Análisis de Need for Speed Unbound, carreras con brilli brilli

  • Una nueva entrega de Need for Speed que está a la altura de la saga de conducción arcade

  • Los efectos gráficos le dan un aspecto impresionante y divertido a este título de velocidad

  • Conviértete en el mejor conductor de la ciudad y personaliza tus coches al máximo

Apenas dos meses después de su anuncio, ya tenemos entre nosotros Need for Speed Unbound, en un lanzamiento “express” que pocas veces hemos visto. Para esta ocasión EA no ha querido aumentar el hype en exceso y ha optado por un perfil bajo en la promoción de un nuevo Need for Speed. Algo impensable hace años cuando la saga estaba en el olimpo de los juegos arcade con títulos como Need for Speed Hot Pursuit o el mítico Need for Speed Underground. EA ha vuelto a confiar en Criterion (padres de Burnout y de entregas de NFS como Hot Pursuit o Most Wanted) para intentar devolver a una saga con casi 30 años a sus espaldas a su lugar.

Lo primero que llamó la atención en los vídeos promocionales fue su aspecto gráfico, especialmente los efectos que parecían ser los protagonistas. Estos efectos dieron lugar a duras críticas debido a la sensación de que realmente iban a estar presentes en todo momento por el juego. Una vez con el título en las manos, estas críticas han pasado a un mejor lugar, ya que, sin duda, estamos ante uno de los grandes aciertos en el juego. En los vídeos veíamos coches con nitro, saltando o derrapando durante todo el metraje… justo los únicos momentos en los que los efectos se muestran durante el juego. Así, tenemos una ciudad de corte realista y un modelado de coches excelente a los que se añaden algunos efectos cel shading en momentos puntuales para dar más énfasis a la acción. Estos efectos incluyen alas en los saltos o humo “de dibujos animados” en los derrapes, por ejemplo. No se hacen pesados y consiguen darle un toque de personalidad propio al juego. Además, se pueden personalizar cambiando iconos o colores, algo que encaja a la perfección con lo que es la saga Need for Speed.

 

Control arcade total

Por supuesto el manejo también sigue fiel a lo que se puede esperar de un Need for Speed. El control es totalmente arcade y, de nuevo, he de decir que los vídeos no le hacen justicia. Criterion ha demostrado con el paso de los años que saben manejarse en este tipo de títulos, y Need of Speed Unbound no es una excepción. Los vehículos son muy ágiles y responden a la perfección al control. Incluso los más potentes son bastante dóciles. Donde el juego marca la diferencia es en la forma de afrontar las curvas. Vuelve el “brake to drift” que hemos visto en entregas recientes, aunque perfeccionado. Este sistema consiste en que el coche empieza a derrapar simplemente con un golpe de freno o acelerador. De primeras es algo que puede chocar, pero una vez se le pilla el truco es una delicia. Los derrapes y los contravolantes son una constante y pueden marcar diferencias importantes. Eso sí, si no estamos de acuerdo el juego permite personalizar el control, ya que podemos elegir si queremos iniciar el derrape con el freno y/o acelerador, u optar por el clásico sistema de freno de mano.

Además, cada vehículo se siente diferente, algunos necesitan contravolantear más y otros se agarran muchísimo más al asfalto. En todos, además, podemos jugar con los reglajes para aumentar el agarre del coche en detrimento del derrape o al revés, para así ajustar la jugabilidad a nuestro gusto. Seguramente en Criterion hayan pensado que la opción ideal es apostar por los derrapes (y de hecho lo es), pero la prueba de que el juego pretende adaptarse al gusto de todos es que obtenemos nitro tanto si hacemos la curva derrapando como si optamos por el agarre.

El nitro es otra de las claves del juego, ya que además del nitro “clásico” que se rellena poco a poco, por ejemplo, al ir en dirección contraria. Tenemos un nuevo tipo de nitro más inmediato, que se rellena de forma rápida con los roces, derrapes o con el rebufo. Es un nitro más potente, pero que tenemos que usar al poco de conseguirlo para no perderlos. Podemos acumular hasta 3 barras de este nitro y puede suponer la diferencia entre una victoria o quedarnos con la miel en los labios. Puede parecer algo exagerado, pero en Need for Speed Unbound cada detalle cuenta, ya que las carreras son tremendamente igualadas y emocionantes. Es algo que, personalmente, me ha encantado, ya que los rivales no perdonan ni un error y rara vez cometen alguno. Ganar carreras no será algo fácil. De hecho, en el inicio de la aventura aprenderemos a lidiar con la derrota, ya que será una constante.

