Cyberpunk 2077 es un sueño hecho realidad. Tras tantos años de espera, finalmente lo tenemos en nuestras manos y podemos perdernos en esta gran obra de rol. Sin embargo, como ocurre en la mayor parte de ocasiones en las que vemos un sueño cumplido, la sensación que nos deja no está a la altura de las elevadas expectativas que habíamos construido en nuestra cabeza. No podemos hablar de Cyberpunk 2077 sin mencionar la gran colección de errores, bugs y problemas que ha traído consigo, ni del extenso período de crunch por el que el equipo de desarrollo ha pasado. Pero tampoco podemos hablar de lo nuevo de CD Projekt RED sin alabar todo lo bueno que tiene, que no es poco. Por ello nos reunimos hoy en este texto. Seremos sinceros: hemos disfrutado en gran medida de nuestra aventura en Night City, pero no dudamos en que dentro de unos meses esta experiencia será elevada al cuadrado.
La historia de Cyberpunk 2077 nos pone en la piel de V, un o una protagonista que podemos diseñar a nuestro gusto en un editor algo limitado (sí, puedes modificar tus genitales pero no tu complexión ni otros detalles importantes) a quién acompañaremos a lo largo de su gran desventura por la ciudad de los sueños…y las pesadillas. Sí, la obra que tenemos entre manos es mucho más que “bugas”, muñecas y armas. Cuando llevemos unas cuantas horas jugando e independientemente de cómo haya sido nuestra llegada a Night City (cambia en función del trasfondo para V que escojamos), la trama dará un giro dramático e inesperado que nos hará comprender la verdadera naturaleza del argumento que CD Projekt ha construido para su nueva creación.
No entraremos en demasiados detalles con tal de evitar el terreno de los destripes y permitiros así disfrutar de la historia de Cyberpunk 2077, ya que se trata de uno de sus puntos fuertes principales. Sin embargo, sí podemos mencionar que el personaje interpretado por Keanu Reeves, Johnny Silverhand, jugará un papel protagonista en la trama y tendremos que aprender a convivir con él de una forma bastante especial a la par que tratamos de sobrevivir en una ciudad cargada de peligros y de problemas, que empiezan en nuestra propia cabeza y se extienden por cada callejón que vibra con vida propia.
Gran parte de las misiones del juego son opcionales, pero es importante que las exploremos al detalle y no nos dejemos ni una sin completar antes de dirigirnos a la recta final, ya que es en ellas dónde encontraremos algunas de las situaciones más relevantes y personales que nos harán enamorarnos de personajes como Judy, Panam y los demás. Cada una es única, por lo que no veremos cómo se repiten los mismos esquemas una y otra vez, sino que tendremos una sensación constante de frescura e innovación que nos sorprenderá.
Por supuesto, desde el minuto uno tendremos en nuestras manos el poder de decidir qué rumbo tomar, algo que forma parte del espíritu de todo juego de rol que se precie. Constantemente podremos tomar decisiones que afectarán en mayor o menor medida a la forma en la que la historia de V se desarrolla y el modo en el que concluirá. Gracias a este factor, Cyberpunk 2077 presenta un alto grado de rejugabilidad que nos asegura decenas de horas de diversión y distintas rutas por recorrer.
Más allá de estos curros principales y secundarios, encontramos una ciudad repleta de posibilidades que realmente se siente viva. En función de la versión del juego que juguemos podremos disfrutar más o menos de ella debido a razones evidentes de rendimiento, pero si tenemos la suerte de disponer de un buen PC o de una consola de nueva generación podremos sentirnos totalmente inmersos en la gran ciudad futurista en la que se desarrolla toda la acción.
