Que tu juego se anuncie como parte de un evento internacional en el que se presentan los títulos que acompañarán a una consola de nueva generación es todo un impulso a tu proyecto. Es lo que le pasó a Call of the Sea, el juego de debut del estudio español Out of the Blue, que fue una de las sorpresas del Inside Xbox que el pasado mes de mayo mostraba novedades que llegarían con la nueva generación de Microsoft. El juego ya está disponible para PC y Xbox, y además se incluye en el catálogo de Xbox Game Pass.
Los dos fundadores de Out of the Blue, Tatiana Delgado y Manuel Fernández, tienen a sus espaldas dos notables títulos de VR, Red Matter y Daedalus (en el estudio Vertical Robots) y hace un par de años decidieron embarcarse en un nuevo proyecto donde desarrollar el género que más les entusiasma: las aventuras narrativas. Así nace su nuevo estudio y comienzan a desarrollar Call of the Sea, un juego redondo que llega editado por Raw Fury.
Call of the Sea es una aventura narrativa fabulosa, donde lo más importante de todo es la historia general que consigue contarte y transmitirte. Es cierto que estamos ante un juego cargado de puzles, que nos tendrán unas horas entretenidos combinando piezas, números o figuras para intentar avanzar, pero todos los puzles y mecánicas están tan integrados con el entorno y la historia del juego, que se sienten realmente naturales y no nos sacan ni un momento de la fabulosa narración. Y es que esto es algo que suele ocurrir con frecuencia en este tipo de juegos: algunos puzles están tan descontextualizados, que los resuelves por inercia y mientras lo haces no recuerdas quien es tu personaje, ni la historia ni qué narices estabas haciendo allí.
Pero no es el caso de Call of the Sea, donde todo el juego fluye de una manera natural, junto con los pequeños trozos de historia que vamos conociendo gracias a cartas, recortes, pistas diseminadas aquí y allá, que van añadiendo ladrillos al misterioso muro que conforma esta aventura de tonos románticos y oscuros. Y todo, de la mano de la voz de nuestra protagonista Norah, que es la voz de la actriz Cissy Jones, que puso su voz a Firewatch en un trabajo fabuloso que vuelve a repetir ahora.
La historia de Call of the Sea nos lleva a los años 30, donde Norah, una mujer aquejada por una extraña enfermedad, emprende un viaje a una remota y misteriosa isla del Pacífico para encontrar a su marido, que partió en una peligrosa expedición para encontrar el remedio a su enfermedad y que nunca regresó. Norah solo tiene en su poder un par de pistas y las coordenadas de la misteriosa isla, gracias a un paquete sin remitente que le llegó desde aquellas alejadas tierras bañadas por el mar. Así, sin mucho más contexto, comenzamos una aventura que tiene evidentes inspiraciones en la obra de H.P. Lovecraft.
Norah desembarca en la misteriosa isla gracias a un barco pesquero que la recogerá en tres días. Ese es el tiempo que tiene para encontrar pistas de lo que le ocurrió a su marido, a su expedición y, si es posible, dar con él. A partir de aquí, el juego nos invita a explorar la isla, recoger todas las pistas posibles y comenzar a resolver los puzles que se nos plantean.
La mecánica principal del título es la exploración, y además el juego cuenta con una ambientación pausada que favorece que nos fijemos sin prisa en todos los detalles de sus fabulosos y coloridos escenarios. Todo para encontrar diferentes pistas que irán conformando la historia. Enseguida daremos con las primeras pistas de la expedición del marido de Norah e iremos reconstruyendo qué paso y hacia dónde se dirigieron. Fotografías, cartas, recortes de periódico y demás evidencias que Norah va recogiendo y anotando en su diario, para resolver cuál fue el siguiente paso del grupo de hombres y mujeres que se adentraron en la misteriosa isla.
Este diario es la principal herramienta con la que contaremos en el juego, y la única, ya que no tenemos inventario como en las aventuras gráficas clásicas. A veces Norah coge algún objeto necesario para activar algún mecanismo, pero se recoge de manera automática y se colca de igual forma cuando damos con el sitio correcto. Pero la mayor parte del tiempo lo que hace Norah es hacer anotaciones en su diario. Realiza dibujos de todos los murales, símbolos, artefactos o cualquier cosa que le parezca relevante. Y todas estas anotaciones nos serán de gran ayuda a la hora de resolver los diferentes puzles que iremos encontrando. Y es que esta isla está llena de ellos, ya que enseguida se hace evidente que estuvo poblada por una misteriosa civilización, que dejó construcciones, estructuras y leguajes extraños.
