Análisis de Overpass: simulación todoterreno
El juego incluye 24 buggies y quads con licencia
Un título de conducción muy peculiar dónde la tracción lo es todo
Los videojuegos de conducción son un género muy poblado y cuenta con lanzamientos casi cada mes que suelen aplacar las ganas de sus fans, ya sean más propensos a la simulación más pura o a los títulos más arcade. Pero la innovación en el género ha brillado por su ausencia los últimos años, más allá de afinar el realismo en la conducción y en su apartado gráfico. Por eso, el lanzamiento de un título como Overpass es un soplo de aire fresco.
Y es que Overpass es un simulador que se centra en un tipo de vehículos muy específico y una disciplina de motor igual de característica. El juego desarrollado por Zordix Racing se centra en la conducción todoterreno, con vehículos licenciados, y en las pruebas más bestias y exigentes del planeta para los vehículos de cuatro ruedas. Los terrenos más escarpados y los circuitos, naturales y artificiales, con mayor número de obstáculos imposibles que hay que superar.
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Overpass es un título de simulación off-road, pero que va mucho más allá de otros videojuegos que se han centrado antes en los vehículos todo terreno. Aquí las reglas de juego tradicionales cambian por completo, porque lo más importante no será acelerar y frenar o tomar bien una curva, que también, sino elegir la mejor tracción para cada obstáculo y aprender cómo atacar cada uno de los terrenos y obstáculos que encontraremos ante nuestro vehículo.
Overpass cuenta con 24 buggies y quads con licencia oficial: 9 ATVs (quads) y 15 UTVs (buggies) de los principales fabricantes como Polaris, Yamaha, Arctic Cat y Suzuki, ideales para superar pendientes de grava, caminos embarrados, zonas llenas de roca y para poder superar todo tipo de obstáculos en pistas todoterreno de lo más exigente. Además de los vehículos oficiales, el juego cuenta con muchos de los pilotos y patrocinadores oficiales de este tipo de eventos que se celebran por todo el mundo. Por ejemplo, puedes pilotar el Polaris RZR Turbo S del campeón todoterreno Bryce Menzies, del equipo Red Bull.
Y, como decimos, aquí tienes que olvidarte de casi todo lo que has aprendido en otros juegos de conducción porque, aunque aquí también se trata de completar los circuitos en el menor tiempo posible, no estamos conduciendo sobre cómodo asfalto o sobre los trazados de una prueba de rallies. El barro, la graba y los baches típicos de una pista de un videojuego de rally es un domingo ‘Paseando a Miss Daisy’ comparado con lo que te vas a encontrar en Overpass.
Como en todo videojuego de carreras al que estamos acostumbrados, en Overpass vamos a pisar el acelerador nada más estemos sobre la primera pista, con nuestro mono y casco de colores y la reluciente carrocería de nuestro boogie repleta de pegatinas de los patrocinadores. Así, todos tendemos a ir más rápido de lo que deberíamos y enseguida nos daremos nuestro primer baño de realidad. En el primer obstáculo, veremos cómo las ruedas delanteras se quedan atrapadas y no somos capaces de ir ni para adelante ni para atrás. Vale, esto no es un juego de carreras convencional.
Overpass es un simulador muy realista, que refleja de manera fidedigna la física de los vehículos y donde el peso del mismo, su centro de gravedad, el material de sus neumáticos y la tracción mecánica de las ruedas responde de manera realista a cada pendiente, a cada superficie y a cada obstáculo. Por lo tanto, en tus primeros minutos en Overpass vas a tener que aprender a controlar todo esto para ser capaz de superar los retos todo terreno que aparecen ante el morro de tu vehículo.
Avanzar en Overpass se consigue a partir de la sutileza y la precisión en la conducción. Por eso lo mejor es adentrarse en el modo ‘sandbox’ que tiene el título, que nos permite practicar a nuestro antojo en un escenario abierto y cargado de obstáculos de todo tipo. Es aquí donde aprenderemos a pisar el acelerador en los momentos justos, pasar de tracción 2x4 a 4x4 en mitad de un obstáculo, saber la ruta justa por la que pasar para superar una pendiente o cualquier objeto sobre el camino, etc. Aquí es donde puedes ver los pros y los contras de cada vehículo y cuáles más adecuado para enfrentarte a cada prueba en el juego.
Hay dos primeros mantras del mundo todoterreno que nos repiten al principio del juego y que hay que interiorizar: “a veces más lento es más rápido” y “las ruedas atacan los obstáculos una a una”. El primero nos recuerda que no hay que pisar el acelerador a fondo sino utilizarlo con la potencia justa en cada momento para mejorar la tracción. A veces ir con menos aceleración en una superficie u obstáculo hará que lo sorteemos mucho antes, por lo que ganaremos tiempo. Con la segunda frase aprendemos que, pasando sobre un obstáculo con la dirección girada, haremos que pase una rueda antes que la otra, lo que evitará que ambas se queden sin tracción y que el vehículo se quede atrapado.
El juego cuenta con un Modo Carrera en el que iremos aprendiendo a manejarnos con estos vehículos en pistas y pruebas cada vez más exigentes. Es un juego en el que la práctica irá haciendo que mejoremos tiempos y vayamos ganando eventos, lo que irá desbloqueando nuevos eventos y hará llegar a los patrocinadores. Así, este modo carrera nos irá convirtiendo en un piloto profesional, con cada vez más coches desbloqueados y pruebas para competir. Por supuesto, los vehículos se dañan en las pruebas si los tratamos mal, lo que nos obligará a repararlos tras cada evento si los queremos en un estado óptimo para las siguientes pruebas. Y las reparaciones cuestan dinero, por lo que hay que tener mucho cuidado con cómo conducimos, porque podemos gastarnos todo el dinero que ganemos en una prueba en reparar el vehículo.
El juego cuenta con 40 circuitos, repartidos en seis entornos diferentes, mezclando trazados artificiales (pistas creadas para la competición con obstáculos como tuberías, maderas, rampas y demás) con trazados naturales (montañas, colinas y demás entornos alejados de cualquier carretera, camino o pista). Iremos desbloqueando todos ellos en el modo Carrera para poder luego volverlos a disfrutar las veces que queramos en el resto de modos de un jugador o en las competiciones multijugador.
En resumen, estamos ante un juego de conducción muy original y que supone un desafío a todo jugador que adore los títulos de conducción. Todo con un apartado gráfico de gran nivel y un detalle de realismo en la simulación y las físicas del juego digno de mención. El título ya está disponible para PC, Xbox One, PS4 y Nintendo Switch.