Análisis de Call of Duty Black Ops Cold War: calentando la Guerra Fría
La entrega de este año de Call of Duty supone la secuela del Black Ops original.
Nueva campaña, nuevo multijugador, Warzone, Zombies y más.
Para Activision no tiene que ser fácil plantear, año tras año, una vuelta de tuerca a su franquicia de más éxito, Call of Duty. Cada año tienes que intentar ser mejor que el anterior y plantear nuevos retos, nuevas mecánicas y mejoras. Y todo, con un juego que ha crecido y ha diversificado su oferta los últimos años. Sobre todo, en su vertiente multijugador competitiva, pero también con sus nuevas señas de identidad que lleva años aportando: el imprescindible modo zombis y el exitoso battle royale Warzone. De manera sorprendente, la entrega de este año combina y mejora todas sus patas, de una forma elegante y con mucho sentido. Y encima se permite el lujo de marcarse un homenaje al Black Ops original (en su décimo aniversario) con una campaña exquisita.
Y todo esto, ¿cómo se puede abarcar todo a la vez, con éxito y, encima, con una entrega inter-generacional con mejoras propias para las nuevas consolas? Pues con la ayuda de un cerro de estudios, todos trabajando a la vez, pero cada uno en su especialidad. Treyarch, Raven Software, High Moon Studios, Beenox y Sledgehammer Games. Todos ellos aportando lo mejor de cada casa para traernos una entrega de Call of Duty optimizada para PC, pero también para PS4 y Xbox One. Y, por supuesto, las ediciones propias para Xbox Series X y PS5. Y cada una de las patas de esta entrega brilla con luz propia y nos ofrecen la mejor entrega de Call of Duty de los últimos años.
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Vuelta a la Guerra Fría
Tenemos que decir que hemos disfrutado de la campaña de Call of Duty Black Ops Cold War como enanos, como hacía bastantes años que no disfrutábamos de una campaña de Call of Duty. No en vano, esta era una campaña especial, ya que pretende homenajear al Black Ops original, en su décimo aniversario, y se nos presenta como una secuela de aquel. Y está inspirada en principios de los años 80, en los momentos más tensos de la guerra fría entre Estados Unidos y la URSS. Habrá jugadores a los que esta ambientación histórica no les llame mucho la atención, pero a mi personalmente me fascina y la ambientación de todo el juego es una maravilla.
Raven Software han sido los responsables de la campaña y han realizado un trabajo realmente destacado, con una apasionante historia de espías clásica, con una ambientación ochentera fabulosa. Por supuesto, el juego estará lleno de giros increíbles y enseguida comprenderemos que nadie es quien dice ser en esta carrera contrarreloj por impedir una crisis nuclear a escala global. La historia mezcla ambientaciones geniales que van desde la Guerra de Vietnam a la mismísima sede del KGB en el centro de Moscú, pasando por viejas instalaciones secretas en Ukrania o las calles de Berlín Este, al otro lado del muro. Y toda la ambientación es una auténtica pasada, con los televisores de tubo, las cintas VHS, los viejos ordenadores personales con discos de 3 1/5, etc. Y, por supuesto, todas las armas de la época tanto de uso cotidiano soviético como de los servicios secretos occidentales: CIA, MI6, y el ejército norteamericano.
Sin entrar en ningún tipo de spoilers, tenemos que decir que la historia se nos presenta en un par de misiones a moda de prólogo, donde volveremos a ver a algunos personajes, viejos conocidos de la saga, como Mason, Woods y Hudson. Los tres tendrán un papel secundario en esta nueva historia donde nosotros mismos diseñaremos el perfil de nuestro nuevo protagonista: Bell. El juego nos permite elegir su nombre real (ya que Bell es su nombre en clave), su sexo, su pasado y su perfil psicológico (esto último afectará a tu modo de juego ya que nos otorgará una ayuda en combate específica según sea nuestra elección). Todos estaremos a las órdenes de un agente especial llamado Russell Adler, encargado de encontrar y neutralizar una amenaza soviética de nombre en clave: Perseus. A partir de aquí comienza una campaña apasionante cargada de misiones muy variadas.
