Star Wars es un producto virtualmente inagotable, una basta galaxia donde ocurren todo tipo de cosas, donde el día a día de cada planeta es una fuente de aventuras, donde cada persona tiene una historia y cada historia esta hilada por la Fuerza. Esa magia es la que permite a la franquicia creada por George Lucas expandirse sin dificultad, con historias de todo tipo. En este sentido la franquicia en está tomando buenos rumbos, ampliando el universo mucho más allá de los trucos de manos y las peleas con sables, dándonos nuestras buenas raciones de mandalorianos y clones rebeldes, no sin dejar de lado lo que hace mágico y especial este mundo.
El boom de las series de la mano de Dave Filoni y Jon Favreau tiene que ser caldo de cultivo para relanzar otro medio donde la franquicia ha generado multitud de adeptos, los videojuegos. Desde los llamados KotOR a los primeros Battlefront, pasando por juegos basados en la trilogía precuela –sorprendentemente buenos para estar basados en una película- Star Wars tiene una larga saga de éxitos en este medio por su inherente facilidad para crear historias o situaciones llenas de acción y heroicidades. Y es en esto que el protagonista de hoy, Cal Kestis, tiene mucho que decir.
El éxito de Jedi Fallen Order, donde seguíamos al joven padawan Cal Kestis a través de la caída de la Orden Jedi y su inmediata supervivencia nos ha guiado hasta una segunda parte, Star Wars: Jedi Survivor. Otro título de acción, aventuras y plataformas con leves toques Soulslike que es un calco de la primera parte en lo mecánico, pero añadiendo capas más complejas y enemigos más infames. Nosotros hemos jugado al título de Respawn en consola, donde el rendimiento era ligeramente mejor los primeros días, concretamente en PS5, aunque también está disponible en Xbox X/S y PC.
Del rendimiento hablaremos más adelante, por ahora centrémonos en seguir a Cal Kestis en su nuevo viaje. En Jedi Survivor a Cal ya le ha salido pelo en la cara, podemos elegir el estilo incluso, es un muchacho, un caballero jedi. Un jedi abrumado por el tremendo poder que el Imperio sigue amasando a pesar de sus años saboteando y luchando junto al mencionado, no visto, Saw Gerrera. Después de un pequeño desliz en Coruscant, Cal acaba en Koboh, un pequeño planeta del Borde Exterior y principal escenario del juego, lugar donde está ahora afincado uno de sus compañeros en el anterior juego, Greez. Las circunstancias lo llevarán a aprender más de la Alta Republica, un período de prosperidad y tecnología sin par, mucho antes de la degenerada Republica previa a su caída. Incluso se encontrará con un jedi superviviente de esa época, que había estado en estasis todo este tiempo. Junto a este descubrimiento Cal encontrará un indicio de un planeta de difícil acceso que podría ser perfecto para esconderse del Imperio, lo que lo llevará a recorrer varios planetas para obtener información y los medios para llegar.
La historia se presenta de manera súbita pero intrigante, queremos saber más de todo, la Alta Republica, el planeta misterioso, la razón de su abandono, etc. Poco a poco iremos descubriendo más, aunque al final del juego habrá todavía muchas incógnitas pendientes, flecos que no sabemos si se desvelaran en un futuro por algún DLC, otro título o directamente nos quedaremos con ellos para siempre –o hasta que Dave Filoni lo tape, que es a lo que se dedica últimamente-. Lo que si podemos decir es que la historia da muchas vueltas para acabar en el mismo sitio, pero con la solución, de hecho el juego hace esto con muchos de sus desafíos de plataformas. Al final todo nos lleva a Koboh donde se encuentran todas las respuestas. Koboh tiene una gran importancia y muchos secretos, el asentamiento principal y su cantina serán el lugar de encuentro de muchos de los npcs que nos encontremos, dándole mucha vida y una sensación de evolución constante, tanto que según avancemos la historia y conozcamos a los personajes que se van concentrando a su alrededor, también desbloquearemos secretos y cofres.
