Blasphemous 2 no es solo una secuela de su predecesor, sino un salto de calidad hacia un reino único en el que cobra vida el folklore español en un paisaje digital y pixelado. The Game Kitchen, un estudio con sede en Andalucía, ha creado artísticamente una narrativa que trasciende la ambientación convencional de un videojuego, sumergiendo a los jugadores en un mundo profundamente arraigado en la esencia de la cultura española.
Blasphemous 2 es una ventana abierta un universo lúgubre y oscuro empapado en imaginería e iconografía religiosa que recuerda a la rica historia religiosa de España. La multitud de referencias históricas entrelazadas dentro del juego nos llevan, como jugadores a un viaje a través del tiempo, con una estética gótica que refleja la arquitectura y el arte por los que se celebra a España no solo de manera local, sino a lo largo y ancho del mundo. A diferencia de otros juegos, Blasphemous 2 crea una vía abierta para que los jugadores aprendan sobre la historia y tradición españolas, haciendo que la experiencia de juego sea tanto disfrutable como educativa.
A esto hay que añadir que el éxito de Blasphemous 2 es un faro de esperanza para la siempre floreciente industria española de videojuegos. Su éxito en el escenario global no solo ha traído reconocimiento internacional, sino que también ha impactado significativamente en la economía. Muestra el potencial de los estudios españoles para crear obras maestras que pueden competir a escala global. Esta historia de éxito allana el camino para que otros notables títulos y estudios de videojuegos españoles florezcan, mostrando un futuro prometedor para la industria española de videojuegos.
Que Blasphemous 2 es una joya en su plano audiovisual resulta evidente, más aún con el salto que ha dado la segunda entrega al añadir secuencias de animación a la exploración y construcción de mundo tan sólida de la primera entrega. Pero es que además las mecánicas de combate son un epítome de precisión y estrategia, ofreciendo un nivel de desafío que mantiene a los jugadores comprometidos y enganchados con la propuesta.
No obstante muchos dijeron de la primera entrega que se trataba de una suerte de Dark Souls en 2 dimensiones, pero con la secuela se ha demostrado que van mucho más allá de los combates desafiantes y la ambientación lúgubre, incorporando más y más sistemas que enriquecen la experiencia, acercándo a Blasphemous 2 al género metroidvania, con un fuerte componente RPG, saltos plataformeros y mucho más. Porque el mayor error que se puede cometer al final con Blasphemous 2 es tratar de encasillar su experiencia, en lugar de simplemente disfrutarla.
Y es que, sin ir más lejos, a diferencia de otros juegos de plataformas dy acción, el sistema de combate aquí está entrelazado con la narrativa, haciendo que cada batalla se sienta como una continuación de la historia. El diseño de enemigos y las batallas contra jefes están meticulosamente diseñados, cada uno ofreciendo sus propios desafíos únicos que ponen a prueba las habilidades de combate de los jugadores al máximo nivel.
Por otro lado, el diseño de mundo abierto es un lienzo para la exploración, con cada área ofreciendo un nuevo arco narrativo, instando a los jugadores a adentrarse más y más en los múltiples misterios que yacen dentro de Blasphemous 2. La rica narrativa, junto con una experiencia de juego inmersiva, hacen de Blasphemous 2 una obra maestra en su género.
Blasphemous 2 es a la vez un cuento que gira en torno a la tradición y la historia, además de un homenaje a la cultura española. Su impacto es tal que es capaz de resonar más allá de la comunidad de jugadores, ofreciendo tanto una experiencia de juego cautivadora como un viaje a través de la rica tapicería del folklore español. El potencial legado duradero de Blasphemous 2 es innegable, estableciendo un alto estándar para los juegos impulsados por la narrativa en la industria española de videojuegos. Solo queda esperar si The Game Kitchen decide continuar con este universo, y si Team 17 sigue dando impulso a las alas de este estudio con la lúgubre franquicia de la que os estamos hablando en esta líneas.