En 1990 salió a la luz uno de los mejores videojuegos de la historia, ‘The Secret of Monkey Island’. Un joven rubio se presentaba como Guybrush Threepwood y declaraba cuál era su intención: ser un pirata. Desde ese instante queda en manos del jugador cumplir la intención de Guybrush en una hilarante aventura gráfica. 25 años después hay elementos de aquella obra maestra que ya no se ven en los videojuegos actuales.
Diálogos mordaces e inteligentes
Los duelos de espadas e insultos son una de las marcas más características de la saga ‘Monkey Island’. Además, fueron guionizados por el escritor de ciencia ficción Orson Scott Card. Cada nueva frase en los duelos desvelaba un chiste más ingenioso que el anterior. No solo eso, sino que todas las interacciones con los personajes de la destilaban un sentido del humor muy afilado, lejos del sentido del humor fácil y absurdo que hay en los videojuegos actuales.
Piratas como protagonistas
Se pueden contar con los dedos de una mano los juegos que tienen piratas como personajes principales. Tan solo destacan la saga ‘Risen’, ‘Raven’s City’ o la cuarta entrega de ‘Assasin’s Creed’… la iconografía pirata se está perdiendo en el mundo del videojuego hasta tal punto de dejar de ser un escenario habitual en los –escasos– videojuegos arcade y de plataformas.
Quedarte bloqueado sin saber cómo continuar
Los juegos actuales están hechos para un consumo mucho más rápido que los de la época de ‘The Secret of Monkey Island’. Antaño, lo habitual era pasar horas y horas recorriendo escenarios para dar con la pista oculta que permitía continuar con la aventura. En la actualidad, recurrir a una guía que saque al jugador del atolladero es una rara avis. Es más habitual no poder continuar por no poder derrotar al enemigo que por no ser capaz de resolver un rompecabezas.
Jugar solo con el ratón
En la época dorada de las aventuras gráficas (años ochenta-noventa) el modo de juego era ‘point-and-click’. Es decir, todo el movimiento del personaje y su interacción con los elementos de su entorno eran mediante clics del ratón. El teclado quedaba únicamente reservado a pulsar la tecla de Escape para salir y guardar la partida.
“Usar pollo con polea con…”
¿Con cuántas cosas se pudo haber intentado usar el pollo con polea en Mêlée Island? Salvo la curiosa arma púrpura de ‘Saints Row’, ya no hay objetos que hayan dado tanto juego en una aventura virtual.