Yakuza: Like a Dragon, la octava entrega principal de la popular serie de videojuegos de Ryu ga Gotoku Studio, ha sido un tremendo éxito en Japón y en occidente y ha sido considerado uno de los mejores lanzamientos del pasado año, tras su llegada a Europa y América en diciembre del año pasado. Ahora llega con un lavado de cara con su versión optimizada para PlayStation 5 y no es que estemos ante la mejor re-edición de un juego para esta nueva generación, pero hay muchas mejoras en un título que ya ha sido aclamado por crítica y público. Además, todos aquellos que invirtieron un buen número de horas en su PS4 van a notar la diferencia con esta actualización.
En este análisis vamos a tratar de destacar todas las novedades que aporta esta nueva versión para PS5, poniendo el énfasis en todas aquellas mejoras que aprovechan el nuevo hardware de la consola de nueva generación de Sony. Además, todo lo que adquirieron el juego en PS4 pueden pasarse gratis a la versión actualizada para PS5. Si quieres leer el análisis pormenorizado del juego, puede leer el artículo que publicamos sobre Yakuza Like a Dragon, donde dejamos claro que se trata de una obra maestra.
Yakuza: Like a Dragon nos narra la historia de Ichiban Kasuga, un joven alocado pero muy entrañable que sobrevivie como puede en uno de los rangos más bajos de una familia de Yakuzas, los Arakawa. Ichi es un ferviente fan de la serie de juegos Dragon Quest y se toma la vida como si estuviera protagonizando un JRPG mientras hace encargos de poca monta para el clan Tojo, en el barrio de Tokyo en el que creció para el clan Tojo. Para pagar la deuda que tiene con el jefe de la familia Arakawa carga con la culta de un asesinato de otro miembro del clan y se pasa 18 años en prisión. Tras cumplir la pena sale de la cárcel para descubrir que el mundo en el que se crio ya no existe y que todas las cosas en las que creía se han esfumado.
Yakuza: Like a Dragon es un fabuloso juego de acción y RPG que nos ofrece hacer un montón de cosas pero que, sobre todo, cuenta una historia fabulosa cargada de personajes increíblemente bien diseñados. Ichiban y el grupo de secundarios que lo acompañan son una pandilla de anti-héroes excelentes de los que no puedes sino encariñarte y el juego, sin olvidarse de la diversión, de la gran cantidad de opciones y posibilidades y de una jugabilidad tremendamente divertida, ceunta un puñado de historias muy bien entrelazadas tratando temas como el paso a la edad adulta, la amistad, el honor, la marginalidad, la prostitución… Pero todo ello con un ingrediente que lo inunda todo: el increíble optimismo de su protagonista a pesar de su terrible vida (abandonado en un prostíbulo al nacer y ex convicto al que todo el mundo quiere eliminar).
Lo primero que sorprende en la actualización a PS5 de Yakuza Like a Dragon son los inexistentes tiempos de carga. Aquí no hay que esperar más que un puñado de milisegundos para entrar en acción, una vez que hayamos pasado pro todas las escenas de conversación previa, por supuesto. Aunque las conversaciones y las escenas pueden saltarse y sin tiempos de carga esto se hace de manera veloz y fluida, por lo que podemos pasar directamente al siguiente momento de acción, exploración o mini juegos, sin pausas molestas. Todo es más fluido y para pasar a otras áreas o partes grandes del juego (por ejemplo, entre capítulos), solo nos llevará unos segundos. En comparación con algunos tiempos de carga algo excesivos en la versión de PS4.
En cuanto al apartado gráfico no estamos ante una revolución, pero si hay un buen número de detalles que se agradecen y que muestra un mejor aspecto: los efectos de partículas, la iluminación de la ciudad, los efectos de luces en los neones por la noche, la luz del sol a diferentes horas del día, los reflejos en cristales y en los charcos de la calle… Todo se ve mejor, aunque las animaciones siguen siendo las mismas y, en alguna ocasión, parecen un poco toscas. Eso sí, los personajes lucen un pelo más realista y tienen rasgos fáciles más detallados. El corte de pelo de Ichiban es aun más impactante en PS5.
En cuanto al DualSense tenemos que decir que se han implementado algunos detalles para justificar el salto a PS5, pero son realmente escasos. Cuando suene el móvil de Ichiban, escucharás el tono de llamada en el altavoz del mando, pero este recurso se utiliza muy pocas veces más (las conversaciones por teléfono podían sonar también ahí, y no lo hacen, no sabemos por qué). Y es cierto que el mando utiliza sus motores de vibración en ocasiones, pero muy pocas y de manera muy genérica, nada fina. Es como si hubieran querido cubrir el expediente haciendo cuatro cosas con el DualSense. Es una oportunidad perdida porque se nos ocurren muchas aplicaciones del DualSense en un juego de Yakuza (las tragaperras, los Karts…).
Yakuza Like a Dragon es un juego extraordinario. Un RPG en esencia pero que lo parece cuando lo estás jugando, por lo que es un título muy difícil de definir. Pero lo que está claro es que es un título que ofrece diversión a raudales y una historia profunda, intrincada y llena de personajes adorables. Las más de 40 horas que te asegura completar su campaña (mini juegos y extras aparte) es altamente recomendable y su versión de nueva generación, en este caso para PS5, mejora la fórmula en pequeños detalles. No es una revolución, pero es mejor.