Hemos tenido la oportunidad de poder jugar un buen puñado de horas a Astral Ascent, título de Hibernian Workshop, desarrolladora que ya nos sorprendió en el año 2019 con Dark Devotion, un roguelike que sobresalía por su exigencia al jugador y sumergirse en una atmósfera oscura y tenebrosa. Sí que es cierto que su videojuego bidimensional causó unas buenas críticas por parte de la prensa especializada y la comunidad de jugadores. Este estudio independiente debutaba en el panorama de los videojuegos y presentando sus credenciales y a pesar de un ajustado presupuesto vienen para hacerse un hueco en la industria.
Han tomado con mucha paciencia el desarrollo de su segundo juego, Astral Ascent, que ya ha sido lanzado en Steam en su fase de acceso anticipado y que nuevamente derrocha creatividad y personalidad por los cuatro costados. Fases en dos dimensiones, elementos roguelike, muchas armas y enemigos a los que enfrentarse y un estilo visual que entra mucho por los ojos y resulta de lo más llamativo. Como podéis ver todo lo mencionado son unas credenciales más que interesantes en una entrega que se irá actualizando y añadiendo contenido con el paso de los meses y tomando nota del feedback de la comunidad.
Ahora bien, detrás de Astral Ascent hay una interesante historia que nos trasladará a una idílica y utópica localización conocida como El Jardín. Este es el lugar que todo el mundo ha soñado y en el que referencias de la mitología han tildado como el lugar perfecto. Mucho colorido, una enriquecida flora y fauna o multitud de personas que habitan en paz y armonía. Pero esto no deja de ser una fachada de lo que oculta tras de sí, los habitantes de esta ubicación se encuentran atrapados y muchos de ellos todavía desconocen el por qué siguen ahí. Poco después conoceremos a Ayla, una asesina que lucha junto a un elenco de héroes con la única misión de destronar a doce guerreros que tratarán de evitar que se escape de este lugar.
Una de las peculiaridades de Astral Ascent es la variedad de personajes que podremos dirigir a lo largo de esta epopeya de las grandes mitologías. Una de las peculiaridades del Jardín es que no todos están de forma casual, han llegado por una razón y esto es un motivo más para sumergirte en su historia. Su guión es la historia de todos los personajes que forman parte de la trama, con algunos como la asesina Ayla, Kiran, los guerreros que quieren evitar que huyas entre muchos otros. Se ha logrado que todos estos, sean controlables o no, tienen una buena cohesión en la historia y atrapando desde el primer minuto.
Tenemos doce escollos frente a nosotros, una serie de guardianes enemigos que querrán evitar con sus características y estilos de combate que se huya del lugar. Una vez sentadas todas las bases hemos de confirmar que estamos ante un roguelike con todas las de la ley, por lo que si caes en combate perderás todo aquello que hayas obtenido hasta ese momento. Eso sí, no todo será negativo ya que la experiencia ganada, niveles ascendidos y enemigos finales derrotados quedan conservados para hacer algo más fácil la tarea. Esto hace algo más fácil y amigable la experiencia de juego, a diferencia de otros que al ser derrotado obligan a empezar desde un inicio.
En términos jugables nos encontramos con mecánicas en dos dimensiones donde explorar una gran cantidad de estancias al mismo tiempo que se exploran multitud de salas en busca de tus enemigos. La peculiaridad del género es que a cada partida la estructura y los niveles cambian, por lo que fomenta mucho la rejugabilidad y la sensación de tener un título diferente en cada partida. Con esto queremos decir que una sala que parecía ser muy sencilla puede convertirse en algo más complejo y cargada de muchas e interesantes recompensas. Otra peculiaridad es lo mucho que nos ha recordado a los metroidvania, con multitud de plataformas sobre las que saltar e investigar a diferentes niveles, escondiendo personajes que puedan aportar más información, una misión o incluso cualquier recompensa.
