En el banco de pruebas de Videojuegos Cuatro hace tiempo que no probábamos un teclado de gaming, y hemos querido solucionarlo enfrentándonos a un teclado de alta gama de la marca Roccat, el teclado Vulcan Pro. Este modelo concreto es modelo completo, el que incluye el teclado numérico y, por lo tanto, el más grande. Pero la nueva gama Vulcan Pro cuenta con otros otro modelo más reducido, sin el teclado numérico: el Vulcan TKL Pro, con las mismas características. La diferencia entre ambos modelos es obvia, el tamaño y también el precio. Hay que decir que la nueva gama se completa con el modelo Vulcan TKL (sin el Pro) que, con el mismo diseño y materiales, pero con las teclas mecánicas.
La principal característica del Vulcan Pro, ya sea la versión completa o la reducida TKL, es que incluye las avanzadas teclas con interruptor óptico Titan Switch Optical, unas teclas increíbles que ofrecen una respuesta inmediata, pero que aportan la sensación de unas teclas mecánicas, algo muy valorado por los gamers, por mantener la costumbre. El teclado lleva un interruptor óptico Titan en cada tecla, lo que hace que la respuesta sea extremadamente rápida, pero sus diseñadores se han esforzado en hacer que cada tecla se sienta como un interruptor mecánico de alta gama, y todo con un resultado robusto que, según Roccat, asegura una vida de 100 millones de tecleos (lo que es, más o menos, el doble del estándar del mercado y que, como imaginaréis, no hemos podido comprobar empíricamente).
Lo que si que hemos podido comprobar tras dos semanas utilizándolo a diario es que las teclas del Vulcan Pro son extremadamente suaves, funcionan a la perfección, son veloces y cómodas y nos ha ofrecido una sensación que hacía tiempo que no teníamos. Es posible que se trate de los mejores interruptores que hemos probado, con la resistencia justa y un nivel de ruido aceptable (suenan como nos gusta que suenen cuando estamos jugando, sin convertirse en una fiesta del tecleo cuando nos ponemos a escribir textos largos con él).
El diseño general del teclado es otro de los elementos que nos ha conquistado. El cuerpo del teclado es muy fino, con una cubierta de aluminio negro que asegura resistencia para muchos años. Sobre él se levantan, desnudas, cada una de las teclas, y decimos desnudas porque dejan ver todas las tripas del interruptor Titan de cada una de las teclas, gracias a una estructura transparente, rematadas con una cubierta de plástico negro para distinguir cada una de las teclas. Entre el mecanismo de cada pieza se esconde también un led, que otorga al teclado la iluminación RGB. Este diseño de teclas con mecanismo transparentes cobra vida con la iluminación RGB, que cobra vida con el motor de iluminación AIMO.
El diseño del teclado es ligero, pero se nota robusto y contundente, muy duradero, y se remata con dos pestañas para inclinarlo y un útil reposamuñecas adicional, una elegante pieza de plástico negro que se acopla a la parte delantera del teclado gracias a un imán y que puedes retirar siempre que quieras. En la parte de abajo cuenta con largas y grandes patas de goma que fijan el teclado a la mesa de manera fiable, tanto en el propio cuerpo del teclado como bajo el reposamuñecas.
En cuanto al tamaño y disposición de las teclas, todo tiene su sentido y está bien situado, pero tenemos un par de pegas. Una de ellas es el reducido tamaño de la tecla ‘Enter’, que hace que nos equivoquemos demasiadas veces al intentar pulsarla (estamos acostumbrados a un formato grande para esa tecla) y que no cuenta con la tecla Ñ (una pega para los hispanohablantes).
En cuanto al diseño también destaca el enorme potenciómetro que han colocado en su parte superior para regular el volumen del PC. Un botón preciso y fantástico al tacto, para regular el volumen de manera precisa y cómoda, que cuenta con tres botones a su izquierda. Uno de ellos te permite mutear el audio (los botones multimedia para controlar tu música se encuentran entre las teclas F9 a F12). Los otros dos botones cambian del control del potenciómetro del volumen al nivel de brillo de las luces del teclado.
El teclado, una vez enchufado a tu PC, podrá ser controlado con el potente y completo software Roccat Swarm, una aplicación que nos encanta y con la que puedes personalizar al máximo decenas de opciones: desde el sonido de retroalimentación de las teclas (podrás hacer que suene como una máquina de escribir o con u sonido de ciencia ficción) hasta la asignación de funciones a cada tecla, programar los macros para cada uno de tus juegos (cuenta con 6 teclas específicas para macros) y todo se puede programar y grabar en cinco perfiles de jugador distintos. Desde Swarm también puedes configurar los efectos de iluminación del teclado gracias al motor de iluminación AIMO, y sincronizarlo con otros dispositivos compatibles.
El Vulcan Pro de Roccat es uno de los teclados más robustos, potentes y atractivos que hemos probado en mucho tiempo, y todo con una tecnología de interruptores que te ofrece la respuesta más veloz posible en tus juegos gracias a las teclas ópticas Titan, y todo manteniendo la suavidad y sensación de un teclado mecánico. Todo es programable para dejar a tu gusto cada función de cada tecla y, sobre todo, lo macros para tus juegos favoritos a mano. Cuenta con detalles que se agradecen como el potenciómetro para el volumen o el brillo del teclado y las teclas de acceso rápido. Y puedes decidirte por el teclado completo (para mi es imprescindible el teclado numérico) por un precio que ronda los 199 euros, o la versión TLK (menos espacio en tu escritorio y mucho más apto para llevar contigo a cualquier competición) por un precio de unos 149 euros.