Ya han transcurrido 24 años desde que nos pusimos por primera vez a los mandos de una de las mejores aventuras de plataformas de todos los tiempos. El alocado Crash Bandicoot marcó a toda una generación y es en pleno 2020 cuando regresa con sus giros, saltos y deslizamientos para seguir rompiendo cajas, recogiendo frutas Wumpa y proponiéndonos un reto mayúsculo. Con un nivel de rejugabilidad muy elevado para poder exprimirlo al 100%, esta nueva propuesta a manos de Toys for Bob y Activision: Crash Bandicoot 4: It's About Time ya se encuentra disponible en PS4 y Xbox One.
Neo Cortex y N.Tropy se reúnen de nuevo para llevar a cabo su misión favorita: hacerle la vida imposible a Crash Bandicoot y, ya de paso, dominar el multiverso. Habéis leído bien. En esta ocasión, los archienemigos del entrañable marsupial no pretenden causar caos en el universo, sino que han ampliado sus miras para abrir una serie de portales y brechas interdimensionales y así acceder a mundos más allá del universo conocido. Por supuesto, nuestra tarea al encarnar a Crash, Coco y sus aliados será la de detenerlos.
Para ello tendremos que progresar a lo largo de un buen puñado de niveles compuestos por decenas de pantallas distintas en la que nos esperan desafíos mayúsculos a los mandos. De hecho, tan solo al empezar la aventura ya nos dejan escoger entre modo “moderno” o “retro” (algo que se puede modificar en cualquier momento. En el primero dispondremos de una cantidad de vidas infinitas, mientras que en el clásico tendremos que reiniciar el nivel si el contador llega a cero. Esto no afecta a la dificultad del juego ni a sus recompensas, por lo que escoger uno u otro dependerá únicamente de nuestras preferencias personales.
Volviendo al argumento, hemos de señalar que a pesar de que no se trate de una trama demasiado rompedora y apasionante, sí nos sirve para dar contexto a la aventura, además de proporcionar un buen número de escenas cinemáticas de gran calidad y dignas de una serie de animación. Cargadas de humor y con numerosos guiños a la franquicia y a otras como Spyro, supondrán toda una delicia que nos instará a seguir girando y saltando hasta llegar al mundo final.
La jugabilidad de Crash Bandicoot 4 no cambia demasiado respecto a lo que estamos acostumbrados en la saga. En el caso de PS4 tenemos el botón cuadrado para realizar ataques giratorios, la X para saltar, el círculo para deslizarnos y el R2 para hacer uso de los poderes especiales de las máscaras que nos encontremos. Así es, la mítica Aku Aku comparte el protagonismo con sus hermanas de otras dimensiones para proporcionar una capa de profundidad adicional a los niveles y asegurarse de que resultan frescos, novedosos e innovadores.
Toys for Boy lo ha logrado, ya que a medida que las vayamos descubriendo podremos usar sus poderes y, de esta forma, ralentizar el tiempo, cambiar la gravedad para poder avanzar por el techo, convertirnos en un torbellino con una gran capacidad de salto o bien alternar entre la aparición de unas u otras plataformas. De esta forma, los creadores logran asegurar que los jugadores estamos siempre atentos a lo que sucede en pantalla y así poner a prueba nuestra capacidad de atención y reflejos.
Estas nuevas mecánicas brillan tanto de forma independiente como combinadas y en este punto podemos destacar especialmente el penúltimo nivel del juego, en el cual tendremos que combinar los poderes de las cuatro máscaras sin apenas tiempo de reacción para superar un tramo de la pantalla que causará pesadillas a algunos jugadores y hará las delicias de aquellos que buscan un verdadero desafío.
El apartado que hemos encontrado un punto por debajo del nivel de complejidad general es el de los bosses finales. A pesar de que sean variados y las formas de vencerlos originales, hemos sentido que (salvo en uno o dos casos) eran un tanto sencillos en comparación con el resto del nivel, cuya barra de dificultad está situada mucho más alto. Por ello, puede que algunos jugadores se sientan decepcionados por no encontrar grandes sorpresas en este sentido. Los grandes enemigos son los de siempre, pero son los pequeños adversarios que patrullan cada pantalla los que sí tendrán la capacidad de sorprendernos y encandilarnos.
Los jugadores completistas pueden estar de enhorabuena, ya que cada nivel nos invita a superar distintos retos como el contrarreloj y conseguir el 80% de frutas wumpa disponibles, romper todas las cajas, morir menos de 3 veces y encontrar una gema oculta. Si logramos superar estos 6 desafíos, que comparten todos los niveles, desbloquearemos una skin para Crash o Coco que podemos usar a voluntad durante toda la partida. Por supuesto y como podéis imaginar, lograrlo no será nada fácil y por ello os invitamos a dejar reposar la misión de lograr el 100% del juego para el endgame, una vez hayamos terminado la historia, ya que obtendremos una mejora de la habilidad de girar que resultará muy útil.