Conduce, mejora y gana el 'Grand' 

Nuestra aventura comienza restaurando un vehículo (que podemos elegir) y convirtiéndolo en un coche de carreras. Estas primeras carreras nos sirven como tutorial para poder hacernos con la jugabilidad y las mecánicas de Need for Speed Unbound. Al poco veremos que la cosa se complica y tocará recuperarse del revés. Así comienza una historia bastante normalita, la verdad, aunque nadie viene a un Need for Speed por el argumento, ¿no?. Las secuencias de vídeo mezclan personajes y efectos cel shading con los escenarios y vehículos realistas, aunque la mayor parte del argumento se desarrollará por teléfono.

Con un doblaje al castellano que no pasa de correcto, eso sí. La aventura está dividida en 4 semanas, que, a su vez, se dividen en día y noche. El objetivo final es participar, y por supuesto ganar el “Grand”, el mayor evento de Lakeshore City (inspirada en Chicago). Durante las semanas previas el objetivo será ganar dinero para poder pagar la inscripción de la clasificatoria semanal y así avanzar a la siguiente semana. Tal y como hemos comentado, las primeras carreras no serán fáciles, ya que llegar al primer puesto es prácticamente una utopía. Así, nuestro primer objetivo será ir ganando “lo que podamos” para mejorar el coche y así ir subiendo posiciones, siempre teniendo en cuenta que hay que pagar la inscripción a la eliminatoria el sábado y, además, llegar con un coche competitivo.

La división en días tiene su lógica debido a la estructura del juego. Como comentamos, cada día se divide en día y noche. En cada “hueco” tenemos una serie de pruebas disponibles con unos determinados requisitos, principalmente nivel del vehículo y coste de la inscripción, pero, además, las pruebas aumentan el nivel de presión de la policía. Las pruebas más complicadas nos darán más recompensas, pero también el coste de la inscripción será mayor y aumentará más la presión policial. En el primer nivel, por ejemplo, tan solo tendremos que lidiar con los Dodge Charger, pero si llegamos al nivel 3 de presión la policía contará con unos Corvette y, en el nivel 5, tendremos, entre otros, unos imponentes Ford Raptor e incluso helicópteros. Ya os adelantamos que escapar no es nada fácil en niveles altos, de hecho, a veces puede resultar algo frustrante cuando estamos muy cerca de nuestro refugio y vemos el mapa lleno de policía. Aunque huyamos, las patrullas seguirán por la ciudad y tendremos que esquivarlas. Al menos en el mapa vemos su campo de visión.

Para librarnos de la policía completamente solo nos quedará llegar al refugio, para así, también, poner a buen recaudo nuestro botín de la sesión. Tanto el dinero de los eventos y desafíos (tenemos diversos coleccionables, como romper carteles o recoger pinturas que nos darán beneficios tanto de forma directa como en forma de desafíos si cumplimos los requisitos) no estará a salvo hasta que lleguemos a nuestro refugio. Así, a la hora de gestionar la sesión hay que tener muy en cuenta el riesgo asociado. A mayor riesgo, más beneficio, pero también más riesgo de perderlo todo (y nos ha pasado varias veces). Además, durante un día, en el cambio de ciclo día-noche la presión no se limpia, por lo que tocará gestionar el día entero.

Las carreras diurnas, por lo general, tienen algo menos de riesgo y beneficio, mientras que por la noche tanto beneficio como riesgo es mayor, más si tenemos ya un nivel de alerta alto desde la mañana. Además, hay que tener en cuenta que no tenemos reinicios infinitos, en otro gran acierto del juego. En función de la dificultad elegida tendremos más o menos reinicios. Por ejemplo, en el nivel medio de dificultad (que será el elegido por la mayoría de jugadores), tenemos 4 reinicios, que solo se “recargan” completamente al llegar al refugio… por la noche (por el día se nos recarga alguno, eso sí).