En la mayoría de las ocasiones encarnaremos a Bell pero en algunas otras misiones, o parte de ellas, nos pondremos en las botas de algunos de nuestros compañeros (es una alegría volver a encarnar a Mason, aunque sea de manera breve). Pero en muchas ocasiones irán junto a nosotros en las misiones, uno u otro y a veces, todo el equipo a la vez. Aunque en la mayoría de las ocasiones será el propio Adler el que nos acompañe en la aventura, eliminando a los enemigos codo con codo y dándonos algunas pistas de por dónde girará el enrevesado guion en la siguiente media hora. Todo el equipo trata de dar con la amenaza de Perseus por orden del mismísimo presidente de los Estados unidos, Ronald Reagan.
La genial historia nos lleva a un puñado de misiones de lo más variado, donde hay momentos para los enfrentamientos más frenéticos a tumba abierta y otros para el sigilo, la infiltración y la tensa tranquilidad de misiones de espionaje. No se trata de una de las campañas más extensas de la saga (puedes llegara completarla en unas 5 horas, algo más si decides elegir las dificultades más altas y no quieres dejar ninguna misión secundaria sin cumplir), pero sí una de las más trabajadas en cuanto a su complejo guion. La hemos disfrutado como hacía tiempo y tiene misiones épicas como la de Berlín Este, la de La Habana o la de infiltración en la sede de la KGB en Moscú.
Entre misión y misión, podemos pasar tiempo en el cuartel general de este grupo de agentes secretos, donde se recopilan las pruebas y donde viviremos un buen número de escenas cinemáticas que irán poniendo en contexto la historia. Aquí, podemos mantener conversaciones muy interesantes con nuestros compañeros de equipo, algunas de ellas serán irrelevantes para el juego, pero otras nos darán pistas de lo que está por venir. También podemos descifrar códigos secretos, avanzar en las pistas y desbloquear algunas misiones secundarias. En un enrome mural donde iremos pegando las pruebas del caso es donde accederemos a las nuevas misiones que harán avanzar la historia.
Pero, además de divertirnos con intensos tiroteos bien diseñados o momentos de infiltración y sigilo, durante las misiones tendremos que conversar con amigos o enemigos y elegir muy bien las respuestas que vamos a dar. A veces, nuestras elecciones no supondrán cambios sustanciales en el devenir de la aventura, pero en otras ocasiones cambiarán mucho las cosas. Por ejemplo, podemos decidir decir la verdad o mentir a un aliado, o capturar vivo a un enemigo para sonsacarle información o decidir eliminarlo. Muchas de estas decisiones afectarán al juego, y en muchas ocasiones de manera definitiva. Y como ejemplo, hacia le final de la aventura hay una decisión que nos llevará irremediablemente a dos finales muy diferentes.
Durante las misiones hay unos cuantos coleccionables (pruebas del enemigo que podemos buscar, encontrar y recopilar) que nos ofrecerán recompensas o servirán para abrir misiones secundarias que darán algo más de horas de juego a la campaña. También hay otros coleccionables más divertidos, como las viejas máquinas arcade de Activision de los 80. Todo a través de los típicos tiroteos de Call of Duty y los momentos de pausa, con una IA bastante cuidada y un puñado de enemigos más duros que requerirán de concentración para acabar con ellos.
Multijugador y Cooperativo con Zombis
Además de la campaña, lógicamente el mayor acento de este Call of Duty Black Ops Cold War está en su multijugador, ya sea el nuevo competitivo como la vertiente cooperativa aderezada con zombis. Aunque hemos invertido un buen número de horas en estos modos, sabemos que el multijugador de Call of Duty es ya un modo vivo que irá evolucionando a medida que avance el año, a través de las diferentes temporadas que ya tiene diseñado Activision, por eso ya se verá si todas las novedades son acogidas con entusiasmo por la comunidad. Pero lo que sí podemos contar son las novedades con las que nos hemos encontrado.
El multijugador llega con tan sólo ocho mapas nuevos (que se irán ampliando a medida que avancen las temporadas, seguro) y a los modos de juego clásicos se les ha añadido tres nuevas propuestas: Escolta VIP, Armas Combinadas y Bomba Sucia. El primero es un divertido modo 6 contra 6 que combina rondas de ataque y defensa donde hay que intentar escoltar a un activo a una zona de extracción, o acabar con él; Armas Combinadas es un juego estilo dominación de 12 contra 12, que se desarrolla en mapas muy grandes con todo tipo de vehículos disponibles. Por último, Bomba Sucia es un divertido modo para 40 jugadores (en equipos de cuatro) donde hay que recoger uranio para cargar y detonar pequeñas bombas repartidas pro el mapa, lo que dejará contaminadas dichas zonas.
