Análisis de Oxenfree II: Lost Signals, una aventura gráfica cargada de misterio e interferencias

  • La secuela del aclamado título de Nigh School Studio nos vuelve a enganchar con su trama retro y paranormal

El género de las aventuras gráficas, muy popular en otras décadas, no recibe demasiados títulos interesantes en los últimos años. Pero si podemos recatar uno de los más interesantes tenemos que hablar de Oxenfree, un sorprendente título independiente que nos cautivó hace unos años. La aventura de Night School Studio llamó mucho la atención cuando se lanzó en 2016, tanto que fue adquirida por Netflix, que se encargó de editarlo en todas las plataformas posibles. Yo tuve ocasión de jugarlo hace relativamente poco en la pantalla de un móvil y, aunque ya tuve que ponerme gafas para leer sus subtítulos, carteles e indicaciones en la pequeña pantalla (que uno ya peina canas y empieza a fallarle la vista) su historia y su forma de narrarla me atrapó irremediablemente.

Ahora Night School Studio y Netflix lanzan una secuela directa del título que mantiene todos los ingredientes que nos enamoraron del primer juego, pero potenciando aun más todos ellos. Este Lost Signals nos devuelve a la misteriosa Isla Edwards del primer título, esta vez en la piel de una chica llamada Riley, que vuelve al pueblo pesquero de su infancia a llevar a cabo un trabajo que pronto se convierte en una aventura por sobrevivir. Las extrañas interferencias, saltos temporales y tramas sobrenaturales vuelven a una trama aun más enrevesada e intrigante que la que vivimos en el primer juego. El tono del juego, como el primero, nos recuerda poderosamente a la serie Stranger Things: un grupo de jóvenes, un pequeño pueblo, una ambientación ochentera y extraños sucesos paranormales con interferencias, ruido blanco y demás efectos analógicos para ambientar.

El juego vuelve a utilizar la mecánica de selección de respuesta de las conversaciones que resultó tan característico en su primera entrega. En el juego, mientras nos movemos por el escenario, sobre la protagonista aparecen dos o tres globos de respuestas posibles que podemos elegir para ir reconduciendo la historia según nos parezca. Es un sistema realmente orgánico y nada intrusivo, que se vuelve natural y no interrumpe la acción. Y permite que nos centremos en la exploración (el elemento más importante del juego) y en la historia. y es que el juego está cargado de conversaciones, que son las que nos dan las claves y detalles que van pintando a cada personaje, la trama general y enorme misterio que rodea a esta tétrica isla. Merece la pena hurgar en todas y cada una de las conversaciones, buscar cada detalle oculto en los objetos, carteles y demás pistas del entorno, porque la histroia que terminamos descubriendo de manera pausada en sus 5 o 6 horas de juego merece mucho la pena. Los puzles y enigmas no son muy exigentes, pero al final, nos quedará la sensación de haber leído una estupenda novela de misterio sobrenatural, o una temporada de una buena serie de televisión.

Nuestra protagonista cuenta con un comunicador de radio que supone otro de los principales elementos del juego. Cambiando entre sus frecuencias podemos comunicarnos con personajes conocidos, amigos y aliados o incluso con personajes desconocidos y enemigos. A veces sus misteriosas o amenazantes voces nos hablarán por el comunicador para ponernos los pelos de punta y meternos aun más en el misterio de la trama. Una radio portátil también nos permitirá movernos por el dial para interceptar emisiones extrañas. Y ese ruido de estática que acompaña durante todo el juego nos dará escalofríos cada vez que crepite anticipando una emisión paranormal que viene a darnos algún susto. Salvando las distancias, hemos sentido aquella sensación de terror que producía la radio de Silent Hill.

Oxenfree II: Lost Signals tiene unos gráficos como de dibujos animados, con un peculiar y atractivo diseño con los personajes y los entornos como dibujados a mano. La cámara siempre toma un punto de vista muy alejado, con un plano general que nos permite explorar todo lo que tenemos alrededor. Es un plano muy arriesgado y en los primeros compases es hasta molesto, porque no nos permite fijarnos en los pequeños detalles, ni acercarnos a los personajes, pero es algo completamente intencionado. Es otra de las peculiaridades de un título que nos quiere hacer sentir como contemplando una serie de televisión. No hay cinemáticas y todo el juego funciona 'de corrido', exceptuando los pequeños momentos de carga para entrar en un entorno nuevo. Todo ayuda a generar es atmósfera extraña del juego, como su genial banda sonora. Las conversaciones son en inglés, pero los textos en pantalla están doblados al castellano, al igual que los subtítulos.

En definitiva...

Oxenfree II: Lost Signals es una fantástica aventura gráfica pausada, tranquila, que brilla sobre todo por la estupenda historia que esconde sus momentos de exploración, conversaciones y escenas sobrecogedoras. No cuenta con difíciles puzles o mecánicas exigentes y parece indicado, sobre todo, para los fans acérrimos del género. Pero su estupendo apartado artístico y sus efectos retro hacen que te atrape y que no puedas parar hasta terminarla. Un producto sencillo y relativamente corto, pero muy bien acabado.