El enemigo principal en este caso no será el Imperio, aunque nos enfrentaremos en continuas ocasiones con ellos. Aunque los que toman las riendas del conflicto son los Piratas del Caos, unos bandidos que asolan el planeta, dirigidos por Rayvis, un tipo peculiar y que tiene intenciones que van más allá de lo básico. Lo mejor que tienen estos delincuentes es que traen de vuelta a unos enemigos temibles a la vez que desternillantes, los droides de las Guerras Clon. Toda su gama, desde los básicos B1 y sus conversaciones hilarantes, hasta los temidos Droidekas, pasando por los comandos presentados en el universo expandido o la Magnaguardia que acompañaba a Grievous. De hecho, veremos auténticas reliquias como una inmensa Lucrehulk varada en un pantano –la nave que destruye Anakin en la primera película-.
La variedad de enemigos teniendo a toda la gama de imperiales del Fallen Order, junto a los nuevos piratas y viejos droides conocidos y las bestias propias de cada planeta, hace que los enfrentamientos sean bastante diversos y entretenidos y que cuando se acumulan varios enemigos pasen a ser bastante exigentes, sobre todo en dificultades más altas. Lo que si es cierto es que los enemigos más especiales y jefes que nos encontramos en Jedi Survivor se repiten bastante. Faltan enemigos únicos, siendo muchos jefes enemigos comunes con nombre, que no realizan ningún ataque o mecánica diferente, solo pegan más y tienen más vida. Incluso los enfrentamientos más únicos se refríen varias veces dando una sensación bastante plana en general.
Lo que si podemos decir a favor de esto es que a base de enfrentarnos a los mismos enemigos hemos podido comprobar lo bien hecho que están los combates, según los enemigos a los que nos enfrentemos. Nos explicamos. A lo largo del juego nos enfrentaremos a varios enemigos especiales, algunos serán monstruos –algunos de ellos terriblemente irritantes, como un sapo gordo-, otros enemigos que harán uso de blasters o electrovaras o armas cuerpo a cuerpo normales. Sin embargo, habrá otros que usen espadas laser, pero de esos tendremos dos tipos, los jedi y los no jedi. La diferencia es abismal, tanto en patrones de ataque como en dificultad. Mientras que un jedi está entrenado en su uso y formas, además de usar sus capacidades aumentadas gracias a la fuerza para manejarla sin peligro, un mercenario cualquiera que se ha encontrado una espada escarbando en cualquier parte es un novato sin capacidad alguna que se está peleando por no cortarse él mismo un brazo o la cabeza, lo que hace sus ataques predecibles y fáciles de contrarrestar, además de no poder soportar un combate más agresivo.
Esto nos lleva a la forma de pelear de Cal, se nota que con el paso del tiempo su dominio es mayor y tiene más soltura. Con lo que en Jedi Survivor tenemos muchas más posibilidades y un gran añadido, las posturas. El combate es similar a Fallen Order, pero las posturas nos permiten modificar nuestro patrón de ataques y nuestras habilidades, dejándonos una buena selección con la que aprovechar nuestras ventajas en cada combate. Estas posturas además beben directamente de las 7 formas del combate con sables laser, el principal pilar que todos los jedi aprenden y que modifican sus ataques según se sientan más cómodos o requieran según el peligro que enfrenten. De hecho, podemos ver fácilmente como cada una de las 5 posturas que tenemos disponibles se asemeja a algunos de los estilos que ya hemos visto en la gran y pequeña pantalla, como por ejemplo el estilo del Conde Dooku o Darth Maul. Además, con el árbol de habilidades y unas mejoras llamadas ventajas, podremos potenciar los estilos que más usemos o con el que nos sintamos más cómodo.
Si hay algo que le falta a Jedi Survivor es algo más de personalización no cosmética, algunos elementos más RPG que lo acerque a lo visto en los nuevos títulos de God of War, sin llegar al puro RPG de los KotOR, algo con lo que sintamos que todo lo que recogemos del suelo o en lo que nos podemos gastar las monedas que vamos encontrando no es meramente un adorno si no que potencien algún parámetro del personaje. Que todo lo que podamos llegar a conseguir sean pinturas y ropas nuevas o estilos de pelo diferentes le quita un poco de aliciente a la exploración pues nuestra recompensa es para que podamos lucir nuestro estilazo ante NPCs sin sentimientos ni sentido de la moda.
