Análisis de Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
Los dos iconos de Nintendo y Sega vuelven a juntarse para hacer deporte en un título que llega a Nintendo Switch cargado de mini juegos.
Ya es toda una tradición ver juntos a Mario y a Sonic, con toda la familia y amigos (y enemigos) de cada uno de ellos, remangarse y ponerse en forma para participar en las citas olímpicas, ya sean de verano o de invierno. Ahora ya estamos a tiempo para ir calentando para los próximos juegos olímpicos, los de Tokyo 2020, y qué mejor que hacerlo con una nueva entrega de Mario y Sonic que, esta vez, sólo llega para la consola híbrida de Nintendo.
Ya en la ceremonia de clausura de los juegos de rio 2016 vimos al primer ministro japonés Shinzo Abe salir de una tubería de Mario para marcar la cuenta atrás de cuatro años para los juegos de Tokyo 2020. Esto era una fantástica premonición que nos asegura que Mario estará presente en los juegos del próximo verano, y antes de aquello, desde ya mismo, puedes verle protagonizar este nuevo juego oficial de la cita olímpica, junto a su colega, la mascota de Sega, Sonic.
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Tradición olímpica
Las entregas olímpicas protagonizadas por la colaboración entre Mario y Sonic comenzaron con los juegos olímpicos de Pekín 2008, que salió para Wii, y han regresado con cada cita olímpica: los Juegos de Invierno de Vancouver de 2010, los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, los juegos de Invierno de Sochi en 2014 y los juegos Olímpicos de Río de 2016. La excepción fueron los pasados juegos de Invierno de Pieonchang en 2018, que se quedó sin entrega (les pilló bajos de forma a Mario y Sonic).
Como en entregas anteriores, Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 está cargado de minijuegos para disfrutar en cooperativo. Aquí los joycon y los mandos adicionales serán imprescindibles, para las partidas en el salón para picarnos con la familia y amigos. Por tanto, la manera natural de disfrutar el juego será conectado a la TV, aunque también puedes echarte unas partidas rápidas en el modo portátil, tanto en modo de un jugador como a dobles con los dos joycon desacoplados.
Pero hay que decir que, al tratarse de Tokyo, los desarrolladores nipones de Nintendo le han dado el doble de amor a esta entrega, pegándole una vuelta a su historia y a su jugabilidad. Los enemigos de Mario y Sonic llevan a cabo un malvado plan que termina atrapando a los dos protagonistas en un viaje en el tiempo que les lleva a 1964, exactamente a la fecha en la que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos en Tokyo. Esto hace que ellos tengan que realizar las pruebas en aquella época, que en el juego se muestran en formato videojuego de 8 bits. Así tenemos un buen puñado de pruebas que disfrutaremos como si un juego de la década de los 60 se tratara, con Mario y Sonic realizando deporte en pantallas pixeladas.
Las pruebas
Mientras, los amigos de los dos protagonistas lucharán por devolverlos al presente, participando a su vez en las pruebas de Tokyo 2020 con el 3D habitual de estos tiempos. Así, en el modo historia, las 10 pruebas ‘retro’ en 2D de Tokyo 1964 y las pruebas más modernas de Tokyo 2020, se van mezclando y rompiendo la monotonía que podría suponer una simple sucesión de pruebas de modo convencional.
Así, el título nos ofrece un total de 21 disciplinas, en las que cabe destacar la inclusión de nuevos deportes olímpicos como el Surf, el Skateboarding, el Kárate y la Escalada Deportiva. Además, hay 3 pruebas de fantasía (que nos son olímpicas pero si muy divertidas) y 10 minijuegos que se desbloquean al completar el modo historia. Pruebas ya clásicas como los 100 metros lisos, los 110 metros vallas, el triple salto, los relevos y los lanzamientos de disco o jabalina se mezclan con otras como la natación, el fútbol, el judo, el skate y muchas más.
Sudando en el salón
Como siempre, habrá que ir aprendiendo las mecánicas de cada prueba, que se van complicando y van exigiendo siempre un poquito más de nosotros. No todo es machacar botones en este juego, sino que también habrá que utilizar los dos joysticks y, a veces, el giroscopio de los joycon, así que tendrás que estar atento a las explicaciones de cada disciplina. Pero si vasa jugaren modo portátil, tu solo, lo mejor es configurar el control en la modalidad ‘solo botones’, así no habrá que agitar la consola.
Además del modo historia, que nos permitir descubriendo todas las disciplinas y jugar a otros mini juegos que no tienen que ver con las pruebas olímpicas, por supuesto, el título cuenta con modos multijugador para disfrutar de todas las disciplinas y los minijuegos desbloqueados en fiestas familiares o de amigos.
En definitiva, Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 es un fabuloso party game, probablemente el más compelto y entrañable de la serie (por eso de los guiños retro a los juegos de Tokyo del 64). Por supuesto ,especialmente pensado para los más pequeños o para jugar en familia, aunque es un generador de risa para una reunión de amigos de cualquier edad. Y con un modo historia cargado de retos y guiños a los fans, tanto de Mario, como de Sonic.