Estamos muy cerca de una fecha muy señalada para los aficionados a los videojuegos de terror y ambientaciones fantasmagóricas. Halloween es una cita obligada para aquellos que son aficionados a estos géneros tanto en el cine como en sus títulos preferidos. Realmente, ¿a quién no le apetece jugar a The Evil Within, Outlast o Resident Evil durante estos días? Esos juegos saben incluso mejor ahora, al igual que ver películas de la talla de 'Pesadilla Antes de Navidad' o 'La novia cadáver' entre otras.
Cierto es que el catálogo no nos está proporcionando muchas alternativas, a pesar de que The Dark Pictures Anthology: House of Ashes da una tercera entrega realmente aterradora y en la que sumergirse en una historia muy turbia. Pero también hay espacio para otros videojuegos desconocidos y que merecen una oportunidad como lo es Pumpkin Jack, una aventura tridimensional protagonizada por un simpático personaje. Este juego además tiene una curiosa historia detrás de la figura de Nicolas Meysonnier, un único desarrollador que tenía el sueño de traer su terrorífico proyecto de plataformas en tres dimensiones al mundo de los videojuegos junto a las inspiraciones mencionadas anteriormente.
Pumpkin Jack fue lanzado el año pasado y ahora regresa completamente adaptado a PlayStation 5 y Xbox Series X|S que ha sido llevado a cabo junto a Adrien Lucas, segundo de abordo de este pequeño estudio, y con una edición que mejora muchos aspectos y que lo convierte en una buena alternativa para Halloween. Ahora bien, con el nacimiento de un ambicioso proyecto que bebe de personajes como Medievil sobre la mesa, ¿qué podemos esperar? Ya os lo decimos, un entretenido título que respeta los cánones del género.
La aventura da comienzo en un reino realmente aburrido, donde casi nunca ocurre nada y en el que la paz y la tranquilidad parecen llevar una inesperada prosperidad. Nada más lejos de este sinsabor de emociones aparece la figura del diablo que lanza una terrible maldición con la única ambición de hacerse con el total y absoluto control del lugar. Para combatir esto tendremos la oportunidad de encarnar a un mago calabaza llamado Pumpkin Jack o Jack a secas, como prefiráis, y que en este caso unirá junto a un búho que irá guiando estos primeros pasos además de proporcionar consejos a través de múltiples escenarios que recorrer de cabo a rabo. Una de las peculiaridades son las múltiples situaciones humorísticas y chistes que irán acompañando durante las aproximadamente seis horas que dura el título.
En cuanto a sus mecánicas no son demasiado avanzadas y nos encontramos ante un título de plataformas en tres dimensiones con fases en las que combatir contra numerosos enemigos. No se ha definido una curva de dificultad excesivamente compleja, proporcionando fases en las que luchar y prácticamente machacar el botón para salir victorioso de estas. Salir de estas sin recibir prácticamente ni un solo golpe será algo muy habitual gracias a sus precisos movimientos y la habilidad de rodar para esquivar los ataques enemigos. La tarea es aún más sencilla gracias a la presencia de seis armas desbloqueables con las que atacar como una espada, un hacha o una guadaña, aunque lamentablemente no tienen diferencias muy notables en cuanto estilo de combate.
Las más notables entre estos objetos las encontramos en la cantidad de daño que realizará al enemigo, siendo mayor o menor dependiendo de cada una. Los enemigos siguen unos patrones de movimientos muy parecidos entre ellos, por lo que descubrir cuáles son los puntos débiles de estos o los jefes de las fases será algo excesivamente sencillo y nada desafiante. Por lo que las andanzas en Pumpkin Jack se resumen en muchas ocasiones en atacar, rodar y esquivar y derrotar a un enemigo para continuar con el siguiente. Esto no implica que el conjunto pueda deparar un mal juego, únicamente que está enfocado más a un público joven con el que acercar una aventura de plataformas tridimensional de acción y completamente disfrutable.
Las fases de plataformas también continúan por los mismos derroteros, saltando en entornos muy sencillos y que si bien, aunque no deparen un auténtico desafío entretienen sin caer en la linealidad. Una lanza que debemos romper en favor de Pumpkin Jack es su variedad, proporcionando una alternancia entre fases muy diversa además de siempre tener a disposición del jugador combates en los que hacer frente a enemigos. Es por ello que cuando el usuario no se encuentre cruzando salientes con saltos estará usando esta mecánica para huir o entrar en un enfrentamiento. También dentro de estos escenarios se encuentran coleccionables con los que desbloquear atuendos y elementos cosméticos para nuestro protagonista y que lo disfrazan de forma muy divertida.
Dentro de la aventura tenemos un total de seis niveles que pueden ser completados en aproximadamente una hora, dando un total de seis muy rejugables. A esto hay que añadir los secretos ocultos y posibilidad de desbloquear atuendos, así como algún que otro puzle que resolver y que si bien, siguiendo la tónica del título, son de una gran facilidad, sacan de la rutina y otorgan un poco más de variedad. Estos son resueltos con la habilidad de descomponer su cuerpo y arrancar su cabeza y arrastrarla por lugares que inicialmente son inaccesibles y dan más de una sorpresa. Por otra parte, los controles son realmente precisos en cuanto a los movimientos del protagonista, por lo que estos responden perfectamente a los mandos de PlayStation 5 y Xbox Series X|S sin generar ningún tipo lag.
En lo técnico, Pumpkin Jack luce de forma muy notable en consolas de nueva generación proporcionando un aspecto aterrador y una atmósfera que nos traslada de lleno a estas fechas tan especiales de Halloween. Las animaciones del protagonista y los enemigos han sido realizadas de una forma realista y eficiente, con movimientos precisos y bien implementados. Los escenarios cuentan con una buena amplitud, con la que proporcionar el suficiente espacio para desplazarse y encontrar los secretos escondidos, luchar o recorrer fases de plataformas. Estas no pecan en nada de linealidad y siempre proporcionan algún recoveco donde interactuar.
Hay que hacer un especial hincapié a lo cuidado de sus fondos y entornos, con muchísima variedad y siendo lo suficientemente inmersivo. Se mueve a 60 frames por segundo y a una gran resolución. En materia de inmersión lo mismo podemos decir de su banda sonora que acompañará durante la aventura con unos notables temas y a unos textos de pantalla en castellano.
Pumpkin Jack ya está disponible en consolas de nueva generación con una aventura realmente entretenida y que a pesar de tener una dificultad muy baja es la adecuada para públicos más jóvenes y que compartir en familia. Es un plataformas tridimensional muy sencillo con unas seis horas de duración, siendo muy rejugable gracias a la posibilidad de desbloquear múltiples trajes para el protagonista. Si eres un fanático de este género y no le das importancia a la dificultad, creemos que es un buen que jugar o compartir como celebración de Halloween.