Análisis Final Fantasy XVI: la entrega más oscura, espectacular y redonda de una saga que ya es leyenda
Llega Final Fantasy XVI, la nueva entrega de una de las sagas RPG más conocidas apunta a pelear el juego del año
Jugamos a Final Fantasy XVI y todo apunta a uno de los mejores títulos de la saga
Hay videojuegos que marcan generaciones y sagas que llegan a puntos del alma del jugador que los transportan a lugares auténticamente increíbles. La forma de transmitir una historia, su epicidad, personajes e incluso escenarios hacen que todos tengamos nuestro título o saga preferida. Ya sea The Legend of Zelda, DOOM, Wolfenstein o la mismísima Final Fantasy de la que hablaremos largo y tendido son buques insignia en la industria de los videojuegos.
Pocos podían esperar lo que fue una idea a la desesperada por parte de Squaresoft podría llegar tan lejos. Porque como muchos sabréis, Hironobu Sakaguchi fue el encargado de ponerse a los mandos de un juego que sería el cierre de Squaresoft en los años ochenta dentro de una compañía que no había logrado el éxito. Algo que sí consiguió en ese momento con Final Fantasy, primer capítulo de la famosa serie RPG y que llegó a NES convirtiéndose en un auténtico superventas prácticamente al instante.
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Fruto de esos buenos resultados en ventas hemos pasado muchas generaciones donde los usuarios se han puesto a los mandos de 16 capítulos más sus extensiones como fueron en el décimo y decimotercero. También se ha apostado por un universo online en dos ocasiones al igual que múltiples spin-off que exploran personajes nuevos. Sin ir más lejos, Final Fantasy VII: Crisis Core del que recientemente os hablábamos e incluso Threarythm Final Fantasy llevando sus geniales bandas sonoras a muchos sistemas. Tampoco hay que obviar sus desembarcos a móviles e innumerables merchandising.
Hemos llegado al año 2023 donde Final Fantasy XVI, después de haberlo jugado, podemos decir que se postula como firme candidato al juego del año. Muchos esperaban que Final Fantasy VII Rebirth también estuviera dentro de este periodo pero deberemos esperar hasta el próximo 2024 para la continuación de la aventura de Cloud y compañía en PlayStation 5. Ahora bien, ¿merece la pena Final Fantasy XVI? Podemos decir rotundamente sí, un videojuego que ha sido diseñado minuciosamente para transportar tanto a jugadores veteranos como a aquellos que se inicien en la franquicia.
La historia de Clive Rosfield
En primer lugar, debemos hablar de la trama argumental del décimo sexto capítulo y que se ve influenciada en series televisivas como Juego de Tronos o Attack on Titan. Esto es algo que da un punto de vista diferente y de un corte más adulto y oscuro a este y que desde un primer momento se deja notar. Nos transportaremos al mundo de Valishea donde la población vive gracias a los Cristales Madre y que proporcionan los recursos suficientes para sobrevivir. Como ocurre en civilizaciones actuales y reales este recurso se está agotando produciendo que una serie de facciones de Valishea entren en conflicto. Esto es llevado a cabo por una serie de malvadas criaturas que avanzan con paso firme en este universo con la finalidad de aprovechar esto y hacerse con el control total.
En este universo también conviven los Dominantes, una serie de personas que poseen en su interior poderes sobrenaturales capaces de convertirse en invocaciones denominadas como Eikon. Estos Eikon son los que se han conocido siempre como invocaciones y que ahora serán estos propios personajes quienes darán vida al Fénix o Ifrit entre un largo etcétera. Una evolución que puede sonar disparatada pero que proporciona grandes momentos durante la trama. Es aquí donde tras varias secuencias veremos a nuestro protagonista, Clive Rosfield, quien a lo largo de su vida ha sufrido grandes calamidades que le han hecho volverse un fuerte guerrero. Tras la muerte de su hermano Joshua se embarca en una aventura con un objetivo claro: destruir los Cristales Madre y liberar Valishea del conflicto.
Su trama nos ha llamado la atención desde el primer momento y enganchará tanto a jugadores veteranos como primeros que se embarquen en esta obra dirigida por Naoki Yoshida. Como citábamos anteriormente, la influencia de series como Juego de Tronos han hecho mucho bien en Final Fantasy XVI proporcionando auténticas secuencias con batallas a gran escala, conflictos entre facciones de los reinos, subtramas personales entre personajes y un largo etcétera. Durante las aproximadamente 40 horas que dura el título se da rienda suelta a mucha acción y emotividad, empatizando de lleno con los personajes y disfrutando de una sobresaliente ambientación.
