Dead Space Remake, las 6 razones para jugar al juego de terror perfecto
Dead Space, uno de los mejores juegos de terror espacial de todos los tiempos, ha vuelto renovado
Te contamos las razones por las que tienes que jugarlo si no lo hiciste entonces, o si quieres repetir
Echemos la vista atrás. En concreto al año 2008, y precisamente al momento en que Glenn Schofield y su Visceral Games decidieron sacar de entre los muertos (nunca mejor dicho) un género como el survival horror, con el sublime Dead Space. Se trataba de tiempos oscuros para aquellos que disfrutan de la tensión y los sustos del buen juego de terror, pues por aquellos tiempos hasta el más pulcro de los exponentes del género, Resident Evil, se había convertido en poco más que una demostración de puntería y casquería (qué buena rima).
Sin embargo, esta desarrolladora californiana propiedad de Electronic Arts pensaba que todavía había espacio para los ritmos tensos, los pasillos infinitos y los ruidos de ultratumba. Por eso trabajaron duro para crear el terror espacial de Dead Space, una obra que ha pervivido en las mentes del colectivo de jugadores hasta convertirse casi en un icono pop… A pesar de que fueran los propios responsables del juego los que, con sucesivas entregas, deshicieran el camino andado por el título original de la serie.
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Sin embargo, para satisfaccióin y goce de todos los aficionados al horror, Electronic Arts ha resucitado Dead Space en este 2023, casi 15 años después del lanzamiento original del juego, mejorando y refinando todo lo que aquel juego presumía y más aún. Estas son las 7 razones por las que aún hoy en día Dead Space sigue siendo el juego de terror perfecto.
Razón 1 - Ciencia ficción basada en los clásicos
Si piensas en ciencia ficción tienes que pensar en Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Dos maestros de la prosa del género que han dado pie a incontables historias más allá de sus universos propios, siendo inspiración para los creadores del género que vinieron después. Dead Space no es diferente, y su puesta en escena bebe directamente de sus enseñanzas. El ejemplo más claro lo vemos en el nombre del personaje, Isaac Clarke, que toma una palabra del cada uno de los autores clásicos ya citados. Visceral Games deja claro su amor por sus obras, y rinde homenaje a un título que nada tiene que envidiar.
Puede que Dead Space se centre más en algo tan concreto como una estación espacial que pide auxilio, pero durante toda la aventura va construyendo un mundo que se atisba apasionante, y que nos lleva más allá de los muros metálicos que nos separan del vacío espacial. Se atisba una civilización humana a la deriva, enganchada a cultos religiosos peligrosos, mientras Isaac Clarke tiene que preocuparse de sobrevivir y, de paso, descubrir qué ha pasado en la nave espacial en la que viajaba su mujer. Spoiler: va a haber muchos sustos de por medio.
Razón 2 - Ambientación de cine
Es inevitable recorrer los pasillos metálicos y no pensar en obras audiovisuales como Destino Final, Alien o The Thing, y cada una por motivos diferentes. De una coge la ambientación en su sentido más específico: una nave espacial gigantesca, repleta de incógnitas, pero también de amenazas. No sabemos qué hay detrás de cada esquina, y tan pronto puede ser una pista al misterio del USG Ishimura, como un enemigo esperando para convertirnos en puré. Ahí es precisamente donde también se ve el parecido con cintas como Alien, ya que los necromorfos, nuestras némesis, nos esperan potencialmente tras cada esquina, respideradero o puerta. ¿Recuerdas en Alien cuando los protagonistas disparaban sin sentido, aterrados ante la amenaza del xenomorfo? Eso es exactamente lo que sentirás cuando recorras los pasillos de la estación. Desde EA Motive, los responsables de la reciente revisión de Dead Space, lo llaman terror ambiental, y a ello contribuye sobremanera una realización técnica digna de las consolas más poderosas de la historia.
Razón 3 - Realización técnica insuperable
Porque el juego original ya resultó todo un espectáculo para su tiempo. Sin embargo hoy Dead Space va mucho más allá, convirtiéndose en un despliegue visual a la altura de muy pocos títulos hasta ahora. Los juegos de luces y sombras, los efectos de niebla, los precisos (y preciosos) modelados de personajes… Todo diseñado para jugar con tu percepción como jugador, para que aunque sepas que tras esa esquina hay un necromorfo con sus garras afiladas, te pegues un susto terrible que casi consiga que el mando se te escape de las manos.