Este sistema de riesgo-recompensa, justo a lo emocionante de las carreras y la genial jugabilidad de Need for Speed Unbound es lo que hace que el juego sea de lo más divertido y llegue a enganchar. Completar la historia nos puede llevar unas 15 horas, que pueden variar mucho en función de si queremos ir a por los coleccionables o incluso ganar todas las pruebas. Eso sí, con el paso de las horas el juego se puede ir haciendo algo repetitivo, ya que las pruebas se repiten en exceso. Además, la economía del juego es bastante dura, lo cual se agradece para no tener el garaje lleno a las primeras de cambio, pero también hace que pasemos gran parte del juego con el mismo coche, ya que es infinitamente más rentable mejorar el vehículo actual que comprar un coche nuevo.

10.000 opciones de personalización 

Las piezas que podemos comprar incluyen tanto piezas mecánicas para mejorar el rendimiento como elementos de personalización, tanto para el vehículo como para el jugador. Podemos editar prácticamente cualquier pieza del coche para adaptarlo a nuestro gusto y crear un vehículo único. El estudio afirma que hay unas 10.000 opciones distintas (a decir verdad, no hemos tenido tiempo de probar todas las combinaciones). Además de piezas, el juego viene con un editor de vinilos de lo más completo, que nos permite también compartir diseños con otros jugadores. En cuanto al jugador, podemos personalizar su aspecto así como su ropa, con marcas como Puma o Versace presentes en el juego.

Si queremos destacar también frente a otros jugadores tenemos también un modo online, Lakeshore online, cuyo progreso, por cierto está separado de la historia (aunque se comparten algunos elementos). En el modo online entraremos a una sesión con hasta 16 jugadores en el mapa de Lakeshore City donde unirnos a desafíos de tres carreras agrupadas con otros jugadores. El rendimiento es bueno y hay juego cruzado aunque se queda algo corto y deja claro que es un añadido secundario en el juego. Al menos EA ha prometido actualizaciones para el modo online.

Need for Speed Unbound es el primer título de la saga exclusivo de PC y consolas de nueva generación, y eso se nota especialmente en el rendimiento. Con unos 4K/60fps totalmente estables y sin selector de modo. No hay que elegir entre calidad y rendimiento. Los modelados de los vehículos, como ya comentamos, son excelentes y llenos de detalles. Varios puntos por debajo resulta la ciudad, que además de estar bastante vacía, resulta bastante genérica, sin personalidad, aunque a grandes velocidades es complicado entrar en detalles, ya que la sensación de velocidad está muy conseguida. La iluminación es correcta (y sorprendentemente buena durante el día) y deja estampas dignas de ser inmortalizadas en el modo foto. Eso sí, no podemos decir que el juego sea un portento gráfico. De hecho, con algún recorte podría haber llegado perfectamente a PlayStation 4 y Xbox One, aunque se agradece, por fin, la apuesta por unas nuevas consolas que ya llevan más de 2 años en el mercado.

El apartado sonoro, por su parte, está a muy buen nivel. El sonido de los vehículos es muy contundente, e incluso podemos personalizarlo, así como los distintos efectos de sonido. Mención especial merece la banda sonora, que apuesta todo a ritmos “urbanos” (trap y rap estadounidense), con la presencia de A$AP Rocky, Rosalía o Villano Antillano y su sesión con Bizarrap. Los fans de esta música desde luego están de enhorabuena, pero se echa en falta algo más de variedad, ya que personalmente me ha sobrado autotune y me han faltado guitarras eléctricas. No hubiera estado mal algún sistema de emisores para no acabar martilleado una y otra vez con el mismo ritmo,

En definitiva... 

Need for Speed Unbound es una entrega digna de la saga, más si tenemos en cuenta la pobre calidad de las dos últimas entregas. Los “miedos” iniciales, tanto por las últimas entregas como por los primeros videos del juego se pasan rápidamente con el mando en las manos. Una entrega que aporta frescura y cuyo sistema riesgo-recompensa da lugar a momentos de lo más emocionantes, todo con unos efectos gráficos que saben cuándo aparecer y que hacen el juego más espectacular. Sigue sin llegar al olimpo de los juegos arcade, liderado por Forza Horizon, pero darle la batuta a Criterion ha dado como resultado un juego más que disfrutable por los fans del género.

*Hemos realizado este análisis con una copia de NFS Unbound para Xbox Series X proporcionada por Electronic Arts.