Un juego mucho más lineal
Entrando en términos jugables hemos de destacar dos puntos concretos. El primero de ellos es la exploración de los escenarios y que en esta ocasión se ha optado por proporcionar en ocasiones un juego más lineal y accesible que será disfrutable por cualquier jugador. Estos entornos son muy ricos en detalles, rincones que explorar y objetos que conseguir. Es más, Final Fantasy XVI premia a aquellos que se sumerjan de lleno en las localizaciones, obteniendo más guiles, pociones u objetos útiles. Esto es algo que además se agradece porque invita a adentrarse más en un bosque frondoso, un pantano o zonas desérticas sabiendo que algo bueno espera.
Controlar a Clive dentro de estos entornos es muy intuitivo, utilizando únicamente la palanca de control y por otra parte teniendo los comandos básicos para ejecutar un salto o interactuar con los objetos. Este tiene habilidades con las que podrá escalar, agacharse o adentrarse en zonas más estrechas con un simple movimiento del stick. Esto además se encuentra muy simplificado a través de una serie de grafismos en forma de flechas que indican el lugar al que dirigirse o la acción a realizar. Por otra parte, se incluye un mapa que consultar de manera rápida simplemente pulsando un botón y que indica nuestra posición y misiones y objetivos. Esto es algo que además ayuda a organizar el arsenal de misiones principales y secundarias.
El mundo de Valishea se encuentra plagado de contenido que realizar y que en cada rincón esconde algo distinto que realizar. Los puntos más candentes son las misiones principales con las que se irá desgranando la historia, trasladándonos a diferentes ubicaciones y con objetivos que realizar. Ya sea la exploración de un terreno concreto, ir tras la búsqueda de un objeto o personaje o simplemente combatir contra hordas de enemigos, se proporciona la suficiente diversión. Hemos de decir que estas misiones son muy variadas y divertidas. Lo mismo podemos decir de sus objetivos secundarios, que en ocasiones son otras subtramas o tareas pasivas que ir cumplimentando con el paso de las horas. Un punto positivo respecto a estas es que pueden mostrarse en la pantalla como en algunos juegos MMORPG para ir viendo su progreso y recordar qué es lo que debe realizarse.
Un sistema de combate frenético
Uno de los puntos más sorprendentes e importantes es su sistema de combate. En un inicio tendremos la percepción de que es muy complejo pero este ha sido bien explicado a través de pequeños tutoriales que irán indicando las acciones básicas en los momentos adecuados. Sea como fuere, encontramos un sistema frenético en el que movernos por áreas delimitadas y donde los enemigos campan a sus anchas. Estos enfrentamientos se basan en combinar distintas acciones como son la espada de Clive, alternando con magia como el pyro o usando su propulsión ígnea. Son muchas las habilidades que se irán desbloqueando con el paso de las horas y que cuyas combinaciones dan lugar a espectaculares combos.
Estar en constante movimiento dentro del área de combate es muy importante porque aunque parezca que los enemigos y jefes tienen una inteligencia artificial bastante sencilla y accesible irá creciendo con el paso de las horas y siendo muy desafiante. Clive tiene comandos para esquivar y al mismo tiempo fijar enemigos concretos para acabar con ellos. Algo que es de bastante utilidad es intuir los movimientos del contrario para esquivar y tener unos segundos muy valiosos para contraatacar sus ataques. Otro apartado importante es el Ímpetu, todos los enemigos cuentan con este y se irá reduciendo conforme reciban golpes. Una vez su barra de Ímpetu quede totalmente gastada quedarán confusos durante unos segundos y será el momento concreto para asestar los mejores combos. Es aquí donde hay que insistir en que conocer estas mecánicas básicas definen la victoria en la batalla.
Final Fantasy XVI cuenta con un sistema de secuencias quick-time-event donde se desarrollarán acciones devastadoras y espectaculares. Hay que permanecer muy atento porque estas duran pocos segundos y dependiendo de su color servirá para esquivar, contrarrestar o asestar el golpe definitivo. Estos momentos marcan también la diferencia en cuanto a epicidad, siendo fan service en muchas ocasiones y dando una gran espectacularidad.
En los combates no estaremos solos ya que contaremos con la presencia de Torgal, un can muy útil tanto fuera como dentro de ellos. Este sirve como soporte al que podrán proporcionarse comandos para atacar y mantener entretenidos a ciertos enemigos para aprovechar y asestar varios golpes a un rival. Durante las fases de exploración Torgal nos será de gran utilidad para guiarnos y saber por dónde avanzar dado su gran sentido del olfato y orientación.
La presencia de los Eikon
Si por algo destaca también sus combates son por los espectaculares momentos con los Eikon, siendo las invocaciones que siempre hemos tenido a disposición en Final Fantasy. Estos son sin duda los momentos más espectaculares del título y proporcionando combates con temas de gran calidad y epicidad así como diferentes mecánicas. Uno de los más representativos y que se ha podido disfrutar en su versión demo es el del Fénix donde se tendrá un shooter sobre raíles en el que abatir al rival. Hay muchos otros Eikon que se descubrirán a lo largo del título y con sus combates por lo que os animamos a que los juguéis.