No veremos coches voladores ni armas láser, sino una ciudad bastante realista si nos paramos a pensar en cómo podría ser nuestro futuro en el año 2077. La brecha entre ricos y pobres cada vez es más grande y mientras que unos malviven en las calles, se ven obligados a prostituirse o huir y vivir cómo nómadas en las Badlands, los ”trajes” corpo disfrutan de sus implantes de gran calidad, sus lujosos áticos en edificios que rozan el cielo y su seguridad aparentemente impenetrable. Escojamos el trasfondo que escojamos, V será de una forma u otra alguien que pretende ascender en esta cadena irrompible con el objetivo de acabar por convertirse en una leyenda…¿o no? Como hemos dicho, todo cambiará en función de quién esté a los mandos.
La vista en primera persona es todo un acierto. Conducir o pasear por Night City se convierte en una experiencia verdaderamente impresionante e inmersiva que nos hará quedarnos boquiabiertos al observar los neones que iluminan las calles y a sus habitantes repletos de implantes y sueños por cumplir. Cabe mencionar, eso sí, que si sufrimos crasheos que nos saquen literalmente del juego o bugs que impidan nuestra progresión adecuada en la partida (como el no poder cambiar de respuesta en una conversación) esta lograda inmersión se verá afectada de forma severa. Es por ello por lo que esperaremos pacientemente a que CD Projekt saque un buen cargamento de parches con tal de ajustar todo esto. Así, podremos disfrutar de Night City en todo su esplendor y sentir que realmente hemos dado un salto al futuro y nos encontramos e distópico pero apasionante año 2077.
Las posibilidades jugables que ofrece la obra que tenemos entre manos son infinitas. Más allá del ámbito narrativo ya tratado, dónde realmente se localiza nuestro poder de decisión es en las opciones de personalización de armas, equipo, habilidades e implantes de las que disponemos. Para empezar, cabe destacar que es más que probable que completemos la aventura sin conocer al 100% el abanico de posibilidades que tenemos en nuestro haber. Esto es debido a que los menús presentan una gran cantidad de pestañas y los “tutoriales” iniciales no son suficientes para comprender todo lo que podemos hacer en Cyberpunk 2077.
Si tenemos paciencia, nos gusta navegar por menús y perdernos en las mil y una opciones que CD Projekt ha plasmado en su obra, acabaremos por descubrir dónde se esconde el crafteo para crear y mejorar armas, las múltiples ramas que tiene cada tipo de atributo (Reflejos, Constitución, Habilidad técnica, Inteligencia y Temple) y cómo mejorar nuestras habilidades de hackeo para añadir la oportunidad de electrocutar a nuestros enemigos, entre otras. La IA de los enemigos no es especialmente inteligente y por ello al poco que dominemos las opciones de combate y sigilo que tenemos disponibles no será demasiado complicado el movernos por cada uno de los escenarios conectándonos a terminales, distrayendo enemigos al hackear distintos objetos desde la distancia o abriendo puertas para crear atajos seguros.
Todo esto se traduce en lo jugable de forma en que para cada tipo de misión, reto y enfrentamiento podremos optar por una vía basada en el sigilo, las eliminaciones silenciosas y el hackear o por el contrario ir por la “vía directa” y centrarnos en el uso de nuestro amplio y variado arsenal de armas. En él encontramos tanto katanas, machetes y otras curiosas armas cuerpo a cuerpo como pistolas, escopetas, ametralladoras, rifles de francotirador y muchas más. Podemos mejorarlas y añadirles distintos tipos de mods para así estar a la altura de las complejas situaciones en las que nos veremos inmersos. En cuanto al equipo, podemos vestirnos y pertrecharnos con las prendas que queramos para que V luzca en cada momento y situación. Eso sí, por ahora no existe la opción de modificar nuestro peinado, color de ojos y demás rasgos tras la primera confección del/la protagonista, algo que agradeceríamos que cambiara gracias a futuras actualizaciones para ampliar todavía más el grado de decisión habido en nuestras manos.
