Análisis de Resident Evil 4 Remake, cuando mejorar una obra maestra es posible
Capcom pone el listón muy alto con el remake de su obra maestra, Resident Evil 4
Resident Evil 4 ahora es mucho mejor juego, aunque guarda la esencia del título que nos enamoró a todos
Una obra maestra merece una reinterpretación a la altura de las circunstancias. Ese es el constante problema al que Capcom se enfrenta con la serie de remakes de las distintas entregas de Resident Evil, ya que los juegos modernos se ven constantemente comparados con las obras antiguas. Esa equiparación es la que ensalzó, por ejemplo, la revisión de Resident Evil 2, y la que acabó por dejarnos con la sonrisa torcida cuando llego el momento de volver a visitar Resident Evil 3, que decepcionó.
Con eso en mente ha llegado el momento de volver a la España de Resident Evil 4, un juego que en el año 2005 revolucionó los juegos de acción y el género de los survival horror, haciendo que la serie de Capcom tomará unos derroteros completamente diferentes desde entonces. Una obra maestra que, además, se ha versionado a casi infinitas plataformas, consiguiendo pervivir en el imaginario de todo jugón incluso más fresco que las anteriores entregas de la franquicia. En resumidas cuentas, el listón no puede estar más alto y las expectativas son máximas con el remake de Resident Evil 4.
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Empezar por el final
Las conclusiones siempre suelen dejarse para el final. Sin embargo hoy vamos a hacer una excepción por las circunstancias únicas y expectación máxima alrededor de Resident Evil 4. Con este título Capcom ha elevado el listón en cuanto a revisiones de su serie de juegos de terror. Resident Evil 4 es ahora un mejor juego, que se permite el lujo de cambiar y evolucionar respecto a la fórmula original. Las sensaciones son las mismas: terror, tensión, satisfacción al superar los retos… Y el camino es similar, pero la desarrolladora no ha tenido miedo a retocar los distintos elementos de la fórmula original para conseguir un resultado que esté a la altura de lo que esperamos de un juego TOP en 2023.
Leon sigue visitando un pueblo de la España profunda en 1998. La sucesión de eventos es similar en ambos juegos, hay montones de enemigos e incluso jefes finales que se repiten… Pero todo tiene un olor a nuevo que revitaliza una producción legendaria. Por ejemplo, ahora hay más enemigos, con más ataques y rutinas, que van a la par de una ampliación de capacidades del protagonista (por ejemplo ahora puede moverse y disparar a la vez). Al final Capcom ha jugado con una baraja que incluye todos los elementos clave del original, pero además ha añadido un par de palos extra que, en todos los casos, hacen que Resident Evil 4 brille con aún mayor maestría.
Lo viejo, lo nuevo y mucho más
Para que nos entendamos. Resident Evil 4 pretende ser un viaje por el mismo parque de atracciones que visitaste cuando eras niño, pero aprovechando las tecnologías, conocimientos y posibilidades de hoy en día. La historia es la misma, las paradas del viaje de Leon y Ashley también, pero lo que pasa en distintos momento y el diseño de muchos escenarios no es exactamente igual. Todo rezuma esencia clásica, pero hay retoques aquí y allá para que el incesante ritmo del juego original siga manteniéndose intacto 18 años después a pesar de los cambios en el gameplay.
Hay pequeñas secciones y enfrentamientos del juego de 2005 que desaparecen, y a partir de la segunda mitad de la aventura Capcom se ha tomado más libertades para modificar enfrentamientos, secciones del mapa y distintos momentos… Con un resultado estelar en todos los casos. En general se ha mantenido la esencia del título que encandiló a una generación, y además cambió un género (y la propia industria del videojuego), mejorando todo lo que podría mejorarse.
Jugar a Resident Evil 4 hoy es una auténtica delicia. Un viaje con un ritmo endiablado que dura más de 15 horas, y en el que cada 5 minutos se renueva la propuesta con un giro de guión o jugable que busca volver a llamar tu atención. Tan pronto estamos tratando de resolver un puzle (atención que los hay nuevos), como tirando de sigilo para acabar con un garrador, o a punto de recibir un sustazo que no vimos venir. La aventura sigue siendo bastante lineal, eso hay que reconocerlo, pero en líneas generales todo ha cambiado a mejor.
El mejor ejemplo lo vemos con Ashley, que ya no es tonta de remate y se comporta con cierto sentido cuando comienza a acompañarnos en la aventura. Además, mientras que en el original tenía su propia barra de vida y necesitaba ser curada con las contadas hierbas que tuviéramos en nuestro inventario, ahora el sistema es diferente y se siento con mucho más sentido. De la misma manera casi todos los enemigos finales cambian o evolucionan para ser más divertidos, con algunos momentos realmente inspirados en este sentido. Se trataba de algo necesario dada la evolución en las capacidades de Leon. Los cambios son profundos, y el resultado es que, tanto si jugaste al original, como si no lo hiciste, Resident Evil 4 es una montaña rusa a la que necesitas subirte.
