Se cumplen ya tres años desde el lanzamiento original de Dragon Quest XI, un título que forma parte de la icónica franquicia JRPG de Square Enix cuyos personajes fueron diseñados por el legendario Akira Toriyama. Ya solo por eso deberíamos haberlo jugado, pero si por lo que sea todavía no lo hemos hecho, con la edición definitiva que tenemos entre manos ya no hay excusa. Llegó hace algo más de un año a Nintendo Switch y es ahora, cuando estamos a punto de despedir el año 2020, cuando hace lo propio en PC, PS4 y Xbox One. También podemos disfrutar de esta versión S en las consolas de nueva generación, PS5 y Xbox Series X/S, por lo que se trata de la oportunidad de oro para adentrarnos en una apasionante historia, con personajes para el recuerdo y horas y horas de diversión a los mandos.
La trama principal nos presenta un gran mal que asola al mágico mundo de Erdrea y, más concretamente, al reino de Dundrasil. Un gran ejército de monstruos surgió aparentemente de la nada y atacó al reino, por lo que la madre del protagonista se vio obligada a dejarlo en una cesta que terminó flotando río abajo. Lo que podría haber sido su perdición es lo que lo termina salvando, puesto que desembarca en un pequeño pueblo llamado Peñalbria, en el que un anciano lo acoge en su familia.
Una vez que alcanza la mayoría de edad participa en una tradición local, acompañado de su amiga Gema, basada en escalar la montaña local. Durante la prueba son atacados por un grupo de monstruos y, al luchar contra ellos, a nuestro protagonista le brilla el dorso de la mano a la par que logra lanzar un destructivo rayo, indicando así que su origen es mucho más importante de lo que creía y su destino se encuentra más allá de las murallas y el calor del pueblo dónde se crió.
Como es habitual en el género JRPG, nuestro protagonista no tiene voz propia. Sin embargo, a medida que la aventura avanza y vamos conociendo más acerca del Luminario, podremos encontrar sin demasiado esfuerzo todos aquellos rasgos característicos de un gran héroe que lucha por el bien y para proteger a sus amigos. Este grupo está compuesto por un carismático y variopinto elenco que se irá ampliando a medida que las más de cien horas de juego totales se vayan transcurriendo. De tal forma les acabaremos cogiendo cariño y los impactantes hechos que sucedan en ocasiones nos sorprenderán todavía más, además de impulsarnos a descubrir el verdadero final del juego, al cuál no es fácil llegar.
Viajando por tierra, mar y aire, el mundo de Erdrea espera ser explorado y miles de aventuras nos aguardan en cada una de sus ciudades, prados, montañas, mares y rincones. Todo este contenido ya era abrumador en su momento, pero gracias a los añadidos que aporta la versión S definitiva que nos ocupa, podremos descubrir nuevas historias secundarias de ciertos personajes para ponernos directamente en su piel y así ayudarles en sus propias aventuras. Erik, Verónica, Serena, Servando, Rob, Jade…todos ellos nos esperan de nuevo en este título para darnos la bienvenida a esta bonita pero a su vez trágica historia.
Uno de los puntos distintivos de Dragon Quest XI es su sistema de combate, que presenta tintes de rol clásico pero a su vez logra innovar lo suficiente como para no ceñirse a los turnos y al movimiento "estático". De hecho, cada vez que empecemos un enfrentamiento (los cuales arrancan de forma muy fluida y directa, por cierto), podremos movernos por la zona a voluntad mientras atacamos directamente con nuestro arma particular, lanzamos hechizos o utilizamos objetos. Cada uno tiene su turno reservado, sí, pero la versatilidad que ofrecen estos combates es mucho más amplia de lo que fue en las primeras entregas de la saga.
Aun así, aquellos que tenemos experiencia en el género enseguida nos sentiremos como en casa al ponernos a los mandos, ya que hallaremos los esquemas clásicos que nos harán recordar cómo era la era dorada de los RPG, la cual parece que últimamente está teniendo una nueva ola de grandes obras indispensables. Además, una de las novedades que aporta la edición definitiva que nos ocupa es la de poder establecer tácticas únicas para nuestro grupo y ajustar la velocidad de los enfrentamientos, algo que nos permitirá ajustar cada combate a nuestras preferencias personales.
