Los creadores de los aclamados 'Dinasty Warriors' saben lo que se hacen y se nota que han puesto mimo en el título que tenemos entre nuestras manos. Nos encontramos ante un hack n slash a lo bestia, un musou que dicen los entendidos, que nos propone machacar a cientos de enemigos que se agolpan ante nosotros en sucesivas oleadas con cuatro héroes que a duras penas darán abasto.
Entre los vapuleables minions desfila un buen número de enormes dragones, ogros y otros 'bosses' que podrán a prueba nuestra habilidad e ingenio a la hora de vencerlos. Pero, por si no fuera suficiente con salvar el pellejo, en más de una ocasión deberemos proteger alguna estructura o amiguete. Vamos, el 'tower defense' de toda la vida desde la perspectiva de un beat em up. No todo iba a ser machacar botones, aunque, por si acaso, podemos elegir un modo que nos simplificará bastante los combos.
Junto a la acción y la estrategia, el elemento rolero marca de la casa también está muy presente en el juego. De un total de diez personajes jugables debemos seleccionar a cuatro para la batalla. Después de cada combate, nuestros esforzados héroes regresan al campamento base donde podrán mejorar su equipo y cambiar sus puntos de experiencia por habilidades más poderosas y orientarse más hacia la fuerza o la magia. Por lo que se aprecia en los primeros minutos de historia, no se ha optado por el clásico mundo abierto, más una constante que una tendencia en los RPG actuales, algo que puede producir cierta desazón.
El juego recupera, además, uno de los elementos más recordados de la saga original. Podemos atrapar a algunos enemigos y hacer que luchen de nuestro lado. ¡Limo, te elijo a ti!
Los héroes y enemigos son, casi todos, viejos conocidos de los fans de la saga. En su momento fueron diseñados por el inconfundible genio Akira Toriyama y, aunque algunos ya han sido pasados al 3D en otras ocasiones, en la PS4 lucen como nunca. Si bien el apartado gráfico tampoco es el fuerte del juego (aquello de la 'next gen' ya empieza a dar risa), cumple a las mil maravillas para el cometido y todo es colorido, luminosos y se desarrolla con la fluidez esperada en un juego a 60fps.
Pero no todo iban a ser flores. Se echa en falta, como en tantos y tantos juegos, algo más de intuición en la IA de los enemigos y de los aliados. Da bastante pena que, al subir de nivel, nos gastemos puntos en destrezas que los PNJs se obstinan en no usar. Eso cuando no se quedan delante del enemigo como pasmarotes. Da que pensar que 'Final Fantasy XII' y 'Kingdom Hearts 2', dos clásicos que la propia Square Enix lanzó hace más diez años, estén bastante más avanzados en este aspecto. Resulta extraño, con todo el bagaje de aciertos y errores que acumula esta compañía, que no se haya implementado un sistema de tácticas de batalla, órdenes de equipo o, aunque solo fuera, poder elegir quien funciona como tanque o curador. Eso sí, mediante los gatillo podemos tomar el control del personaje que queramos para encauzar la refriega.
Aunque tiene cosas que pulir (quizá lo haga en su anunciada secuela), 'Dragon Quest Heroes' se antoja como un título muy divertido, completo y adictivo por momentos, más para el fan de los musou al estilo 'Dinasty Warriors' que para el que busca una experiencia 'Dragon Quest' clásica. Si bien la historia tan épica y el diseño de los personajes y enemigos harán las delicias de este segundo sector: nunca antes habíamos estado tan cerca de revivir las aventuras de Fly.