Muchos de estos NPC tienen una función concreta en tu misión, por lo que es importante conocer a los más interesantes y lo que pueden aportar. Por ejemplo, encontramos a un experto en plantas con el que encontrar pociones curativas o mejoras para la salud del personaje. Por otra parte, contamos con un hechicero capaz de vendernos nuevos hechizos. Este aspecto nos lleva a hablar más sobre los conjuros del personaje, encontrando una serie de plumas a lo largo del título que irán mejorando las magias que tengamos y dotándolas de una mayor energía. También se tiene la posibilidad de mejorarlos pasando por caja e intercambiando la moneda del título por mejoras, aunque hemos de decir que estas no son tan jugosas como las mencionadas en primera instancia.
Astral Ascent prima la exploración, es un juego de una gran extensión en cuanto a mapeado y premia a aquellos que dedican tiempo a investigar. Las salas que encontraremos a lo largo de la aventura son muy variadas, aunque las más entretenidas son las que esconden grandes hordas de enemigos contra los que luchar y conseguir muchas más recompensas. Luchar es muy gratificante, incorporando un sistema muy rápido y entretenido donde desatar largas cadenas de combos, lanzar por los aires a todo ser viviente que se cruce por tu camino. Puede incluso lucharse en el aire a través de saltos, por lo que a la vez de su sencillez técnica se incorpora una pequeña espectacularidad.
Nuestro personaje basa sus ataques en habilidades básicas y hechizos, pero para poder usar estos últimos habrá que hacer uso del maná. Este es muy sencillo de obtener, ya sea acabando con enemigos más débiles o encontrando recargas que se encuentren dispersas en el mapeado. En puntos concretos, dada la aleatoriedad de Astral Ascent, presenta algunas salas donde recuperar salud y el maná. ¿Te has quedado sin maná y no cuentas con un luchar donde recargarlo de golpe? Ningún problema, destroza a tus enemigos a tortazos y cargarlo de una forma rápida y sencilla. Puedes asestar golpes rápidos y débiles, otros más lentos y contundentes y al mismo tiempo combinarlo con un hechizo. El límite lo pone la imaginación y creatividad del jugador.
Ahora bien, no todo es tan sencillo como parece. Hay muchos enemigos de distintos tipos dispersos en el mapeado, cada uno con sus propias habilidades, mecánicas y debilidades que el usuario tendrá que descubrir. También esperan en zonas concretas la docena de jefes y que tienen una dificultad elevada. Como buen roguelike que se precie no siempre se llegará con la suficiente energía o poder, por lo que se desafía a visitar de nuevo algunas zonas, subir de nivel y obtener más conjuros. Por esto, se conservan las habilidades y que hacen algo más liviana derrotarlos.
Si por algo llama la atención Astral Ascent es por su estilo visual. Sus animaciones nos han recordado mucho al clásico Prince of Persia, con unas tonalidades definidas en sus personajes y unos movimientos cuidados y trabajados. Aunque lo más destacable son sus escenarios creados a través de la técnica pixel art y trasladando a un mundo cargado de fantasía y fusión de tonalidades realmente llamativa. Su banda sonora nos ha encantado, con melodías instrumentadas y de tintes épicos que sumergen de lleno en los combates y que embelesan en los momentos de diálogos y exploración. Incorpora un doblaje correcto al inglés, al igual que sus textos de pantalla que llegan en la lengua de Shakespeare.
Astral Ascent es un gran roguelike que se desmarca como una de las grandes sorpresas en el género en lo que llevamos de año. La desarrolladora se ha tomado su tiempo para traernos esta entretenida y exigente experiencia y la verdad es que ha merecido mucho la pena. Combates con gran intensidad, multitud de salas que explorar, habilidades mágicas, personajes y enemigos a los que derrotar. Si eres un fanático de este estilo, buscas profundidad en las mecánicas y das importancia a la historia, esta aventura te encantará.
*Hemos realizado este avance gracias a un código de Astral Ascent para Steam facilitado por ICO Partners.