Mortal Kombat, es una de las pocas sagas que ha logrado mantenido un alto nivel de relevancia a lo largo de más de 30 años, y ahora regresa con Mortal Kombat 1, un reinicio en toda regla. Esta nueva entrega combina elementos continuistas y a la vez supone una renovación importante en diversos aspectos de la producción, aunque todavía encontremos algunos problemas que persisten del pasado, y pequeños elementos que se podrían mejorar. Y a pesar de ello, estamos seguros de que Mortal Kombat 1 es un juego de lucha impresionante a todos los niveles, que sabrá cautivar tanto a los fanátikos de la serie, como a un nuevo público sediento de golpes, sangre y las trabajadas historias con las que NetherRealm impregna a sus juegos.
Mortal Kombat 1 mantiene la tradición de la saga en el sentido de que su núcleo son combates de uno contra uno en el que la violencia y la sangre se dan la mano y todo un festín. Las sensaciones con el mando en la mano son familiares, aunque haya cambios y retoques a cada paso, empezando por los medidores, siguiendo por los tipos de golpes y culminando con la presencia de fatalities y brutalities como estrellas de la función.
El esquema de control sigue siendo familiar, con cuatro botones principales para las extremidades, movimientos sencillos y un botón de defensa. Eso sí, se ha acelerado el ritmo de los combates en comparación con Mortal Kombat 11, lo que se agradece y se traduce en combates mucho más dinámicos y variados. Además, se han realizado ajustes en los movimientos especiales potenciados, lo que requiere una gestión más cuidadosa de la barra de energía, que un poco de estrategia nunca viene mal cuando te estás dando de mamporros.
Una novedad interesante - la que más peso tiene en realidad cuando estamos sobre la arena- es la inclusión de los kameos. Se trata de una serie de personajes de apoyo que no son controlables pero que pueden afectar la pelea. Se eligen junto con tu personaje principal y aportan una capa adicional de estrategia. Puede que este sistema te suene de otros juegos como los de la serie Marvel vs. Capcom, pero aquí hay alguno más de variedad de movimientos, y un toque de estrategia.
Cada kameo es único y complementa de diferentes maneras al personaje principal, lo que permite una mayor variedad de combos y estrategias. Para utilizarlos usaremos una barra de energía específica, y cada uso consumirá casi la mitad, salvo en determinados casos que cuentan con mayor potencia y agotan toda la barra. Sirven para complementar los combos de personajes que no tengan un tipo de golpes concreto en la secuencia, o incluso para añadir efectos mágicos como el teletransporte o alejarnos del rival al acabar un ataque. Cada personaje kameo tiene tres movimientos diferentes que podemos usar durante todos los combates, añadiendo así variedad y cierta sensación de novedad a un sistema de kombate familiar, pero más efectivo que nunca.
Mortal Kombat 1 cuenta con 22 personajes jugables, más uno adicional disponible como incentivo de reserva. Aunque la plantilla es variada y revive a personajes olvidados y hasta secundarios, dándoles la vuelta y reinventando mecánicas y movimientos en casi todos los casos, carece de personajes completamente nuevos que se estrenen para la ocasión, lo que le resta algo de frescura. Además, tener solo 22 personajes se queda algo corto en comparación con las últimas entregas de la franquicia, y con otros titanes del género. Es cierto que en los próximos meses llegarán nuevas incorporaciones a través del pase de temporada, pero NetherRealm se la ha jugado al presentar una plantilla de protagonistas principales (a la que hay que sumar los kameos, aunque no sean controlables) que se queda algo corta.
Al menos sí que tenemos que reconocer que los ajustes y cambios en los personajes existentes aportan frescura a esta versión del universo Mortal Kombat, que por cierto, se justifica con el final de Mortal Kombat 11, donde Liu Kang rehizo el universo a su antojo. Ahora estamos eones más tarde, y aunque el torneo llamado Mortal Kombat existe, no hay esa tensión entre reinos que sí había en anteriores entregas… O así era hasta que aparece una nueva amenaza en el horizonte.
Los modos para un jugador presentes en Mortal Kombat 1 no van mucho más allá de lo ya establecido en la serie y nos dejan con ganas de encontrar algo más innovador que los modos Historia, Invasión y Torres presentes en el juego. El modo Historia dura unas seis horas y nos pondrá en la piel de un personaje diferente en cada capítulo, dando importancia a personajes secundarios en el pasado. En este se narra una trama llena de acción y giros, empezando más desenfadado y girando hacia la oscuridad y la tensión conforme avanza. Podemos afirmar que se trata de uno de los mejores modos historia de la serie hasta la fecha, lo que es mucho decir hablando de un juego de NetherRealm.
