensar muy bien cada movimiento, pensando en el conjunto de todos los movimientos del equipo para poder salir victoriosos del combate. Es cierto que todo se basa en turnos, pero una vez que hemos dominado los menús rápidos para elegir cada acción, los combates se vuelven dinámicos y muy divertidos. Y todo con un sistema simplificado con respecto a las entregas anteriores, que pensamos le ha sentado muy bien al título.

Y el juego nos permite siempre pasar al modo cooperativo. Es decir, que un par de jugadores compartan partida, cada uno manejando a uno de los miembros de la pareja protagonista. Esto hace que los combates sean mucho más divertidos y la táctica se tiene que repartir entre dos.

Explorando el yermo, no todo es lo que parece

En Wasteland 3 no siempre estarás combatiendo, por lo que la exploración es otro elemento interesante, un tiempo en el que podrás descubrir nuevas localizaciones y, sobre todo, saquear todo lo que encuentres. Llenar tu inventario es clave para conseguir nuevas armas, munición, kits médicos para curar a tus héroes y todo tipo de objetos que te ayudarán a sobrevivir. Los objetos equipados en tus rangers les otorgarán porcentajes de mejoras en múltiples facetas y los harán más resistentes y letales en el combate.

Además, los diferentes rangers tendrán habilidades propias que podrán ayudarnos en la aventura. Consigue mejorar las habilidades de negociación de alguno de ellos (como la habilidad ‘Lameculos’) y podrás evitarte un buen número de combates, y conseguir tus objetivos sin necesidad de luchar. Otras habilidades como hackear robots u ordenadores también son muy apreciadas en el páramo.

Utilizando y mejorando estas habilidades pasivas y tomando decisiones claves en medio de cada conversación la aventura irá abriendo una serie de nuevos caminos y narrativas que harán única tu experiencia. Y no te fíes de las apariencias, en esta historia no hay buenos ni malos absolutos. En el yermo fíate solo de ti mismo.

En definitiva…

Wasteland 3 es un fantástico sucesor de las dos entregas anteriores y mantiene intactos su estilo de juego de la vieja escuela y la ambientación clásica, cyber-punk y post-apocalíptica, creada con la entrega original y que luego se siguió explotando en la saga Fallout. Puede que no haya mucha originalidad en su historia y que la ambientación te parezca que ya la has visto antes, pero es que ya lo has visto antes, claro.

El juego, además, es más asequible para los jugadores menos expertos en el género y, aunque el título sigue manteniendo su complejidad de RPG clásico, es más sencillo entrar en él y dominarlo. Y sus cuatro niveles de dificultad (Principiante, Habitante del Erial, Ranger y Capullo Supremo) permiten elegir el reto de cada uno o rejugarlo en un nivel superior.

A nivel técnico la mejora desde las entregas anteriores es exponencial. Todo se ve mejor, es más fluido y con unas animaciones mucho mejores. Las coreografías de los combates y los efectos nos han cautivado. Un despliegue gráfico para un juego de este tipo. Las voces están en inglés, pero cuenta con subtítulos en castellano, al igual que todos los textos de los menús y demás.

Un juego de rol profundo y entretenido que contentará a los fans de la saga y puede encantar a nuevos jugadores que se acerquen a este rico universo de combate por turnos.

*Hemos realizado este análisis con un código de Playstation 4 facilitado por Koch Media.