Análisis de Hogwarts Legacy: cuando la magia se puede jugar

  • Hogwarts Legacy es el mejor juego basado en esta licencia que jamás se ha realizado

  • Avalanche ha creado una carta de amor a los fans de Harry Potter con el envoltorio de un buen RPG de mundo abierto

Como Albus Dumbledore dijo una vez, “Las palabras son, en mi opinión no tan humilde, nuestra fuente de magia más inagotable”. Esa frase, que casi parece romper la cuarta pared si lo pensamos con cierta perspectiva, es completamente cierta. Y es que, efectivamente, J.K. Rowling creó solo con palabras un universo mágico, ilusionante, sorprendente y a la vez abrumador. Un mundo que ha conseguido trascender la simple escritura, para permear en cine, videojuegos y mucho más, hasta hacer que el llamado “Mundo Mágico” se convierta en parte del imaginario popular y de la cultura. 

Como no podía ser de otra forma, los videojuegos no se han mantenido ajenos a este universo de fantasía y aventuras, y desde 2001 hemos ido recibiendo montones de adaptaciones más o menos fieles a las novelas y películas, contándose las obras por decenas. Lo que nos lleva irremediablemente al año 2023, que es el que marca la llegada de Hogwarts Legacy, catalogado para muchos como el juego definitivo basado en este mundo, que tras numerosos retrasos llega a PC, Xbox Series y PS5, quedándose el resto de versiones del título (Xbox One, PS4 y Nintendo Switch) postergadas a una fecha posterior. 

¿Qué es la vida sin un poco de riesgo? - Sirius Black

Eso debieron pensar en Avalanche antes de embarcarse en la creación de esta aventura de acción, exploración y rol, de la mano de Warner Bros. Y es que su propuesta era ambiciosa: trasladarnos al Mundo Mágico como nunca antes habíamos experimentado. Sin libros que guien la historia, sin limitaciones más allá de las que impone su ambientación, y con la idea de dar a los jugadores una libertad nunca antes vista para explorar Hogwarts en todo su esplendor. Por fortuna el equipo de desarrollo son expertos en la creación de mundos de fantasía, como demostraron antes con Disney Infinity, su obra reciente más notable. El resultado nos ha dejado más que satisfechos, por mucho que el prolongado desarrollo de Hogwarts Legacy nos haya hecho dudar de la calidad de la calidad final de esta producción. 

Por fortuna podemos afirmar, y sin temor a equivocarnos, que Hogwarts Legacy es el mejor juego basado en esta licencia que jamás se ha realizado, siendo el sueño húmedo de cualquier fan de la saga. El nivel de detalle y cariño que hay plasmado en todas y cada una de las esquinas que recorreremos es digno de mención. No serán pocas veces las que simplemente dejes de explorar, o de hacer una misión, porque has visto un nuevo detalle que se convierte instantáneamente en una carta de amor traída por una lechuza, dirigida a todos los fans del universo que en unos cuantos años poblará Harry Potter, El Que No Debe Ser Nombrado y compañía

Porque esta aventura nos lleva años antes de la serie principal, al siglo XIX del Mundo Mágico, lo que ha dado libertad a Avalanche para crear su propia historia, y a la vez mantener los cimientos de este mundo. Para que nos entendamos. La historia y gran mayoría de personajes de Hogwarts Legacy son completamente originales (y por eso podemos crear un protagonista a nuestro gusto), aunque hay continuas referencias y detalles que los fans identificarán rápidamente. Lo cierto es que es toda una delicia vivir en el pasado de Harry Potter y jugar a adivinar las repercusiones de las acciones que estamos llevando a cabo para que todo tenga sentido cuando Dumbledore y compañía sean los protagonistas.

Un comienzo explosivo nos da la bienvenida según cobramos vida en el mundo mágico. Encarnamos a un alumno de Hogwarts que tiene el privilegio de ser aceptado en quinto año. Esta llamativa excepción se debe a que tienes un don especial: puedes ver los vestigios de magia antigua. En pleno trayecto a la Escuela de Magia y Hechicería, el ataque de un dragón pone todo patas arriba, precipitando el descubrimiento de un destino que grita tu nombre.

Este destino está terriblemente entrelazado con el temible Ranrok, el líder de la rebelión de los duendes. Este encuentro será el primero de una aventura oscura y profunda.

Pero no nos anticipemos, aunque está claro que se han escrito grandes cosas para ti en el futuro, hay que comenzar por la base. Un viejo conocido algo más nuevo esta vez, el Sombrero Seleccionador, elegirá que casa te acogerá entre sus miembros y empezarás tus clases, conocerás a tus profesores, a tus compañeros… y quizás a algún que otro enemigo.

Un mundo gigante lleno de posibilidades comenzará tras las puertas de Hogwarts.

“No sirve de nada preocuparse. Lo que venga, vendrá, y le plantaremos cara.” - Hagrid

Hogwarts Legacy, más allá de su argumento y ambientación maestra, es una aventura densa e intensa. Que apuesta por la exploración para que descubramos su mundo, mientras nos envuelve en un argumento interesante y fácil de entender. Tenemos libertad para movernos, e incluso podemos usar diferentes vehículos (o monturas más bien) para ir de acá para allá. Hay montones de tareas secundarias que realizar, decenas/cientos de coleccionables, una cantidad incontable de secretos que descubrir y una gran variedad de actividades. 