¡Detrás de ti, imbécil!
Por supuesto estos ajustes y retoques no se quedan solo en la jugabilidad (rutinas de enemigos, puzzles, combates, exploración), sino que también tocan la narrativa del juego de una manera sutil y a la vez elegante, añadiendo más profundidad al guión, pero siempre con sumo cariño hacia la obra original. Se ha dado más peso y sentido, por ejemplo, a Luis Serra (Sera en el original), y ahora sus acciones tienen más sentido. Lo mismo con Ashley, que deja de ser una mera marioneta para demostrar su carácter y voluntad de ayudar a Leon siempre que puede. No se cambia, en general, la evolución y eventos más importantes de la historia, pero se enriquece todo el trasfondo de Resident Evil 4 para que sea algo más que un mero tren de la bruja con situaciones emocionantes cada 5 minutos.
Eso sí, no todos los cambios han sido igual de acertados, ya que de vez en cuando echaremos de menos algún pequeño evento del original que aquí no se ha replicado o, incluso, echaremos de más alguna de las adiciones de esta versión. Es el caso de las misiones secundarias del Buhonero, que reducen el ritmo de avance, haciéndonos recorrer viejos escenarios de una manera un tanto innecesaria. Otro elemento que tampoco hace acto de aparición es el modo Mercenarios, que llegará en una actualización gratuita más adelante, ni tampoco la expansión protagonizada por Ada Wong, que se estrenó por primera vez en la versión PS2, y de la que no tenemos noticias actualmente. De esta forma, Resident Evil 4 incluye el modo campaña, que se puede jugar en 3 dificultades diferentes, y ya estaría.
Una visita guiada a la España profunda
Si esperabas que con esta revisión de Resident Evil 4 se aprovechara para poner al día el pueblo de Toledo y sus alrededores, y que no pareciera que vivimos anclados en el Siglo XIX, estabas muy equivocado. Este título de Capcom no redibuja la fantasía de esa España escondida que vive sin electricidad siquiera, por mucho que se añadan detalles visuales, nuevos modelos de enemigo (y de pueblerino), localizaciones rebosantes de elementos interactivos… En resumidas cuentas, que el encanto del juego original se mantiene intacto, pero se potencia el acabado visual para que aprovechen las tecnología del año 2023.
El patrón por el que el apartado técnico se rige es lo visto en los anteriores remakes de la serie. Es decir, encontraremos modelados detallados, escenarios de lo más rico y montones de efectos de luces y sombras, particulas, etc… Además hay que añadir que en esta ocasión aparecen más enemigos en pantalla de lo que solía ser la norma en la serie, y los escenarios son más abiertos y amplios que nunca. Todo un despliegue que rara vez decepciona, aunque sí que haya momentos de texturas que flojean o escenarios que no acaban de ser todo lo definidos que deberían.
Al menos la estabilidad de las imágenes en pantalla queda fuera de toda duda, y en consolas de nueva generación se ofrecen dos modos gráficos para elegir qué priorizar, si resolución o rendimiento. El resultado en ambos casos es más que óptimo, por supuesto.
Lo que también ofrece un resultado óptimo es la parcela sonora, que empieza en una nueva banda sonora repleta de pistas que remarcan los momentos tensos y de acción, y culminan con el nuevo doblaje al castellano, que nos libera del acento sudamericano de los habitantes del pueblo, para hacerles hablar como deberían dada la localización del pueblo en cuestión. Sus icónicas frases se mantienen, e incluso el tono es muy parecido, con lo que todo el carisma del mítico “¡Detrás de ti, imbécil!” y demás, permanece intacto para la ocasión. Un broche de oro para una producción tremendamente cuidada y que en pocas ocasiones se desvía del camino de la excelencia.
En definitiva...
Resident Evil 4 es un juego extraordinario, que está a la altura del título original, pero además aprovecha para poner al día todo lo que hoy resulta vetusto en aquel juego originario de GameCube. Capcom ha querido jugar a lo mismo que hizo con los remakes de Resident Evil 2 y Resident Evil 3, y ha conseguido un resultado que roza la excelencia. Hay pequeños detalles que hacen que no sea perfecto, pero en líneas generales podría decirse que estamos ante la resurrección soñada para todos los fans de esta franquicia. Tanto si jugaste al juego original, como si te pilla de nuevas, Resident Evil 4 es una parada obligatoria en el tapiz del videojuego del año 2023, y esa es la mejor noticia que podríamos darte hoy.