Análisis de Under the Waves, la aventura submarina de Quantic Dream con mensaje ecologista
Parallel Studios, bajo el paraguas de Quantic Dreams, nos traen esta aventura submarina con un mensaje profundo y ecologista
Un título cargado de belleza visual y una adictiva historia, pero que también cuenta con interesantes mecánicas
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Seguramente Parallel Studio, desarrolladores de Under the Waves, sea un estudio desconocido para el gran público, pero si añadimos a Quantic Dream, seguro que el nombre ya resulta más familiar. Quantic Dream es el estudio detrás de títulos como Heavy Rain o Beyond: Two Souls. Después de su compra por parte de NetEase (compañía china) han creado su propio sello Spotlight, para apoyar y publicar juegos independientes en desarrollo. Así, “apadrinado” por Quantic Dream, recibimos ahora Under the Waves y no tardaremos en descubrir que es un título digno de venir bajo el sello de la compañía francesa.
He de reconocer que soy bastante fan de los “pelijuegos” de Quantic Dream, así como de la ambientación submarina, por lo que Under the Waves me entró por los ojos desde un inicio. Una vez completado el juego, puedo decir que ni es un pelijuego ni la ambientación submarina es tan protagonista como pensaba, pero no como algo malo, sino que el resultado final es mejor de lo esperado.
Under the Waves se ambienta en una versión techno-futurista de los años 70. Nuestro protagonista es Stan, un buzo profesional que lucha por superar una gran pérdida y que decide recluirse en una base submarina del mar del norte para tener su espacio y afrontar la nueva realidad en soledad, trabajando para la empresa petrolífera UniTrench. Debajo del agua no estaremos solos, ya que tendremos una ordenador y una radio para las comunicaciones exteriores, ambos serán parte muy importante el juego: gracias al primero podremos hablar con Emma, quién no está de acuerdo en la misión que Stan acaba de aceptar, mientras que por radio podremos hablar con Tim, un viejo amigo que ahora, además, es el superior de Stan en UniTrench y que nos irá guiando durante la aventura, así como siendo nuestros “ojos” en el exterior (junto a la TV que tendremos en nuestra base).
De primeras, la misión será bastante sencilla, y consistirá en tareas rutinarias mientras charlamos con Tim, esto es, revisar elementos de la base, recoger algunas algas… etc. Sí, algo similar a Firewatch. Obviamente, la cosa se irá complicando y mucho… pero es algo que es mejor descubrir, ya que gran parte del atractivo de Under the Waves radica precisamente en las conversaciones y en la evolución del personaje. No esperéis una historia épica ni nada de eso, sino algo más bien profundo y que consigue despertar la empatía y el interés del jugador.
Mucho más que un 'pelijuego'
Una vez tengamos una misión, tocará salir del módulo vital a mar abierto, y es aquí donde veremos que no, no estamos ante un pelijuego. Las acciones no consisten solo en dar unos pasos y pulsar un botón, ya que tendremos que desplazarnos hasta la zona en cuestión y realizar la acción requerida, como ajustar la presión de unas válvulas o activar una puerta en una sala de control. El mapa de Under the Waves no es excesivamente grande, pero sí es bastante denso, lo que hará que, en ocasiones, toque buscar un punto de acceso, por ejemplo, una cueva, para cumplir nuestra misión.
La exploración es parte muy importante del título, ya que los recursos son limitados, incluyendo tanto nuestro oxígeno como el combustible de nuestro inseparable submarino (llamado Moon). Además, si golpeamos en exceso a Moon se dañará, y no quedará más remedio que usar un kit de reparación. Estos objetos (botellas de oxígeno, kits de reparación o combustible) podremos encontrarlos por el mapa, pero también podemos fabricarlos si encontramos una mesa de creación (siempre tendremos disponible una en el módulo vital, eso sí) y tenemos los recursos suficientes. Estos recursos se encuentran por el mapa, como pueden ser algas, plásticos o metales.
Under the Waves tiene un claro mensaje ecologista, así que la recogida de residuos submarinos es una tarea importante y que es recompensada en el juego. De hecho, al gastar una botella de oxígeno se desprende una vez vacía y lógicamente podremos recogerla y convertirla en plástico para fabricar una nueva. El propio juego nos explicará los riesgos de los residuos y el daño que hacen al ecosistema. No obstante, Under the Waves nos habla de una ONG llamada Surfrider Foundation Europe durante la aventura, una asociación real fundada por surfistas en 1990 para ayudar a la conservación de los océanos. Esta vertiente ecologista está presente en todo el juego (tanto en el mapa como en el argumento), aunque se hace hincapié especialmente durante el inicio del juego, con Stan dando contínuas lecciones sobre el tema.
Disfruta de la exploración submarina
Más allá de “contaminantes” recursos, el mundo marino de Under the Waves da para mucho. El mapa no es demasiado grande, pero sí bastante denso, y encontramos fauna marina (que podemos fotografiar para completar misiones) como tortugas, tiburones, orcas o incluso a Sunny BM-6, una ballena azul real. Además, tenemos cuevas, algunas bases de UniTrench e incluso naufragios de barcos o aviones que, por supuesto, podemos explorar para obtener recursos, mejoras o algunos coleccionables. Realmente la exploración es algo opcional, pero es difícil entender Under the Waves sin ella, ya que en nuestros paseos bajo el mar (nadando o en submarino) nos daremos cuenta de la riqueza del mundo que nos rodea, y es difícil no pensar “voy a ver que hay ahí”. Si solo queremos completar la historia, Under the Waves ronda las 6-8 horas de duración, pero la exploración puede hacer que la cifra incluso se duplique.
Esta “necesidad de exploración” se apoya también en que, aunque sin grandes alardes gráficos, el juego consigue entrar por los ojos. La ambientación está muy conseguida y el efecto de estar bajo el agua es totalmente creíble, la distorsión propia del mundo submarino hace que veamos las siluetas de los animales a lo lejos, y eso nos invite a explorar. Si bien si entramos en detalle vemos unos modelados bastante simples (que recuerdan a títulos de Telltale Games) y unas expresiones faciales muy pobres, pero que no empañan para nada el apartado técnico. Eso sí, en la versión jugada, Xbox Series X, hemos sufrido varios crasheos que resultan muy molestos. El sonido, por su parte, resulta relajante y tanto el sonido ambiente (obviamente escaso, para dar sensación de soledad) como las suaves melodías ayudan a crear la ambientación necesaria.
En definitiva...
Under the Waves es más de lo que imaginaba, una aventura profunda, que invita a reflexionar y a explorar. Su mensaje ecologista encaja perfectamente en el juego (¿o quizá sea el juego el que encaje con el mensaje que quieren mandar?), pero además, resulta de lo más divertido. Un juego más que digno para el sello Spotlight de Quantic Dream.