Análisis de FIFA 21: fútbol en tiempos revueltos

  • La versión de FIFA de este año continúa con todo lo bueno del año pasado, con alguna que otra novedad.

  • El último título antes del cambio de generación no inventa nada, pero sigue funcionando.

Afortunadamente para todos los fans de los videojuegos de fútbol, EA Sports no se ha olvidado este año de tener lista su versión del simulador de fútbol líder del mercado. En una temporada tan extraña, marcada por la pandemia y en la que el mundo del fútbol ha visto trastocada su normalidad, también ha tenido que ser difícil para los desarrolladores de los juegos que reflejan ese deporte en formato interactivo. Pero EA Sports ha hecho un esfuerzo y lanza esta semana FIFA 21, con Kylian Mbappé en su portada.

Es cierto que no es la entrega con más novedades de la historia y que, en su mayor parte, es una continuación de la entrega del año pasado, con algunos ligeros cambios en algunos de sus modos y las mejoras técnicas exigibles un año después, pero hay que poner el valor el esfuerzo por lanzar un título que podamos llamar completamente nuevo. Hay que comparar esta estrategia con la de su máximo competidor, eFootball PES 2021, que directamente ha decidido no comparecer este año en la lucha, lanzando una actualización de plantillas y jugadores sobre el juego del año pasado (una actualización por la que hay que pasar por caja).

Nuevas sensaciones, zapatos viejos

La primera sensación que hemos tenido al echarnos un partido con el nuevo FIFA 21 es que el ritmo de juego es mucho más acertado, algo más pausado que en la entrega anterior, lo que hace que las sensaciones sean mejores. La física del balón también ha mejorado notablemente, es mucho más natural y hace que sepamos exactamente dónde va a botar o hacía donde se va a dirigir un pase, un corte o un rebote. Esto, unido a las nuevas mejoras en los pases, algunos nuevos regates y los desmarques dirigidos, consiguen que el ataque sea mucho más eficaz, más variado y más divertido. Es relativamente fácil encontrar un hueco entre las defensas rivales, si tienes la paciencia necesaria para realizar pases precisos hasta encontrarlo.

No es que hayan dado la vuelta a la jugabilidad del año pasado, pero si que esta serie de nuevas mejoras y muchos pequeños ajustes parecen que han mejorado bastante la jugabilidad. Las novedades más importantes funcionan y, aunque no todo el mundo las utilizará, añade una capa interesante al juego: los desmarques personalizados nos permite dirigir con el stick derecho el sitio al que queremos que se desmarque el contrario para pasarle e balón y si pulsamos ambos sticks pasaremos a controlar al jugador que se desmarca directamente, abandonando el rol del poseedor del balón, algo que no siempre es muy efectivo pero que si logramos dominar puede ser clave. También es muy efectivo el nuevo desmarque tras una pared.

Otra importante novedad son los remates dirigidos que han mejorado el sistema de remate a puerta de manera sustancial. Ahora los remates pueden ser mucho más potentes y, como nos deja apuntar, conseguirán ir en la dirección en la que queremos después de mucha práctica. Lo harán, incluso los remates de cabeza. Y también tenemos los nuevos regates rápidos, que se realizan con el stick izquierdo mientras mantenemos pulsado el botón R1/RB. Son rápidos y se realizan en un pequeño palmo de terreno, lo cual permite dejar atrás a un contrario en situaciones done antes no utilizábamos regates, parados, recibiendo una presión o pegados en la banda.

Otro elemento que ha cambiado ligeramente y que nos ha sorprendido para bien es el sistema de cambio de jugador cuando no tenemos el balón. El juego nos sugiere cambiar al jugador más cercano a la pelota o a la acción (con un rombo vacío sobre su cabeza) y nosotros podremos pasar rápidamente a controlarlo pulsando L1/LB. Pero también podemos cambiar de pre-selección moviendo el stick derecho, para elegir a cualquier otro jugador antes de pasar a controlarle.

