Análisis de 9 Monkeys of Shaolin: artes marciales como las de antes
Un beat’em up a la antigua usanza con la ambientación de las viejas películas de artes marciales.
Un apasionante brawler que llega a PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch.
Los fans de los beat’em up clásicos, aquellos juegos tipo ‘yo contra el barrio’ que triunfaron en los 90, están de enhorabuena. Y es que son muchos los títulos que están volviendo a engordar este adictivo género, como los recientes Streets of Rage 4 o Battletoads. Hoy, analizamos otro interesante brawler que toma como inspiración las viejas películas de artes marciales: 9 Monkeys of Shaolin nos ofrece muchas horas de espectaculares luchas contra cientos de enemigos.
El juego, que ya está disponible para PC (en Steam), PS4, Xbox One y Nintendo Switch, es una propuesta de los creadores de Redeemer, el estudio de desarrollo ruso Sobaka. Un juego con una propuesta fresca y desafiante que te enganchará si te gustan los títulos de acción y scroll lateral con regusto clásico. Además, lo han vestido de una ambientación fabulosa que recuerda a las películas clásicas de artes marciales.
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Un pescador en busca de venganza
En el juego encarnamos a Wei Cheng, un humilde pescador chino que tiene que enterrar a todos los habitantes de su aldea, incluidos sus familiares y amigos, tras el ataque de una brutal banda de piratas. Herido tras el ataque, es rescatado y curado de sus heridas por un puñado de monjes shaolin, que le ayudarán a planificar su venganza contra la banda de asesinos que está asolando esta región de la China medieval. En seguida comprenderemos que nuestro protagonista no es un ‘simple’ pescador, sino que desciende de una olvidada estirpe de guerreros y domina las artes marciales.
El juego nos llevará por una gran cantidad de escenarios y ambientaciones diferentes en un total de 25 niveles con el clásico scroll lateral, avanzando y eliminando oleadas de enemigos de izquierda a derecha hasta completar cada nivel. Aunque estamos ante un juego en 3D que nos permite, como de costumbre, movernos también con una cierta profundidad. Así podemos esquivar y golpear en todas direcciones y seremos atacados y rodeados por todas ellas. En algunos lugares concretos de cada nivel, podremos también avanzar hacia el fondo o hacia el frente, pero lo habitual es avanzar siempre hacia el lado derecho.
Aldeas, pueblos chinos, un barco pirata, monasterios budistas, mansiones medievales, antiguas ruinas… son muchos los distintos escenarios donde nos llevará la historia de Wei Cheng para repartir golpes en apasionantes coreografías de artes marciales. Entre misión y misión volveremos al monasterio de los monjes Shaolin, que servirá de base de operaciones para el juego. Allí, antes de embarcarnos en una nueva misión que haga avanzar la historia, podemos echar un vistazo a lo ocurrido en las misiones anteriores, echar un vistazo a los objetos coleccionables que hemos obtenido, podemos equiparnos con distintas armas y objetos potenciadores que hayamos desbloqueado (dispondremos de 10 tipos de armas de asta japonesas y chinas, cada una con sus propias características) o realizar los tutoriales de los monjes que desbloquearán nuevos movimientos y golpes. También aquí podemos activar el modo multijugador, local u online. Y es que podemos compartir la aventura en modo cooperativo con un segundo luchador.
Tres estilos de combate para desplegar
Puede que el juego pierda un poco de ritmo entre misión y misión, y que no haya mucho más contenido que las misiones de la campaña, que nos llevará unas 5 horas en completar, pero cuando nos lanzamos a combatir es donde el título brilla con luz propia. Los combates son fluidos y vibrantes y la cantidad y variedad de los enemigos es creciente y hace que cada nivel sea un reto aun mayor que el anterior. El juego está muy bien diseñado y, como de costumbre, la clave para conseguir superar los niveles será aprender muy bien las habilidades de nuestro luchador y saber aplicar los golpes precisos a cada rival, explotando sus puntos débiles.
En cada nivel tenemos un nuevo enemigo que nos pondrá las cosas más difíciles, o algunas zonas que nos obligarán a desplegar un movimiento concreto, por lo que siempre tenemos algo que aprender. La jugabilidad va ganando en profundidad y con ello la belleza y diversión de los combates. Y lo hace de manera asequible, sin resultar un juego muy difícil de dominar. Hay momentos en los que nos rodean un gran número de enemigos en pantalla, con diferentes armas y movimientos, con otros enemigos disparando desde lejos y con trampas en el entorno (cuchillas, lenguas de fuego…) a las que no podemos quitar ojo. Al final de algunos de los niveles nos enfrentaremos a algunos jefes finales muy divertidos.
Al comenzar, nuestro luchador cuenta con tres tipos de golpes básicos utilizando su cuerpo y su arma larga: un golpe sencillo, una patada voladora para abalanzarnos sobre un enemigo lejano y un golpe lejano con el arma para alcanzar a enemigos con armas largas o con armaduras poderosas. También podemos realzar una voltereta para esquivar y desplegar un movimiento de bloqueo que también repele los proyectiles. Con todo esto podemos desplegar diferentes combos y encadenar golpes mientras eliminamos enemigos.
Pero vivir en un monasterio shaolin tiene sus ventajas y cada capítulo que completemos accederemos a nuevas clases de sus maestros que nos enseñarán nuevos golpes especiales y estilos de lucha que añadirán más capas a la jugabilidad. Aquí entra en juego la energía Chi (que despliega golpes más potentes), los golpes cargados y los sellos mágicos, que desplegarán movimientos y golpes devastadores para nuestros enemigos.
Otro de los elementos importantes para superar los niveles son los diferentes tés que podremos recolectar, normalmente destrozando cajas, vasijas y demás atrezo que nos encontremos en los mapas. Hay cuatro tipos de tés que tendremos que recolectar para poder utilizar luego en medio de las misiones. Cada tipo de té nos ayudará de una manera: el té verde nos proporciona salud, el té rojo multiplica nuestro daño durante 5 segundos…
El juego cuenta con un sencillo sistema de progresión que nos permitirá ir mejorando habilidades pasivas de nuestro protagonista, además de ir mejorando la efectividad, alcance y potencia de cada uno de sus golpes. Para alimentar este sistema de progresión tendremos que recoger puntos de habilidad tras superar los diferentes niveles. Además de estos puntos, algunos niveles desbloquean nuevas armas y demás objetos potenciadores.
En definitiva…
9 Monkeys of Shaolin es un divertido beat’em up, con una buena cantidad de niveles y un sistema de lucha, combos y progresión que consigue que te piques hasta que completes su historia, tanto en solitario como en cooperativo. Su ambientación, que incluye elementos tradicionales y místicos orientales, nos ha cautivado, así como el fantástico sistema de lucha. Es cierto que no invita mucho a la rejugabilidad y se queda un poco corto en cuanto a contenidos, pero te asegura unas cuantas horas repartiendo tortas con estilo y con un apartado técnico muy vistoso. Y llega con un precio bastante asequible, en torno a 29 euros.