Call of the Sea es una aventura dividida en seis capítulos que nos van adentrando en la misteriosa isla y que van reconstruyendo la historia como si de un enorme puzle se tratara. Para avanzar, Norah tiene que resolver más y más puzles. Cada vez más complejos y de lo más variado. Los puzles no son excesivamente complicados, pero si complejos y necesitan que pongamos a trabajar a nuestro cerebro para entender qué se nos pide en cada momento. Es difícil llegar a frustrarse o atascarse demasiado, porque el juego pretende que la experiencia sea lo más fluida posible. Eso sí, para resolverlos es necesario haber explorado todo el entorno, haber descubierto todas las pistas y haber hecho que Norah haya realizado todas sus deducciones y haya anotado en su cuaderno todas las evidencias interesantes. No podemos pretender llegar a una puerta y querer abrirla en 5 minutos. Como hemos dicho, el juego tiene un ritmo lento y requiere de dar unas cuantas vueltas, lo que le da tiempo suficiente para contarnos todas las partes de la historia que considera esencial en cada momento.
Por supuesto, hay mucha información en las pistas diseminadas por los escenarios y no es obligatorio leerse todo hasta la última coma para ser capaz de resolver la mayoría de los enigmas y puzles, pero es cierto que es lo más recomendable. Realmente, está todo tan bien diseñado y escrito, que cuanto más tiempo dediques a conocer los detalles de cada personaje, los pormenores de la historia que estamos intentado desentrañar, más enriquecedora te resultará la experiencia. Además, si te atascas en un puzle, da por seguro de que has dado algo por alto: hay alguna carta que no has leído o alguna pista que no has descubierto. Te falta una pieza y está escondida en algún lugar cercano, así que te toca explorar de nuevo.
El juego mezcla a la perfección escenas reales y oníricas, ya que la protagonista sufrirá una serie de sueños recurrentes donde también aprenderemos valiosas lecciones para seguir la trama. Todo con una ambientación algo oscura y peligrosa, pero sin sustos. Es importante dejar claro que aquí no hay escenas de miedo ni sustos imprevistos, por lo que, si sueles huir de esos juegos por tu salud cardíaca, aquí no tendrás que preocuparte. Lo qué si disfrutarás será de una serie de bellísimos y coloridos entornos, a veces lúgubres y oscuros, y una banda sonora excepcional que crea una atmósfera única.
Además de Lovecraft, el juego tiene un halo de novela de Julio Verne y de toda la mística y leyenda de los grandes exploradores del siglo XIX y principios del XX. Los grandes puzles al os que nos enfrentamos para pasar al siguiente capítulo de la aventura, compuestos normalmente por otros pequeños retos y acertijos que tenemos que ir resolviendo, dan la sensación de ser las tareas de un arqueólogo a punto de descubrir un viejo templo de una civilización perdida. Además de intentar desentrañar la historia personal de Norah y el paradero de su marido y el resto de la expedición perdida, el juego nos impulsa en un afán de descubrimiento del misterio de la isla.
El juego tiene las voces, la única voz de la protagonista, en inglés, pero ya hemos hablado de que resulta una actuación fabulosa por lo que no le vamos a poner pegas. Por supuesto, todos los subtítulos y textos en pantalla (las anotaciones del diario y demás) están traducidas al castellano. Así, hay mucho que leer, pero tampoco es una barbaridad y se hace entretenido y nada molesto en las 4 o 5 horas de juego en las que se completa la aventura.
Call of the Sea es una aventura narrativa fabulosa, llena de puzles complejos que siempre son nuevos y aportan nuevas mecánicas e ideas para no caer en la repetición. Y todo acompañado de una historia apasionante que se va construyendo pista a pista y que, una vez comenzada, no podrás parar hasta conocer todos sus detalles hasta su conclusión. Todo con una ambientación y un apartado artístico sobresaliente, un apartado visual apabullante y una banda sonora sublime. Tiene que gustarte el género, pero Out of the Blue ha conseguido una aventura redonda, conmovedora, pulida y cargada de sensaciones y recompensas.