¿Puede PES 2020 volver a ser el rey del balón?
Ya está aquí eFootball PES 2020 y analizamos cómo ha vuelto al Olimpo de los juegos de fútbol.
Los años en videojuegos pasan rápido. Y si para otros aspectos de la vida 10 años no es nada, si hablamos del entretenimiento electrónico esto se convierte en una eternidad. Y es que en esta última década Konami ha perdido un trono que se ganó a pulso en los años anteriores. Con esta entrega, que además estrena nomenclatura, de eFOOTBALL PES 2020 intenta recuperar un trono perdido. ¿Será capaz de contentar a los seguidores del fútbol y volver a ser el Rey que fue?. Pues la respuesta corta es que sí, que claro que puede, tiene mimbres para ello. La respuesta larga la vamos a desarrollar un poco más en los próximos párrafos. Así que si quieres averiguar los motivos que pueden devolverle a lo más alto del podio, quédate un rato con nosotros.
Antes de meternos en faena, vamos a hacer un poco de memoria. El juego que ahora todos conocemos como PES lleva ya muchos años con nosotros. De hecho, y aunque hay cierta controversia con esto, se puede decir que hizo su debut en la maravillosa SuperNintendo hace ya 25 años, en noviembre de 1994. Nuestros amigos nipones tuvieron el honor de ver el debut de esta saga a finales de ese año, mientras que tanto americanos como europeos tuvimos que esperar hasta 1995. International Superstar Soccer (ISS) fue la base sobre la que unos pocos años después se asentó el que es verdaderamente, y esta vez sin discusión, el juego que da comienzo a la saga PES. Hablamos de International Superstar Soccer Pro. Un juego que a pesar de su escasez de modos de juego y equipos, sólo permitía elegir unas cuantas selecciones nacionales, y nos mostró por primera vez jugadores con nombres ficticios que acabarían siendo mitos de la serie, como Roberto Larcos, Butatista o R. Riggio.
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Fueron los años dorados para PRO Evolution Soccer, con una jugabilidad que enamoraba a todos los aficionados al fútbol y que año tras año dejaba atrás a sus rivales, fueran series consolidadas como FIFA o intentos por acercarse como Fantasista. Esto, en lo que a la guerra de consolas se refiere, porque en los ordenadores personales de la época, como Commodore Amiga, había otra pequeña guerra librada por la saga Kick Off y Sensible Soccer que tendría mucha influencia en el futuro como os contaré más adelante. Fueron cayendo los años y con ellos las versiones del juego con sus correspondientes mejoras. PES 3, Winning Eleven J-League con reediciones como el maravilloso Winning Eleven 2000 U23 U-23 en el que se replicaba el campeonato del mundo sub 23.. quien más y quien menos pasaba el verano esperando la llegada de la versión europea de PES jugando la liga Japonesa y llevando a su Jubilo Iwata o su Urawa Reds de turno a lo más alto. Hasta que el juego online se hizo presente de forma masiva y Konami tocó techo.
PES 6 (octubre de 2006) fue el último gran juego de la serie, seguido por varios fiascos consecutivos que hicieron que la saga se hundiera en un pozo del que le ha costado muchos años salir. Esto ocurría porque además, en paralelo, su gran rival, la saga FIFA sí que supo sacar partido del modo de juego online, principalmente, y porque además fue puliendo sus defectos, fue escuchando a la comunidad y se empezó a alegar de aquel sistema de juego vertiginoso y eminentemente arcade para intentar atraer a un público que con el fracaso de Konami se sentía huérfano de fútbol. Y vaya si lo consiguió.
Por lo tanto, han sido muchos años de dominio de EA Sports, que han llevado a su saga a un lógico estancamiento que se ha ido acentuando durante las últimas entregas, y tal y como pasó hace años, el pequeño declive de uno sirve para que la otra compañía se ponga las pilas y de lo mejor de si para recuperar el primer lugar en el corazón de los aficionados, y por supuesto que eso se traduzca en el número uno en ventas. Quizá Konami esté aún lejos de llegar a esa gesta, y puede que FIFA siga dominando las listas de ventas durante lustros, eso es algo que no sabemos, pero lo que si podemos constatar, en base a la entrega de eFOOTBALL PES 2020 de este año, es que por fin, ha dado el paso definitivo para al menos igualar en calidad a su competencia, y te vamos a contar a grandes rasgos por qué.
