La gente de Retro Games lo ha vuelto ha hacer, y si ya hace unos años nos trajo una réplica en miniatura del mítico Commodore 64, ahora se han atrevido con una de las más potentes ‘bestias’ de los microordenadores de los años 80: el Commodore Amiga 500. Una nueva versión en miniatura que destila amor por aquella máquina retro que tan buenos momentos nos trajo.
La fiebre por el retro en los videojuegos está más de moda que nunca y como a veces es complicado hacerse con modelos de las máquinas originales, toda esta labor de volver a construir pequeñas replicas de aquellas, pues ayuda mucho a los coleccionistas. La fiebre por las 'mini consolas retro’ la inauguró Nintendo con su popular NES Classic Mini, a la que luego se añadiría la SuperNES Classic mini y otras compañías darían la réplica con PlayStation Classic, la Sega MegaDrive mini, la NEO Geo mini… Pero, ¿qué pasa con los microordenadores?
Y es que muchos de los jugadores veteranos comenzamos en esto de los videojuegos no con las primeras generaciones de videoconsolas domésticas, sino con los populares microordenadores, que fueron los instrumentos de la informática clásica y los precursores del PC que traerían IBM y Microsoft. Como ya hemos dicho la compañía Retro Games ya lanzó el genial Commodore 64 mini y el VIC 20, y ahora lanzan esta genial versión en miniatura del popular Amiga 500. The A500 Mini es una reproducción exacta de aquella máquina, en un tamaño reducido, que incluye un mando y un ratón, réplicas de los originales, y cuenta con 25 juegos precargados en su interior. Hemos podido trastear con él unos días gracias a un dispositivo prestado por Koch Media, su distribuidora en España, y os contamos cuáles han sido nuestras sensaciones.
El Amiga 500 fue un potente microordenador de 16 bits que Commodore presentó como un dispositivo avanzado, pero a la vez asequible y ese fue el secreto de su tremendo éxito. Este The A500 Mini de Retro Games es una fabulosa réplica a escala de aquel poderoso y ancho teclado tan icónico. El teclado, que no es operativo sino sólo estético, esta recreado con exactitud y el dispositivo está fabricado en plástico y cuenta con el tacto y el color crema típico del original. Y no han escatimado en ningún detalle y hasta cuenta con la disquetera de 3,5 en un lateral (tampoco operativa, sino solo un detalle estético).
En la parte posterior cuenta con las conexiones junto al pequeño botón de encendido: un USB C de alimentación, la salida HDMI y tres conexiones USB donde podremos conectar los controladores o el ratón. El A500 Mini incluye el cable USB de alimentación, un cable HDMI, un mando de control (que replica el mítico C32 pad original) y un ratón (una versión algo reducida del icónico y cuadrado Tank Mouse original de dos botones y en este caso óptico prescindiendo de la bola de goma del ratón original). Y es que muchos de los títulos que salieron para Amiga 500 (compartidos con otros sistemas de la época) requerían el uso del ratón para jugar, como los juegos de estrategia o las aventuras clásicas de Point and Click. Entre los juegos precargados, títulos como Simon the Sorcerer, Worms o Battle Chess se manejan a la perfección con el ratón.
Una vez conectado a la TV, este A500 mini cuenta con un menú muy práctico y visual que nos permite acceder a la biblioteca de juegos y donde se nos marca si el título es para 1 o varios jugadores, si es compatible con el mando, con el ratón o con un joystick (si contamos con el joystick del C64 mini podremos utilizarlo aquí). La emulación de las roms va como un tiro y, sobre todo, se agradece que los juegos se pueden salvar. Pulsando el botón ‘Home’ podremos salir a la interfaz, mantener los juegos suspendidos, guardar la partida en cualquiera de las cuatro ranuras disponibles para cada título y volver a la carga.
La señal de salida del HDMI es de una resolución de 720p y nos permite cambiar entre 50 y 60Hz. Además, podemos ampliar la imagen en tres modos distintos (original, zoom moderado y estirar la imagen hasta ocupar todo el alto de nuestra pantalla) y añadir un filtro CRT si queremos experimentar cómo se veían los juegos en un viejo televisor de tubo. Pulsando el botón ‘Menú’ dentro de los juegos se activa un teclado virtual que nos permite rellenar campos de texto en los juegos (por ejemplo, cuando nos pide que metamos el nombre del jugador o un password para acceder aun nivel) ya que como ya hemos dicho el teclado desde esta pequeño Amiga 500 es de adorno. Aunque siempre podemos enchufar un teclado USB si lo preferimos.
Como suele ser costumbre, el The A500 Mini incluye una colección de juegos en su interior que, en general, representa muy bien el catálogo de este microordenador. Los 25 títulos incluidos son Alien Breed 3D, Alien Breed: Special Edition 92, Another World, Arcade Pool, ATR: All Terrain Racing, Battle Chess, Cadaver, California Games, Dragon’s Breath, F-16 Combat Pilot, Kick Off 2, Paradroid 90, Pinball Dreams, Project-X: Special Edition 93, Qwak, Simon the Sorcerer, Speedball 2: Brutal Deluxe, Stunt Car Racer, Super Cars II, The Chaos Engine, The Lost Patrol, The Sentinel, Titus the Fox, Worms: The Director’s Cut y Zool: Ninja Of The ”Nth” Dimension. Una colección con grandes clásicos y algunos títulos menores. Pero en todo caso, un buen comienzo.
Pero lo mejor es que el catálogo se puede ampliar sin problemas gracias a una memoria USB que formateemos siguiendo las instrucciones del manual de Retro Games. En la página web oficial del producto podemos descargar los archivos ‘THEA500 WHDLoad Package’ que tenemos que instalar en dicha memoria USB y después podremos almacenar ahí todos los archivos LHA (las ROMS de Amiga) que tengmaos en neustro poder. Así, podemos jugar a todo el catálogo de Amiga de manera muy sencilla.
Nosotros hemos probado un montón de juegos, pero tenemos que decir que, si bien en la mayoría de las ocasiones todo ha funcionado a las mil maravillas, en algunos títulos tuvimos dificultades para utilizar el mando o el ratón (aunque el menú de configuración nos permite configurar en detalle estos dispositivos de entrada).
The A500 Mini es una fabulosa réplica en miniatura de uno de los microordenadores que marcaron una época a finales del os años 80. Pensado para los coleccionistas más veteranos, permite contar con una preciosidad que colocar en nuestras estanterías, además de un fantástico emulador para correr nuestras propios roms de manera sencilla y optimizada para las TV actuales. Aunque el precio es algo elevado (129 euros), el acabado y sus opciones de ampliación hacen que merezca la pena.
*Hemos realizado este análisis con un The A500 Mini prestado por Koch Media.