Warhammer está siendo últimamente bastante prolífico en lo que a videojuegos se refiere, siempre lo ha sido pero encasillado en unos géneros de nicho. Ahora está ampliando horizontes, explorando otro tipo de géneros que quedan como un guante en los amplios universos que controla Games Workshop. En el caso de hoy tenemos a Warhammer 40K: Shootas, Blood and Teef, un título de acción con plataformas en 2D que recuerda a los míticos de arcade como Metal Slug o al más reciente Guns, Gore and Cannoli, este último de los mismos desarrolladores, Rogueside. Disponible en todas las plataformas de antigua y nueva generación, además de en PC, nosotros lo hemos probado en PS5 donde la experiencia podría haber sido más placentera.

En Shootas, Blood and Teef encarnamos a un orko, una de las razas más carismáticas de todos los universos de Warhammer. La concepción de los orcos en otras narrativas tiende a ser de ser maligno, brutal y con tendencia a la guerra, si bien no es una concepción que se aleje de lo que representan en Warhammer, tiene varios matices. En este universo no son intrínsecamente malos, son una raza brutal y 'aztuta', con tendencia a la guerra pero siempre para buscar una buena pelea, su comportamiento y su forma de expresarse y hablar los hacen el desahogo humorístico sin embargo tomárselos en broma puede ser fatal cuando sacan sus armas y vehículos hechos de chatarra.

No hay nada que le guste más a un orko que una buena pelea y mucho dakka (potencia de fuego) y eso es todo lo que Shootas, Blood and Teef tiene que ofrecer. La selección de armas es bastante grande, al punto de ser hasta difícil cambiar al arma deseada, y alcanza su máximo potencial si jugamos con amigos. Contamos con 4 clases que en lo esencial no se diferencian en gran medida unas de otras, sin embargo tienen ciertas habilidades que los hacen lo suficientemente diferentes como para no querer repetir. El resto del juego se basa en la simpleza del camino orko, avanzar y matar a todo el que se ponga en medio, da igual lo grande que sea.

La manera de desbloquear las armas y otros cosméticos viene dada por el 'mecániko' que nos intercambiara unos valiosos 'piñoz' por su selección de armamento, a cada cual máz brutal o 'aztuto'. Los 'dientez' se recogen en cajas que se encuentran a lo largo del escenario, a veces delante de nuestras narices y otras veces escondidas detrás de algún escondrijo al que acceder puede ser un pequeño rompecabezas.

Nuestro valiente orko no solo se tendrá que abrir paso a través de humanoz, mutantez y marinez ezpacialez, también tendrá que enseñarles una lección a otros orkoz. Asi es como se plantea la historia, un orko o cuatro, contra todo un mundo y todo por un garrapato peluca. ¿Qué es un garrapato peluca y por qué es tan importante? Los garrapatos son bichos que viven en simbiosis con los orkos, allá donde hay orkos y gretchins hay garrapatos, voraces y con muy mala leche, proporcionan todo de tipo de utilidades a los orkos, desde comida a mejoras tecnológicas. Pero sin duda, una de las utilidades más importantes para un orko con las pelucas, los propios orkos no tienen pelo pero hay garrapatos con pelo que pueden hacer esa misma función si muerde al orko para sujetarse.

Está simple razón cargada de significado es la que hace que nuestro protagonista busque gresca y al líder de su Waaaaggghhh! para recuperar su elegante y distinguido garrapato peluca. Esta hilarante razón se une al resto de elementos que hacen de Shootas, Blood and Teef un título entretenido y cargado de comedia con una duración aproximada de 6 horas dependiendo de cuanto queramos sufrir o de nuestra habilidad para hacer sufrir al resto.

Las cinemáticas son el hilo conductor de estos elementos donde el estilo cartoon de la animación junto a los delirantes diálogos y el contrapunto serio de algunos enemigos, hacen del apartado gráfico de Shootas, Blood and Teef una caricatura del mundo de Warhammer visto desde el punto de vista de un orko. Esto hace al hecho de aguantar la risa una tarea titánica en más de un momento del título.

La animación como hemos dicho es estilo cartoon, sin embargo dentro de ese estilo que a primeras parece simplista, cada escenario está cargado de detalles y estética propia del juego de mesa. Es un estilo que casa a la perfección con la chapuza orka que son sus construcciones y armamento. Cuyo fin es potenciar la narrativa cómica del resto del título y cuyo mérito técnico no puede ser menospreciado ya que todo se ve cuidado al detalle y con unas animaciones perfectamente realizadas.

La banda sonora es muy arcade pero con tonos tirando hacia el metal, cumpliendo además un par de veces con ese mismo género que es el propio de un buen orko. Siendo el primer jefe una pelea contra un orko en un escenario con una banda de heavy metal orka.

En cuanto al apartado técnico en PS5 no hemos tenido problemas, no han aparecido bugs, salvo en una ocasión y con reiniciar desde el punto de guardado ya se arregló. El resto no ha tenido percance alguno.

En este sentido la mayor decepción viene de la propia naturaleza del juego y del mando, si bien un orko no apunta y este tipo de títulos tiende a ser caótico sin apenas tiempo para apuntar, en este caso jugar con mando puede ser muy frustrante. Nos explicamos, apuntar con el ratón es algo más sencillo en situaciones de estrés, sin embargo el joystick no es tan preciso y disparar mientras huimos con tiros que se desvían de manera natural e intentando apuntar con dicho joystick no es factible. Además hay enemigos que debido a su naturaleza no podemos ver bien el punto débil por lo que apuntar ya se vuelve un ejercicio de fe, los orkos tienen mucho de eso pero no la suficiente.

Shootas, Blood and Teef es una Oda a una de las mejores razas de Warhammer 40000, muy divertida y fiel al universo en el que se enmarca sin hacerse pesada o necesitar de un background anterior. Un título de acción lleno de adrenalina, buena música y mucho detalle en los escenarios, con una historia simple pero que condensa todo lo que un orko quiere y necesita, eztar molón mientraz machacaz humanoz con mucho DAKKA DAKKA DAKKA. El kit perfecto para desahogarse con amigos de vez en cuando.