Otra de las novedades que aporta Crash Bandicoot 4 es el hecho de poder controlar a otros personajes más allá de los hermanos protagonistas. La primera en obtener esta función es Tawna, una aventurera cuyo diseño ha cambiado radicalmente desde sus inicios, donde tenía el papel de “damisela en apuros” o mujer trofeo para lograr un aspecto mucho más rompedor, un carácter fuerte y un espíritu independiente. Su particularidad especial es el hecho de disponer de un gancho para moverse por el terreno, algo muy útil para aportar todavía más verticalidad a los escenarios y así conseguir que cuando controlamos a Tawna sintamos que es muy distinta respecto a Coco y el propio Crash, cuyo set de movimientos es idéntico.
A partir de ese momento, Tawna pasará a estar disponible en determinados niveles opcionales, que podemos rejugar controlándola a ella para descubrir su perspectiva y cómo se cruza en el camino de los protagonistas para ayudarlos. Pero no es la única, puesto que Dingodile y Neo Cortex también están disponibles para estas pantallas alternativas. En el caso del primero, su poder es contar con una aspiradora gigante con la que absorber cajas y lanzarlas, algo muy útil especialmente con las de TNT explosivas, que podemos usar para despeja el camino.
En cuanto a Neo Cortex, es demasiado elegante como para andar repartiendo mamporros, por lo que hará uso de su pistola láser y su salto propulsado para acabar con los múltiples enemigos que se crucen en su camino o bien transformarlos en plataformas (estáticas o móviles) para avanzar. De los tres personajes extra, el doctor malvado es el más complejo de controlar, ya que es muy diferente a los demás y por ello tendremos que cambiar el chip y acostumbrarnos a movernos a su ritmo. Aun así, una vez que lleguemos a la gran caja final y el nivel termine, sentiremos la misma sensación de adrenalina y satisfacción que en el caso del resto.
El momento en el que los créditos aparezcan en pantalla no será el final de Crash Bandicoot 4, ni mucho menos. De hecho, es en a partir de ese punto cuando realmente empieza la obra que lleva orgullosa el nombre del marsupial por título. Con esto nos referimos a que será el momento de regresar a cada uno de los niveles y completarlos con tal de conseguir todas las gemas, superar la prueba contrarreloj o darles la vuelta, literalmente, gracias al modo “N. versión. Se trata de la opción de jugar los niveles hacia atrás, repletos de frutas Bumpa por recolectar y un mayor número de gemas por conseguir.
Otro de los incentivos que tenemos a la hora de completar los niveles es el hecho de encontrar las cintas de Salto al pasado, las cuales nos permiten desbloquear una serie de niveles secretos opcionales en los que descubriremos cómo funcionaron los experimentos a los que Crash fue sometido por Neo Cortex. Cada uno de ellos nos permitirá conseguir hasta tres gemas especiales basadas en completar la pantalla en cuestión y conseguir romper un número determinado de cajas, además de hacerlo en tiempo récord.
Un modo adicional que tenemos desbloqueado desde el principio es “Batalla Bandicoot”. Multijugador local de hasta cuatro jugadores con los que nos iremos pasando un solo mando hasta determinar quién es el que consigue acumular más puntos en cada una de sus pruebas. Por un lado tenemos la “carrera de punto de control”, que nos invitará a competir para ver quién es el que saca el mejor tiempo al ir de un ckeckpoint al siguiente y por otro “Combos y cajas” que, como su nombre indica, propone enfrentarnos a nuestros amigos para descubrir quién es el que puede conseguir un mayor número de puntos al romper cajas de forma continuada.
Todos estos modos adicionales resultan de lo más interesantes para alargar la vida del juego más allá de las aproximadamente seis horas que nos puede llevar completar la primera vuelta. Estas se verán multiplicadas exponencialmente en función de las ganas que tengamos de exprimir el juego al 100% y beber todo el jugo (de fruta Wumpa) que Toys for Bob ha preparado para nosotros.
Gráficamente, Crash Bandicoot 4 nos ha sorprendido para bien. Presenta un apartado artístico totalmente renovado que contiene una paleta de colores suave, algo que podemos disfrutar tanto en los diseños de los personajes como en los detallados escenarios, los cuales nos quitarán el hipo en más de una ocasión (y nos distraerán si, por ejemplo, vamos montados en un raíl).
Todo ello se puede disfrutar todavía más gracias a un apartado técnico cuidado y que aguanta bien el tipo a lo largo de toda la aventura. A pesar de algunos ligeros tirones de frames y de unas pantallas de carga algo más extensas de lo que nos gustaría, en líneas generales nos brinda la fluidez necesaria para una obra de plataformas de estas características, en la que la precisión con la que ejecutamos cada movimiento y la rápida respuesta del mando respecto a la acción en pantalla es crucial.
Por último, su apartado sonoro destaca por presentar una banda sonora con toques de los temas clásicos pero totalmente nueva. Sumada a unos efectos de sonido logrados y a unas voces en español muy bien trabajadas y de agradecer, no podemos poner ni una sola pega en el trabajo que los responsables del título han realizado en este sentido.
Crash Bandicoot 4: It's About Time es una nueva entrega en la franquicia digna de llevar ese número y seguir el legado de la mítica trilogía clásica. Con una dosis suficiente de innovación y sin dejar de lado sus raíces y todos aquellos elementos que amamos de Crash Bandicoot, Toys for Bob y Activision nos proponen una obra que esperamos que se convierta en el comienzo de una trilogía moderna y que el nombre de nuestro marsupial favorito siga sonando por muchos años más en la industria de los videojuegos y en nuestros hogares.