Como hemos dicho antes la mayoría de la aventura se concentra en Koboh, aunque también nos moveremos bastante por el planeta Jedah y algunos más, aunque estos mapas ya no serán igual de grandes. Esto nos mostrará varios estilos de escenarios que desde luego nos dejarán alucinados en más de una ocasión, incluso en Koboh nos encontraremos con varios tipos de ecosistemas. Por lo que rara vez nos cansaremos de andar por los mismos sitios. Los mapas están estructurados en varios niveles, en los más pequeños nuestro rango de movimiento está muy limitado, sin embargo, en los más grandes nos daremos cuenta de que hay muchos recovecos y estructuras con las que interactuar, aunque no estén pensados para ello. Nos encontraremos muchos puzles en nuestro camino y esto nos ayudará a resolverlos, la mayoría están pensados para ser resueltos de una manera concreta, aunque si pensamos algo fuera del tiesto y somos lo suficientemente obstinados igual podemos resolverlo de una manera completamente distinta.
El tono de Jedi Survivor es el mismo que teníamos en Fallen Order, con momentos muy oscuros que nos recuerdan que la Galaxia no es un sitio agradable pero también con momentos más relajados y líneas de dialogo que liberan tensiones. Pequeños oasis de risas y diversión, casi todos de la mano de droides –sobre todo B1- que nos recuerdan la esperanza de una Galaxia mejor. Aun así, las situaciones a las que nos enfrentamos mientras encarnamos a Cal se sienten algo más profundas en esta segunda entrega, en la primera casi todo lo malo se concentra en los primeros compases del juego, durante los acontecimientos de la Orden 66, donde ya sabíamos el desenlace. Sin embargo, en esta nueva entrega de Respawn, el vaivén de emociones se da en todo el juego, en situaciones que a veces vemos venir y en otras donde el punto de negación nos lleva a dejar de lado el mando y ponernos a pulsar el botón de no en repetidas ocasiones al estilo Grogu.
Dejando de lado los escenarios, el resto del apartado de diseño está muy bien trabajado, con la vuelta de los droides el diseño no se queda ahí, la mayoría de ellos están modificados por los piratas para que vuelvan a funcionar después de tantos años con lo que los patrones de colores, piezas o directamente su uso puede cambiar.
Pero nada funciona de verdad en Star Wars si no hay una orquesta dando la banda sonora y en eso Jedi Survivor no falla. La banda sonora mezcla sonidos nuevos con el gran repertorio que ya tiene la franquicia, que no acaba ahí pues también podemos encontrarnos temas musicales a lo largo del juego que amplían el rango musical a otro tipo de géneros musicales, como el tecno o el rock, siempre con su toque alienígena. Todo se integra junto en la jugabilidad para darnos ese extra de tensión en las peleas o relajarnos mientras damos unas vueltas montados en un chocobo espacial.
Jedi Survivor nos dará entre 30 y 50 horas de juego, dependiendo de lo completistas que queramos ser y de la dificultad que escojamos, además cuenta con modo + donde podremos desbloquear nuevas ventajas y cosméticos. En cuanto a rendimiento tenemos que hablar de dos momentos, el momento de salida y escasos días después. De salida fue un desastre en PC, como bien se ha sabido, aunque en consola funcionaba relativamente bien, no para la generación en la que se enmarca pero era jugable y disfrutable. Con el parche que salió varios días después ha mejorado bastante, todavía faltaría cuadrar algunos tiempos de espera, saltos de frames en sitios amplios y en general que vaya más fluido pero al menos ahora podemos disfrutar de las cinemáticas como toca y no con bajadas de fps. Todo esto hablando en el modo rendimiento, no nos hemos ni atrevido a poner el modo calidad.
Jedi Survivor es un título continuista en lo jugable, añadiendo nuevas mejoras para que no se sienta exactamente igual a su predecesor. Con una historia que engancha pero dejándonos con ganas de más, a pesar de la cantidad de horas que se le pueden echar se hace verdaderamente corto sin aprovechar tanto la galaxia y sus planetas como cabría esperar. Sus jefes y enemigos legendarios se hacen algo repetitivos, pero se compensa con enemigos genéricos desafiantes y carismáticos, además de notarse un profundo entendimiento de lo que significa blandir un sable laser dependiendo de la mano que lo maneje. Sin embargo, su mayor pega viene de un rendimiento que de salido ha dejado mucho que desear en un título que viene de Respawn y EA, empañando su esperado lanzamiento y que estaba a días de ser parcheado a niveles más aceptables, una jugada que pocos entenderán y no precisamente por ser de genios.