Es precisamente ese mundo, la aventura y las sorpresas que rodean a nuestro tiempo con Hogwarts Legacy lo que se convierte en el centro de la función, más que los combates o diálogos en sí mismos. No pararemos de vivir momentos mágicos  y es así cuando el título es más disfrutable. Y es que la luz de estas vivencias y descubrimientos contrasta con la oscuridad de su argumento que, sobre todo en la última parte del juego, envuelve todo para hacer incluso demasiado denso. 

Por eso conviene centrarse más en descubrir Hogwarts, explorar las Tierras Altas de Escocia, El Bosque Prohibido o Hogsmeade (entre otras localizaciones), lo mejor de este título de lejos. No es que las misiones principales flojeen, ya que de hecho son de lo más interesantes, aunque en cierto modo acaban resultando típicas. Combates, puzzles, montones de hechizos y algo de sigilo -un tanto forzado- son las paradas del menú de la línea principal de misiones que, por cierto, es casi completamente lineal. Sin embargo la mayor pega es que encontraremos un par de escollos a la hora de avanzar. Por un lado limitación de nivel para acceder a ciertas misiones. Por el otro las misiones de los profesores de Hogwarts, que tampoco son precisamente las más inspiradas. En total más de 20 horas como mínimo de diversión, que pueden ser muchas más a poco que te pierdas por este universo mágico. 

Porque más allá de las misiones principales, hay mucho que hacer en Hogwarts Legacy. Están las relaciones de amistad y, a parte, las misiones secundarias. Las primeras tienen un calado importante y su complejidad se puede comparar con las de la campaña principal. En cuanto a las misiones accesorias, la cosa ya varía más, con momento de recadero poco inspirado entremezclado con historias interesantes y alguna que otra sorpresa. A esto hay que añadir las actividades que pueblan el mapa, que son muchas, empezando por los puzzles de las Pruebas de Merlín, continuando por los animales a rescatar, y siguiendo por los campamentos, las pruebas de velocidad y mucho más. Siempre hay algo que hacer en Hogwarts Legacy. 

"Tú eres el débil, nunca conocerás el amor ni la amistad", - Harry Potter

Muy bien, pero… ¿toda esta exploración y misiones tiene algún tipo de cemento que sirva de denominador común para los momentos en que no descubrimos cosas nuevas o disfrutamos de su narrativa? Así es, ya que Hogwarts Legacy tiene su base en distintos sistemas roleros que acaban dando mucha más enjundia al producto final. El mejor ejemplo es la continua recolección de nuevo equipamiento, al más puro estilo de lo que vemos y disfrutamos en juegos como Destiny 2. Tambiéne está la personalización de la sala de los menesteres, la creación de pociones, el cuidado de los animales que rescatemos… Y, por supuesto, su sistema de combate. 

Aquí todo empieza sencillo, pero se van añadiendo capas y capas de sofisticación para añadir variedad. Por un lado está el ataque básico, por otro los hechizos, que son de lo más variado y, además, se pueden mejorar en el árbol de talentos, y finalmente la magia antigua. Los combates no son especialmente complicados, pero sí que son divertidos. Por momentos nos recuerdan a los de la serie Arkham, salvando las distancias, lo que nunca puede acabar mal. Al final tenemos a nuestro alcance muchas herramientas y el control puede resultar engorroso en ocasiones, pero nada que impida seguir disfrutando de Hogwarts Legacy. 

"Discúlpame, pero no me gusta la gente solo porque sea atractiva", Hermione Granger

En cuanto a los apartados técnicos de Hogwarts Legacy, casi todo son buenas palabras. La representación de cada escenario, la atención al detalle, las físicas realistas que nos permiten interactuar con distintos elementos del decorado, los efectos de luces y sombras, las texturas… Una verdadera delicia que satisfará tanto a los fans de la licencia, como a los más exigentes en el plano gráfico, aunque los modos gráficos disponibles en las versiones de consola distan de ser perfectos si somos sibaritas del apartado visual. 

También hay pequeñas taras en el acabado aquí y allá, como pasa cuando nos fijamos en algunos de los alumnos y personajes random que pululan el Mundo Mágico, o ciertos fallos visuales y de programación que nos sacan un poco del realismo de la ambientación. Por ejemplo que un mago atraviese un muro no debería resultarnos extraño en el contexto de Hogwarts Legacy, pero hay ocasiones en las que eso está simplemente mal. Del mismo modo la luz no es todo lo consistente que debería, y percibiremos algún salto en la iluminación. Pequeños fallos, sí, pero que hacen que el nivel del juego de Avalanche baje un mínimo (aunque seguramente la desarrolladora acabe solucionando algunos o todos estos fallos con sucesivas actualizaciones). 

En términos sonoros tenemos menos pegas, con un doblaje al castellano correcto, una banda sonora estelar, con reminiscencias de la usada en las películas, y una serie de efectos de sonido que consigue añadir ese plus a la ambientación de Hogwarts Legacy. 

En definitiva...

Hogwarts Legacy es una carta de amor a todo potterhead que se precie. Rebosa detalle y cariño a cada paso que damos, permitiéndonos recorrer el Mundo Mágico como nunca lo habíamos hecho. Además su mezcla de acción y rol resulta de lo más acertada, y aunque hay pequeños detalles que podrían mejorarse, el resultado final es simplemente memorable. Uno de los mejores juegos en lo que llevamos de 2023, y eso es mucho decir. 

Eso sí, por mucho que te guste Hogwarts Legacy, ten en cuenta que, como decía Albus Dumbledore "No es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir".