Si os hablamos del estudio afincado en Suecia, Image & Form, los más curtidos en los videojuegos sabrán que hablamos de sinónimo de calidad. Estos, desde hace un tiempo se encuentran formando parte de Thunderful Games, otro de los importantes conglomerados de videojuegos del que ya os hablábamos en otras ocasiones. Sagas como Steamworld o el menos conocido Anthill son algunos de los títulos que tienen a sus espaldas y que han proporcionado docenas de entretenidas horas a los jugadores.
Si algo tiene de bueno la franquicia Steamworld, y para los desarrolladores de Image & Form, es que ya han tocado muchos de los géneros más populares en la actualidad. Plataformas, acción, tower defense, cartas o incluso tintes de rol son algunos de los estilos que tienden a engrosar un poco más el currículum de estos suecos que han malacostumbrado a grandes obras. Ahora se atreven ir un paso más allá con The Gunk, en una aventura tridimensional disponible en Xbox Series, Xbox One y PC (también a través de Xbox Game Pass).
The Gunk nos pondrá en el papel de dos personajes, Rani y Becks, dos carroñeros espaciales que junto a su robot Curt recorren el espacio en busca de todo tipo de recursos y materiales para distintos fines. Lo que parece una sencilla misión más se torna en una auténtica catástrofe, encontrando un planeta que no está deshabitado como ellos pensaban y en el que una misteriosa sustancia de color púrpura, de gran toxicidad, recubre gran parte de su superficie. Poco a poco se irá deshaciendo una maraña en una sencilla historia que oculta tras de sí una extraña civilización alienígena, así como la posibilidad de visitar lugares recónditos de este planeta.
Algo tan sencillo como esta trama acompaña eficientemente en un juego que quizás no es de una duración muy extensa, alrededor de la media docena de horas (si te lo tomas con calma) y en la que acompañaremos a Rani y Becks en este camino. Ambos personajes han sido muy bien introducidos en el argumento, gozando de una gran personalidad y desgranándose en interesantes conversaciones por walkie talkie a lo largo de la partida. En esto se basa esencialmente la trama de The Gunk, en ir explorando y conociendo todo sobre estos y el planeta a tu ritmo, siendo el propio jugador el que vaya marcando cual es la velocidad a la que desea avanzar.
Como bien puede deducirse, The Gunk fundamenta su jugabilidad en la exploración junto a Rani, el cual tendrá que enfrentarse a varias localizaciones acertadamente diseñadas y en la que ir descubriendo secretos de este planeta. Dentro de estos entornos tridimensionales se esconden fases de plataformas entretenidas al igual que una serie de puzles que si bien son algo sencilos, supondrán algunos momentos en los que quebrarse la cabeza para resolverlos. Estos, al mismo tiempo, requieren que se limpie la zona de esta misteriosa sustancia que asola el planeta. Si, habéis pensado bien, es una mecánica muy parecida a la vista en Super Mario Sunshine pero en este caso será con una herramienta que ha sido introducida en el brazo del protagonista.
Limpiar cada una de estas zonas con la aspiradora no sólo supone ver los bellos paisajes que tiene el juego, sino que liberará al planeta de un efecto maligno que está acabando poco a poco con él. Además, en muchas ocasiones bajo esta sustancia se esconden criaturas que propondrán más de un enfrentamiento. Aunque este es uno de sus puntos a mejorar, ya que ofrece quizás un combate algo limitado y del que se esperaba algo más. A pesar de esto, es digno de alabar como la desarrolladora ha querido suplir esas carencias en combate con una gran interactividad con los escenarios y muchos de sus elementos. Estos se integran acertadamente en sus puzles, de forma que con nuestra arma puede pulsarse una palanca o moverse un objeto que a la postre sirva para resolver un acertijo.
También toda la suciedad que pone nombre al juego oculta tras de sí zonas secretas con las que conseguir objetos y mejoras. Si bien sobre el papel todo parece lucir de una forma muy notable, hemos de criticar sus controles, siendo algo imprecisos y llevándonos a caer entre las plataformas en algunos momentos o incluso no responder bien. Este es un punto que debería haber sido pulido de una forma más eficiente, aunque no hace el juego prácticamente injugable si que marca la diferencia en bastantes ocasiones.
En lo técnico The Gunk destaca por lo llamativo que es, siendo un título que hace un gran uso del motor Unreal Engine proporcionando paisajes con muchos detalles y resultando llamativos por la gran cantidad de colores que aparecen en pantalla. Al ser un juego de plataformas en tres dimensiones es sinónimo de muchos detalles que observar y con los que interactuar, por lo que es algo más que digno de aplaudir. El juego rinde realmente bien tanto en Xbox Series X|S como en PC, otorgando unos efectos de luces y sombras llamativos, unos diseños de personajes trabajados y cargados de personalidad, así como una tasa de frames más que aceptable.
The Gunk se postula como otra de las agradables sorpresas que nos ha deparado Xbox Game Pass, y no es para menos teniendo un título de la mano de Image & Form. El estudio sueco ha sabido dar el salto a las tres dimensiones de forma acertada, proponiendo plataformas, exploración y acción. A pesar de una corta duración que no supera la media docena de horas sí que es un título más que interesante dada su historia y acertadas mecánicas.