Cada vez que se salga victorioso de un combate se ganarán puntos de experiencia que como es habitual en la serie se repartirán de forma automática entre los diferentes atributos. Una vez se suba de nivel se tendrá acceso a un completo árbol de habilidades en los que desbloquear diversos movimientos y habilidades pasivas que mejoran al personaje. Este es muy similar a los vistos en los RPG de la actual generación proponiendo gastar una serie de puntos en estos para desbloquear una habilidad y movimiento y poder acceder a la siguiente de manera sucesiva. Este sistema a pesar de parecer algo anticuado es útil, accesible y que permite ver todo lo que se ha desbloqueado a lo largo de la partida.
Otro punto interesante en Final Fantasy XVI es la Guarida donde Clive podrá realizar infinidad de actividades. La primera de ellas y más útil es la de acceder a un simulador de combate donde dar rienda suelta a las habilidades, luchar contra enemigos y probar diversos comandos y combos. Aparentemente este no parece lo suficientemente atractivo pero incorpora una alta cantidad de comandos de personalización para asemejar a cualquier lucha que pueda tenerse a lo largo de la aventura. En este lugar también se encuentran tiendas donde adquirir piezas que mejoran el equipamiento de Clive y al mismo tiempo mejorarlas con objetos y materias que hayamos encontrado a lo largo de la aventura. Este sistema también es bastante sencillo e intuitivo y es muy recomendable que estemos atentos a lo largo de la aventura para poder llevar siempre el mejor equipamiento defensivo y de ataque.
Como veis son muchos los puntos positivos que incorpora Final Fantasy XVI aunque hay otros que no podrían gustar a los fans. Uno de ellos es la ausencia de un mundo abierto en muchos momentos sino teniendo la exploración de diferentes lugares que son dirigidos a través de caminos. Es entretenido pero no proporciona la suficiente libertad que un jugador podría pretender. Por otro lado, las secuencias pueden volverse algo largas para determinados usuarios y resultar demasiada información la que retener durante estas.
Técnicamente sobresaliente
En cuanto a lo técnico debemos decir que Final Fantasy XVI rinde de manera sobresaliente y óptima en PlayStation 5. Es un juego que viene con las ideas claras de exprimir al máximo el hardware y por momentos lo consigue. Como es habitual tenemos dos opciones de configuración, una para el rendimiento y otra para la calidad. Primando una la resolución y la otra el número de FPS que se ejecutan. Ambas cumplen a la perfección y lucen muy bien en cualquier televisor.
En cuanto a los escenarios hay que hablar no sólo de su extensión en cuanto a recorrido sino a la cantidad de detalles que esconden dentro de ellos. Es una gozada explorarlos, ver cada palmo de ellos y hallar todos los secretos que escondan tras de sí. Estos han sido muy bien trabajados y no proporcionan la sensación de estar vacíos, al contrario, tienen personajes con los que interactuar y objetos que encontrar. Su foto-realismo es excelente, tanto que gozan de una gran fluidez. Eso mismo también repercute en los personajes, luciendo de manera fidedigna y teniendo movimientos, animaciones y gestos faciales muy bien representados. A eso mismo hay que sumar los sobresalientes efectos de iluminación y al mismo tiempo los de partículas, elaborados de forma eficiente.
Su banda sonora es sobresaliente, con composiciones y notas que se acoplan de manera excepcional a la historia y trama argumental. Contamos con temas cargados de una gran calidad que son totalmente nuevos, orquestaciones y arreglos de temas clásicos. Asimismo, hacer una mención especial al doblaje tanto inglés como japonés del título con grandes actores y selección de voces. Lo mismo podemos decir del español latino que llega para poner el idioma castellano por vez primera a la saga.
En definitiva…
Esto es todo lo que ha dado de sí Final Fantasy XVI. Es uno de los claros candidatos a juego del año y es por motivos más que obvios. Es un gran título que ha sabido reinventar la formula, otorgar cosas totalmente nuevas en cuanto a cuestión de sistema de combate y mecánicas jugables. Técnicamente exprime el hardware de PlayStation 5 y a través de su trama y banda sonora cuenta una gran historia. Muchas horas son las que permite disfrutarse el título, rondando las 70 horas completar tanto misiones principales como secundarias. Tanto si eres un fanático de Final Fantasy como si no, es un juego que te encantará.
*Hemos realizado este análisis con una copia de Final Fantasy XVI para PlayStation 5 proporcionada por Plaion.