Por supuesto, la personalización también es un elemento clave en la fórmula, por lo que podremos mejorar nuestro equipo compuesto por armas y armaduras en todo momento a medida que descubramos poderosas piezas ocultas en cofres, como recompensa de enfrentamientos y demás. Nos esperan algunas sorpresas en este apartado, como el hecho de poder vestirnos como el Héroe de Dragon Quest VIII, además de otras prendas que contienen el humor característico de la franquicia.
Más allá de las novedades mencionadas anteriormente, en relación a las nuevas misiones secundarias de personaje y a los pequeños añadidos en combates, lo que realmente nos ha encantado de la versión S definitiva de Dragon Quest XI S es el poder cambiar al modo de 16 bits 2D en cualquier momento. Gracias a ello, es prácticamente como si tuviéramos dos juegos en uno, ya que este modo retro especial nos permitirá vivir la aventura como si de una obra clásica se tratara. Además, en el apartado de audio contamos con la opción de jugar todo el juego con el nuevo doblaje en japonés o de optar por la banda sonora orquestal matizada especialmente para esta recomendable y completa versión del juego.
Gráficamente, la versión S de Dragon Quest XI para consolas (sobre todo si hablamos de las de nueva generación) aguanta muy bien el tipo. Mantiene totalmente su aspecto original y no busca el realismo gráfico, pero aun así logra que sus colores brillen con más fuerza y que detalles como los reflejos metálicos de armas, atardeceres y superficies de agua sean preciosos y, como es lógico debido a las limitaciones de la portátil de Nintendo, superen sustancialmente a la versión de Switch en la que aterrizó esta versión por primera vez el pasado 2019.
Técnicamente no nos hemos encontrado con demasiados problemas y ninguno de ellos ha sido grave. Todo ello denota lo bien pulida que está esta versión, la cual aterriza en la nueva generación de consolas para proponernos tiempos de carga casi inexistentes y un funcionamiento mucho más fluido en líneas generales que es de agradecer especialmente en un juego de mundo abierto de estas características.
El apartado sonoro del título destaca por una BSO mágica (aunque un tanto repetitiva en determinadas ocasiones) que ha sido optimizada en esta versión S para incluir nuevos temas orquestados. Los efectos de sonido nos llegarán directos a nuestro corazón retro, algo que se verá acrecentado en el modo de 16 bits en 2D. En cuanto al doblaje, podemos escoger tanto las voces en japonés como las de en inglés, ambas de gran nivel. Algo que está a la altura y supone todo un lujo es su fantástica localización al español, la cual se adapta perfectamente a nuestro humor, expresiones y acentos diversos que iremos encontrando en los distintos habitantes de Erdrea.
Dragon Quest XI S: Ecos de un Pasado Perdido es, simple y llanamente, un imprescindible. Tal y como ocurrió en el caso de Persona 5 Royal respecto a la versión original, esta Edición Definitiva mejora lo inmejorable y nos permite descubrir por primera vez o bien revivir una gran historia compuesta por personajes para el recuerdo y un apasionante mundo abierto por explorar. Con los añadidos de la versión S podremos jugarlo en modo 16 bits, en 2D, o bien disfrutar del resto de añadidos adicionales que desde el equipo de Square Enix han preparado.
Así, ya sea en PC o bien en consolas PS4/PS5 o Xbox One/Series X o S (también viene incluido en el catálogo de Xbox Game Pass) podremos disfrutar de la gran aventura que propone la onceava entrega de la saga Dragon Quest en el formato que prefiramos. Por no hablar de su versión original, disponible en Nintendo 3DS. Con este largo recorrido a través de más de tres años, no hay duda en que es ahora, cuando estamos a punto de despedir un tumultuoso año 2020, el momento en el que ya no hay excusa para no embarcarnos en la odisea del Luminario.
Hemos realizado este análisis en Xbox Series S gracias a un código digital proporcionado por Koch Media