Dead Space es un juego de última generación, y justifica más que de sobra que solo haya salido en la generación de consolas más reciente, la de PS5 y Xbox Series X/S. Y es que, al final, un despliegue técnico que permita dar un paso adelante en cuanto a ambientación necesita hacerse sin estar atado de pies y manos a una serie de máquinas con una década de recorrido a sus espaldas. No hay un solo pero que ponerle a esta nueva revisión… Salvo que sufras del corazón, y reces para que la ambientación fuera algo peor y menos realistas.
Razón 4 - Jugabilidad a prueba de bombas
Como decían en cierto anuncio de neumáticos: “la potencia sin control, no sirve de nada”. Por eso es clave que Dead Space se controle tan bien que hasta en la situación más complicada se siga disfrutando. Por fortuna los aspectos jugables se han tenido en cuenta con mimo en esta iteración de la franquicia. No solo se han mantenido las virtudes del juego original, colocándonos ante un juego que se viste con el traje de juego de acción, pero que tiene suficiente manga ancha para evolucionar respecto a lo visto en su momento.
Dead Space sabe manejar los tiempos, incluyendo más y más mecánicas en la ecuación, sin que acabe resultando abrumador. Al final, tras un buen puñado de horas seremos capaces de desmembrar enemigos, interactuar con el escenario, curarnos, cambiar de arma, explorar entornos y descubrir secretos sin que nos duelan los dedos ante peligrosas combinaciones de botones. Al final esa es una de las claves del éxito de este juego, que ofrece una constante evolución de su propuesta, sin variar el fondo: un título de terror espacial que busca la sorpresa constante, ya venga en forma de sustos, como de giros argumentales o jugables.
Razón 5 - Dominio de los tiempos
Todo en la vida tiene su momento. Los videojuegos no podían ser menos, y el terror se escapa aún menos de esta regla no escrita. Dead Space es la máxima expresión de esta afirmación, demostrando una continua capacidad para sorprendernos (y asustarnos). Al contrario de lo que ocurre, sin ir más lejos, en el primer capítulo de El Club de la Medianoche de Netflix, que bate el récord guinness de sustos (jumpscares en inglés), la obra de EA Motive sabe dosificarse para no cansar con cada respingo que damos.
Esa es una de las claves de esta producción. Y es que, si vamos sumando las distintas piezas del puzle, tenemos una ambientación de lujo, un título que se ve de escándalo, y se juega a las mil maravillas, una narrativa que rinde homenaje a los clásicos de las ciencia ficción… Y un ritmo de juego que no desmerece el resto de elementos de la ecuación. Además, no es solo los sustos, sino que también se mezclan con exito zonas de exploración, combates, algunos puzzles de lo más inspirados y se termina todo eso sazonando con una dosis de intriga y narrativa bien llevada.
Razón 6 - En el espacio nadie puede oir tus gritos
La banda sonora siempre sirve para poner el acento en las partes de una obra audiovisual que más interesan. EA Motive lo sabe, y además la acompaña de una serie de efectos de sonido a cada cual más terrorífico y apropiado para la ambientación espacial que Dead Space propone. El resultado: por momentos este survival horror parece más una película que un ‘simple’ videojuego. Si a esto además le añadimos un doblaje al castellano a la altura, acabaremos por dibujar por completo el boceto de este sensacional juego de miedo.
En definitiva...
Dead Space es un juego viejo que sabe a nuevo. Que asusta y agobia, pero solo cuando debe, y por las razones adecuadas. Una obra que sabe evolucionar a todos los niveles para seguir siendo interesante para una nueva generación de jugadores, ávidos de experiencias de nuevo cuño y emociones a flor de piel. En resumidas cuentas, es la demostración que lo viejo no tiene por qué saber añejo, y que el terror sigue estando de moda. Dead Space es una película de miedito que se disfruta con el mando en las manos, mientras te acurrucas debajo de la manta para que el siguiente susto no te haga saltar. Es una bendición en tiempos en que todo suena a peli de acción.