Los modos de Torres ofrecen un enfoque más clásico con desafíos de combate con dificultad creciente, sin demasiado espacio para la evolución respecto a lo ya conocido. El modo Invasión sí que es una noveda, y presenta tableros de combate con modificadores, aunque puede resultar aburrido debido a la presencia de distintos modificadores que acaban resultando molestos, hasta el punto de acabar convirtiéndose en un obstáculo para el pleno disfrute de este modo de Mortal Kombat 1.
Por otra parte, y como no podía ser de otra forma, Mortal Kombat 1 ofrece una serie de opciones de aprendizaje en forma de tutoriales y un modo entrenamiento altamente personalizable que facilita la comprensión de las mecánicas del juego. El problema es que se queda corto, al no incluir tutoriales dedicados a cada personaje y kameo, poniendo un poco más difícil disfrutar plenamente del modo historia, ya que al ir saltando de personaje en personaje durante un tiempo limitado, acabamos dominando a cada kombatiente justo cuando toca saltar al siguiente, produciendo algo de impotencia por el camino.
En cuanto al multijugador, el juego ofrece un Versus local y modos en línea limitados. La falta de herramientas de búsqueda de rivales y la ausencia de juego cruzado entre plataformas durante el lanzamiento son un pequeño jarro de agua fría. Además, los combates en línea carecen de filtros de tipo de conexión, con lo que cada kombate acaba siendo casi como tirar una moneda al aire, esperando que siempre salga cara y la estabilidad de la conexión sea suficiente como para permitir disfrutar del envite.
A esto hay que añadir que Mortal Kombat 1 presenta un sistema de monetización agresivo con tres tipos de divisas y contenidos temporales. Estos incluyen contenidos de pago y la eliminación de la Kripta presente en anteriores entregas. La buena noticia, entre comillas, es que las compras solo afectan a aspectos cosméticos y no otorgan ventajas en la jugabilidad, pero siempre es una lata cuando este tipo de restricciones se presentan en un juego completo.
Donde hay pocas pegas que poner, al menos en la versión que hemos podido testear, la de Xbox Series X, es en el acabado gráfico. No es solo que los modelados de personajes y escenarios sean de alta calidad, con animaciones naturales y escenarios detallados, sino que además rezuman el cariño que solo desarrolladoras como NetherRealm saben imprimir a sus videojuegos. Y es que podríamos empezar alabando la dirección de arte, que diverge de la oscuridad en anteriores entregas, o seguir por la atención a cada pequeño detalle que entra en la ecuación visual de Mortal Kombat 1. En todos los sentidos, el trabajo de la desarrolladora es intachable.
Sin embargo sí que podemos poner pegas en la parcela sonora, sobre todo por el hecho de que el doblaje al castellano resulta mejorable en cuanto a entonación y acting de los actores de doblaje. La guinda es el hecho de que no hay selector de idioma (al menos en el momento de escribir estas líneas), y si queremos escuchar las voces en inglés nos tocará cambiar el lenguaje de nuestra consola. Al menos el resto de esta parcela sí que ofrece resultas más uniformes, con una banda sonora ambienta bien los combates, y los efectos de sonido son impactantes, aunque el doblaje en español es criticable.
En resumen, Mortal Kombat 1 es un juego sobresaliente que sigue siendo fiel a su legado, y a la vez se atreve a dar un par de pasos hacia delante, solucionando viejos problemas, añadiendo nuevas mecánicas y reescribiendo la historia para el futuro de la franquicia. Además ofrece combates siempre emocionantes, una plantilla variada -aunque algo corta - y los modos de juego justos -aquí sí que no hay demasiadas filigranas tanto jugando solo, como haciéndolo acompañado, u online. Y a pesar de estos pequeños, pero evidentes defectos, Mortal Kombat 1 es un juego de lucha capaz de sorprender y entretener tanto a los fanáticos de la serie, como a aquellos que se suban a este carro repleto de sangre por primera vez, siendo esta la oportunidad perfecta para engancharse a las interesantísimas historias que NetherRealm crea para cada uno de sus juegos de lucha.