El fútbol es una mina de oro para el mundo de los videojuegos, ya sea en su vertiente más cercana a la simulación, con FIFA y PES a la cabeza, como las opciones más arcade. Y si no, que le pregunten a Psyonix y su exitoso Rocket League, que decidió mezclar la mecánica del fútbol con los coches. Una nueva propuesta muy en la línea del exitoso juego multijugador nos llega a hora con Alpaca Ball Allstars, salvando las distancias. En este caso, el estudio indie Salt Castle Studios de la mano de Badland Publishing, han decidido meter en el campo de juego a un puñado de alpacas. ¿No es maravilloso?
Y las sensaciones con este juego, que nosotros hemos probado en su versión de Nintendo Switch pero que también está disponible para PC a través de Steam, son muy similares a las que se podemos tener con títulos como Rocket League, pero en con unos campos de juego mucho más reducidos. Pero, al igual que los coches en el título de Psyonix utilizan toda su carrocería para empujar la pelota y meterla en la portería contraria, aquí son las alpacas las que, con sus limitaciones, tendrán que lograr el mismo objetivo.
Alpaca Ball Allstars es un juego muy, muy divertido y su principal objetivo, esto hay que tenerlo muy claro a la hora de enfrentarse a él, es arrancarnos unas cuantas carcajadas. Pero esto era algo evidente cuando sus desarrolladores han decidido poner a un puñado de alpacas a jugar al fútbol, o algo parecido al fútbol, un deporte llamado ‘Alpaca Ball’. Un deporte donde hay que empujar el balón dentro de la portería para marcar más goles que el equipo contrario. Y aquí se acaban las reglas: no hay faltas, ni fueras de banda, ni fueras de juego, ni nada más.
Pero claro, una alpaca no es un prodigio de habilidad. Y aquí está el elemento más divertido de este juego: los movimientos torpes de las alpacas nos ofrecen muy pocas armas para ser capaces de empujar la pelota y conseguir colarla en la meta contraria, y no digamos intentar controlar un balón, conducirlo con un poco de sentido o tratar de dar un pase con algo de tino. Las alpacas no están hechas para jugar al fútbol, pero esta es una historia de superación y terminaremos consiguiéndolo a base de tesón y muchos golpes.
El juego cuenta con un modo Trayectoria que puede jugarse en solitario o en modo cooperativo con otro jugador (en modo local). Se trata del modo principal del juego y nos permitirá desbloquear los diferentes estadios alrededor del mundo en un mapa que vamos recorriendo mientras seguimos la historia del protagonista: una joven alpaca que sueña con convertirse en un famoso jugador de Alpacaball. Pero antes de comenzar, tenemos que pasar por el tutorial para aprender los controles.
No tenemos muchas opciones, pero si algunos movimientos con los que intentar jugar a algo parecido al fútbol. Nuestra alpaca puede trotar por el campo en todas direcciones y puede golpear la pelota, con un fuerte movimiento de cuello circular. Tenemos la opción de hacerlo en un sentido o en otro y así, afinando mucho, podremos más o menos dirigir un tiro hacia delante o hacia atrás. Todo depende del ángulo en el que ataquemos la bola. Nuestra alpaca también puede saltar, pegar un pequeño sprint y dar una ‘patada poderosa’. Este último es un golpe de cuello acrobático que imprime a la bola una potencia extra, pero que es aun más impreciso que los otros golpes.
Con estos sencillos controles tenemos que ser capaces de conducir el balón y marcar goles, teniendo en cuenta que muchas veces serán más eficaces para marcar gol los rebotes contra los límites del campo o contra las propias alpacas que nuestros intentos de rematar. El resultado son partidos caóticos y tremendamente hilarantes, con las alpacas saltando, cayendo, rebotando, girando sus cuellos en todas direcciones y la pelota casi con vida propia colándose en una y otra portería.
Los primeros partidos que jugamos serán de 1 contra 1, lo que deja el campo muy vacío y los rebotes y el ser capaces de dirigir los tiros lo serán todo. Aquí no hay un portero, por lo que las porterías suelen estar abandonadas y recibirán todo tipo de goles provenientes de cualquier ángulo. Pero luego llegarán las partidas de 2 contra 2, 3 contra 3 y hasta 4 contra 4 (el máximo). Cuantas más alpacas hay, más ase agranda el campo de juego y se aleja la vista y la dinámica cambia bastante. Con 3 o 4 alpacas en cada equipo si que aparece el rol del portero, aunque es opcional y puede intercambiarse en cualquier momento. Jugando con la IA, si te lanzas al ataque, uno de tus compañeros se quedará en el área haciendo de portero.
Con más alpacas en el campo el juego se vuelve más divertido pero también mucho más caótico. En los partidos de 4 contra 4 todo es una batalla de alpacas por el suelo, deslizándose, saltando, intentando rematar sin ser capaces de dar un pase con sentido. Y los goles llegan de formas absurdas, con locos rebotes y jugadas imposibles.
Pero la locura máxima llega a los partidos con los potenciadores, una serie de habilidades pasivas y aleatorias que van apareciendo sobre las cabezas de las alpacas y que se pueden utilizar para conseguir una ventaja en el juego. Estos son de todo tipo: una te permite reducir el tamaño de las demás alpacas, otra hace aparecer a un loco armadillo que gira por el campo y choca contra todo, otra te coloca un casco de rugby y te permite derribar a todas las alpacas que se crucen en tu camino, otro te permite dirigir un tiro de manera milimétrica, otra conduce de manera mágica la pelota hacia la portería contraria, otra hace crecer el cuello de tu alpaca como si de una jirafa se tratara, lo que aumenta su radio de acción, etc.
Por si fuera poco, el modo Trayectoria de Alpaca Ball Allstars lleva a su protagonista por el mundo para conocer otras variantes de este deporte, lo que añade muchos tipos de balón al juego: el de rugby, el balón de playa, el disco de hockey, el alón de rugby y muchos más (especial mención hay que dedicarle a un dado de seis caras cuya física se resiste a cualquier intento de conducirlo hacía la meta contraria y a una bomba de lo más divertida de consecuencias explosivas). Todos los tipos de pelota y todos los diferentes campos que desbloqueemos pueden jugarse luego en el segundo modo, donde podemos personalizar un partido a nuestro gusto eligiendo todas su variantes.
El título es tremendamente divertido y te va a sacar una sonrisa de manera constante. Además, es todo un desafío y, aunque parezca imposible, tras jugar muchos partidos comenzarás a dominar un poco el juego, conseguirás predecir sus físicas y aprenderás algunas tácticas para ganar. Y puedes configurar partidos con hasta ocho jugadores, 4 contra 4, pero sólo de manera local.
La verdad es que es una auténtica pena que el juego no cuente con multijugador online, porque las partidas con otras alpacas de todo el mundo a través de internet podrían ser impagables y, quién sabe, tal vez podríamos ver surgir una escena competitiva. También es una pena que el juego no aporte más contenido ya no tiene más modos de juego. Y si algo hemos echado en falta son las repeticiones. Los goles de las alpacas son épicos y se habrían merecido unas buenas repeticiones a cámara lenta para darles más valor.
A nivel artístico, los gráficos son una pasada, con unos campos de juego muy variados y fantásticamente recreados y las alpacas son muy divertidas, con la posibilidad de personalizarlas con todo tipo de colores, sombreros y disfraces. Y la banda sonora es toda una delicia y que deja claro el homenaje de los desarrolladores a las verdaderas protagonistas del juego: las alpacas, con un montón de canciones tradicionales peruanas.