Llegamos a un punto clave y espinoso del título: su apartado técnico. La versión que hemos podido jugar y analizar ha sido la de PS4 corriendo en una PS5. Gracias a ello hemos logrado disfrutar en considerable medida de la experiencia, ya que a pesar de no llegar a la altura de un PC de alta gama, el boost otorgado por la nueva consola next-gen de Sony ha sido suficientemente efectivo. No por ello nos hemos librado de presenciar una buena cantidad de bugs gráficos, crasheos que nos han sacado al menú de PS5 (sobre todo al explorar la ciudad montados en vehículo) y demás errores. Es una verdadera pena, puesto que todo ello empaña el gran trabajo que CD Projekt ha realizado a lo largo de más de siete años de desarrollo.
Un desarrollo que no ha sido precisamente un camino de rosas. Es algo conocido por todos en la industria, así que no entraremos a repasar la situación al milímetro. Sin embargo, tampoco podemos concluir este análisis sin mencionar la enorme carga de trabajo adicional que cada uno de los trabajadores detrás de este gigantesco proyecto ha tenido que soportar. Tras numerosos retrasos y un lanzamiento estrepitoso, hemos podido comprender el porqué de esta situación. No dudamos en que el crunch no ha terminado para CD Projekt y que todavía tienen años de trabajo por delante para solucionar el pobre rendimiento del juego en las versiones de consolas de anterior generación (PS4 y Xbox One), los múltiples bugs y problemas y, por supuesto, centrarse tanto en lanzar las versiones next-gen como en su futuro apartado multijugador independiente y expansiones.
Es difícil hablar del apartado gráfico del título, ya que cada usuario lo experimentará de una forma distinta. En nuestro caso hemos podido disfrutar tanto de una Night City repleta de color como de unos personajes que se sienten vivos y cuyas expresiones faciales y gestos están realmente logrados. Sin embargo, sabemos que todavía no hemos presenciado la obra en todo su esplendor y que para lograrlo deberemos armarnos de paciencia y esperar a la revisión de nueva generación y a los ajustes globales ya mencionados.
Su apartado sonoro, por otro lado, es excelente y no cabe duda de ello. Para empezar, contamos con una banda sonora compuesta por temas muy variados que van desde el electro punk hasta el rock y el reggaetón. Podremos disfrutar de ella tanto a través de la radio de nuestro vehículo como en cada una de las escenas clave que marcan la acción y nos ayudan a sentirnos más inmersos en las escenas que vivamos y juguemos. Algo que realmente nos ha sorprendido es el doblaje y la localización al español. Nos encontraremos con personajes de habla latina, otros con un deje de acento ruso o japonés y otros tantos que hablarán directamente en su propia lengua.
El hecho de que no todos los habitantes de Night City hablen como si fueran de Madrid centro nos ayudará a sentir que realmente nos encontramos en una gigantesca ciudad del año 2077, en el que diversas culturas e idas confluyen para acabar conformando un torrente variado y realista. Otro detalle a agradecer es que el equipo de localización en castellano haya dotado a muchas de las misiones de titulares que hacen referencia a grandes temazos de los ochenta en nuestro país como “Enamorado de la moda juvenil” o “Escuela de calor”. En conjunto, todo supone una experiencia audiovisual que merece la pena experimentar por nosotros mismos.
Cyberpunk 2077 es una obra maestra a la que todavía le queda un largo camino por recorrer para alcanzar ese estatus. La compañía polaca a cargo ha trabajado duramente en sacar adelante el que para muchos es un sueño hecho realidad pero todavía no presenta el estado que muchos nos imaginábamos al pensar en una versión del título de rol de Mike Pondsmith trasladada al mundo del videojuego. Confiamos en que dentro de unos meses nos podamos reunir de nuevo para celebrar cómo nos ha marcado tal ruta de personaje, lo divertida que nos ha parecido esa misión o comentar todos aquellos detalles que nos han hecho sonreír a lo largo de esta gran aventura. Por ahora, sabemos que la conversación está centrada en otro ámbito, pero nuestra confianza en CD Projekt continúa siendo férrea. Sí, a pesar de todo.
Hemos realizado este análisis en PS5 gracias a un código de PS4 proporcionado por Bandai Namco