Treyarch ha dejado su impronta en el multijugador y todo pinta bastante bien, a la espera del lanzamiento de las novedades que llegarán con la Temporada 1. Mientras también puedes divertirte en el Modo Zombis, que llega un poco escaso pues, de momento, sólo cuenta con un episodio: Die Maschine, que nos hace volver en una versión ochentera al búnker nazi original de la Segunda Guerra Mundial donde se produjo la infección y donde se han vuelto a desmadrar las cosas (recuerdos de World at War). Esta fiesta cooperativa contra los zombis nazis se puede jugar a 20 rondas o con rondas infinitas y sigue siendo una experiencia de lo más divertida.
Lo bueno de las opciones PvP y PvE es que la progresión es compartida, por lo que podrás llevar tu misma clase personalizada a ambas experiencias. Y todo esto se compartirá en Warzone, el battle royale que está más vivo que nunca y recibirá un montón de novedades con esta nueva entrega. Y todo nuestro progreso estará sincronizado a través de los tres títulos (incluyendo Modern Warfare), y el progreso del armamento de Black Ops Cold War y Moder Warfare se compartirá en Warzone. A partir de ahora, los Operadores de Black Ops Cold War estarán disponibles en Warzone, y, a partir del 10 de diciembre con el lanzamiento de la Temporada Uno, las armas de Black Ops Cold War podrán utilizarse en Warzone, permitiendo a los jugadores tener acceso tanto a sus configuraciones de Black Ops Cold War como de Modern Warfare. Además, el juego es cross-platform, por lo que los jugadores podrán compartiré experiencia independientemente de la plataforma en la que juegan.
Un Call of Duty para la nueva generación
En la generación de consolas que termina el título muestra un apartado gráfico a la altura de las expectativas, pero es lógicamente en las versiones den una generación donde lo hemos visto brillar, gracias a las mejoras de tratamiento de la luz. Los entornos cerrados y los niveles nocturnos nos han impresionado especialmente, al igual que los reflejos en charcos y superficies mojadas, etc. Unos gráficos a la altura de la nueva generación, igual que el audio, con una banda sonora ochentera de lo más sugerente y un doblaje en castellano de muy alto nivel.
Pero si algo nos ha gustado especialmente de entre los detalles exclusivos de las versiones de nueva generación, ese ha sido las sensaciones con el DualSense entre las manos. La versión que hemos jugado de Call of Duty Black Ops Cold War ha sido la de Playstation 5 y la experiencia con el nuevo mando de la máquina de Sony es de otra galaxia. La respuesta háptica y los gatillos adaptativos del mando han sido programados para cada arma del juego, individualmente y, aunque sea difícil de creer, nuestros manos y nuestros dedos han encontrado diferencias en todas y cada una de las armas que íbamos usando en el título. Hay armas con los gatillos más duros de activar y otras producen un efecto de retroceso que se nota en el dedo después de cada disparo. Y no solo se nota la resistencia en el dedo del gatillo, sino también en el del apuntado. Por no decir como vibra el mando de manera distinta cuando estamos cargando cada arma.
Cuando probamos el DualSense por primera vez y vimos qué podía hacer en juegos como Astro’s Playroom o Spider-Man Miles Morales dijimos que estábamos deseando ver cómo algún estudio de desarrollo aprovechaba los gatillos adaptativos para transmitir sensaciones de las armas en un shooter y ya ha ocurrido. Es una experiencia reveladora que todo amante de los shooters debería probar.
En definitiva…
Ya tenemos la nueva entrega de Call of Duty aquí y este año sí podemos decir que se trata de una entrega especial. Primero porque llega a caballo de dos generaciones de consolas, segundo porque viene a homenajear de manera muy elegante al lanzamiento de Black Ops de hace 10 años (una entrega muy especial que fue un punto de inflexión para la saga) y tercero porque desde el lanzamiento de Warzone la experiencia Call of Duty es ya mucho más que el típico lanzamiento de cada año.
La experiencia multijugador competitiva de Call of Duty va a sufrir cambios significativos con la llegada de Black Ops Cold War, al igual que el modo cooperativo de los zombis y el battle royale gratuito Warzone, pero la dimensión de estos cambios solo podrá valorarse con el tiempo. Lo que sí podemos valorar es la fabulosa campaña del juego, la más interesante (que algo cortas) de los últimos años, y la ambientación ochentera que tan bien le sienta al juego.