La libertad del balón
Uno de los elementos clave en el éxito jugable de este año es la libertad con la que el balón se mueve de un lado a otro. No es sólo la herramienta que utilizamos para llevar a cabo nuestro fin, si no que es un elemento vivo dentro del terreno de juego y es nuestro deber mimarlo y cuidarlo para que quiera entrar en la portería contraria. Esto, que podría catalogarse de novedad, es algo que hace muchos años ya implementó el maravilloso Kick Off que hemos mencionado unas líneas más arriba. La obra del genial Dino Dini nos mostró por primera vez la forma correcta de implementar un balón en un juego donde este debe ser el protagonista. Aquella enseñanza pareció caer en saco roto durante muchos años, y sea por problemas técnicos o por el motivo que fuere, los juegos que salieron entonces usaban la forma de juego en la que el esférico quedaba pegado al pié del jugador que lo controlaba. Esto ha ido cambiando poco a poco, pero es en esta edición de 2020 cuando ha alcanzado su máxima expresión. Es una delicia ver como dependiendo de la calidad del jugador que recibe, el control de balón es más o menos preciso, lo que nos obligará a planificar el movimiento y la jugada posterior al control dependiendo de como nos salga este, tal y como pasa en un partido en la vida real. En este sentido, el trabajo de Konami es excelso y nos brinda una experiencia totalmente realista.
La sensación de realismo
Esta libertad comentada a la hora de controlar y mover el balón hace que la sensación que tenemos durante todo el partido sea de un realismo como se ha visto representado pocas veces al replicar el deporte del balompié. La diferencia de calidad entre equipos se debe, tal y como pasa en realidad, a la suma de calidad de sus jugadores individualmente. Por eso, si jugamos un partido Real Madrid - Alcorcón controlando a los amarillos, sufriremos como machos cabríos para trenzar tres jugadas decentes, mientras que asistiremos con los ojos como platos al recital de taconazos, fintas y regates con los que Hazard y compañía se divierten con nosotros. Por supuesto, hay partidos en los que con trabajo, disciplina y sacrificio podemos dar la campanada y hacer que suene un Alcorconazo, y el sufrimiento pasado hasta llegar a uno de esos momentos nos hará celebrar esa victoria virtual levantados del sofá mientras nuestra mujer se pregunta quién está jugando una final un martes por la tarde.
Una Master League a la altura del juego
Uno de los talones de aquiles de la saga PES durante estos años, especialmente si lo comparamos con su gran rival, es la falta de modos de juego. Su clásica Master League, el modo de juego que nos permite hacernos con el control total de un club para llevarlo a la gloria ha sido tradicionalmente el modo preferido para aquellos que siguen prefiriendo el juego en solitario sobre la competición online. Aunque seguimos echando de menos a leyendas que han hecho historia en este modo, como Castolo y Minanda, los añadidos son lo suficientemente jugosos como para tener a aquellos con alma de entrenador entretenidos durante una buena temporada. No es el manager de fútbol más completo del mercado, pero su encanto visual, con sus cinemáticas y sus preguntas de la prensa hacen que nos sintamos parte del club desde el mismo momento en que aterrizamos. Además, la opción de siempre, la de poder elegir entre los jugadores reales del club o las promesas propuestas por Konami, nos da la oportunidad de desarrollar un club desde cero para llevarlo a las más altas cotas de gloria. Algo que nos asegura muchas horas de diversión.
Por supuesto, eFOOTBALL PES 2020 también tiene nubes oscuras que se ciernen como una amenaza sobre su intención de dominar el mercado. Casi todas las quejas de la comunidad durante estos primeros días de juego se refieren, una vez más, a su modo online. El gran talón de aquiles de la saga desde que internet se convirtió en algo habitual en nuestras vidas. El juego en su vertiente desconectada es a la vez fluido y pausado, permitiendo un control casi absoluto sobre la totalidad de acciones que protagonizamos. Esto redunda en una sensación de premio a nuestros aciertos y castigo a nuestros errores, pero con un trasfondo de justicia. Somos nosotros quienes fallamos o acertamos, y nuestras acciones tienen esa consecuencia en el terreno de juego. Sin embargo, al jugar partidos online, la sensación es distinta. El juego se vuelve algo más embarrado y tosco, haciendo mucho más difícil nuestra labor de sortear contrarios y obligándonos a anticipar las jugadas con algún segundo de antelación, que no siempre tenemos. Este hecho es especialmente incomprensible cuando demo ofrecida por Konami semanas antes de poner el juego a la venta no sufría estos problemas.
Concluyendo
Al empezar este artículo afirmábamos que PES ha vuelto, y ya te hemos contado nuestros motivos para afirmarlo. Su estilo de juego diametralmente opuesto a su competidor y la libertad que te ofrece con el mando en la mano suplen algunas de sus carencias más graves, como la tradicional falta de licencias de la saga -acentuada porque en los últimos dos años la Champions League ha cambiado de bando- se suplen con el trabajo que hace su fiel comunidad de seguidores. Nombres de equipos reales, sus equipaciones y escudos, e incluso ligas que no están en el juego base están disponible prácticamente desde el día de lanzamiento mediante 'option file' que se cargan desde el menú edición. Por todos estos motivos PES vuelve a la pelea. Si va a conseguir desbancar a FIFA o no es algo que no podemos saber, y que veremos con el tiempo, pero lo que podemos afirmar desde ya mismo es que con esta entrega de eFOOTBALL PES 2020, Konami trae al terreno de juego un rival que, como mínimo, le va a poner las cosas muy difíciles a su competidor. Viva el fútbol.