El modo Historia y Volta se renuevan, pero poco

Este año volvemos a tener el Modo Carrera disponible y también Volta, el modo de fútbol callejero que llegó el año pasado. En cuanto al segundo volvemos a tener un montón de partidos y desafíos disponibles para ir haciendo crecer a nuestro equipo y a nuestros jugadores, ganar créditos y gastarlos en todo tipo de complementos fabulosos para que sean los más guapos de las canchas. También hay un nuevo modo historia asociado a Volta, llamado ‘El Debut’ que es interesante jugar, para cogerle el ritmo a Volta y para cruzarnos con unos cuantos cameos divertidos de los astros del balón de todo el mundo, como el de Kaká. Pero El Debut no dura mucho más de 3 horas, por lo que se nos ha hecho realmente corto.

En cuanto al Modo Carrera hay algunas novedades interesantes. Como el año pasado, puedes elegir el Modo Manager o el Modo Jugador y después tendrás ante ti un nuevo calendario semanal en el que puedes programar a tu gusto lo siguiente que quieres hacer (marcar entrenamientos, descansos y otros eventos). Ahora también puedes realizar entrenamientos individuales con los jugadores para lograr subir sus estadísticas y hacerlos mejorar. Esos entrenamientos se realizan a través de los pequeños minijuegos del ‘tutorial’ típicos de antes de cada partido. Echa unas horas realizándolos y subirás poco a poco las estadísticas de ese jugador que necesitas.

Pero la novedad más interesante es la simulación interactiva de los partidos. Ahora podemos ver en un escenario en 2D todo lo que está ocurriendo en el terreno de juego y tomar decisiones tácticas o cambios en tiempo real. Moverás al equipo de posición o de estrategia de manera rápida y verás si los cambios producen resultados. Además, si no te gusta lo que ves, siempre puedes tomar el control y saltar a jugar el partido en 3D y cambiar las tornas. Y luego puedes volver al modo simulación de manera inmediata.

FUT sigue sumando

Y, por supuesto, vuelve FIFA Ultimate Team (FUT 21), el modo de juego online que se ha convertido casi en un videojuego propio, con fans por todo el mundo. Contamos con los mismos modos de juego de la edición anterior y se han añadido algunas opciones como el modo cooperativo, la personalización de los estadios, nuevos eventos, nuevos iconos, etc. Un modo que seguirá reinando en el online de FIFA 21 pero que, como ya sabéis, depende en gran medida de los micropagos.

Gráficamente, FIFA 21 no ha cambiado gran cosa con respecto a la edición del pasado año y aquí encontramos una de sus pegas. No parece haber evolucionado en nada, más allá de algunas animaciones faciales, las animaciones de los porteros y poco más. El motor del juego empieza a mostrar las costuras y pide un cambio a gritos. Podemos entender que había que exprimirlo con este título, el último de la actual generación de consolas (lo malo es que el juego llegará a la nueva generación en poco más de un mes y tal vez sus carencias se resalten aún más). Esperamos que la edición del año que viene acometa un salto gráfico proporcional con el salto de generación de videoconsolas.

En cuanto al audio, sigue estando a un fantástico nivel, con los gritos y sonidos de los estadios personalizados al mínimo detalle (con el canto de las aficiones y hasta los avisos por megafonía). Aunque nos hubiese encantado que, adaptándose a los tiempos actuales y en la búsqueda constante de realismo, se hubiera incluido un ‘Modo Pandemia’ en la que los estadios de fútbol aparecieran vacíos, como ahora, y el único sonido fuera el de los gritos de jugadores y entrenadores.

En definitiva…

FIFA 21 ha querido seguir fiel a su cita y llega con algunas novedades interesantes, pero con una línea continuista desde la edición del pasado año. Es cierto que la mayoría de mejoras y novedades son pequeñas, pero se nota, sobre todo, a nivel jugable, lo que se agradece. Pero es cierto que hubiéremos querido más novedades sustanciosas en el Modo Carrera o en Volta. Pero lo bueno es que tienes de nuevo un título completo para jugar con el mayor número de licencias posible y con las competiciones más importantes a nivel internacional, como la Champions o la Copa Libertadores. Una entrega un poco 'de transición', pero que sigue puntuando alto.