Análisis Pokémon Escarlata y Púrpura: libertad para cazar criaturas por tierras hispánicas
Las dos nuevas entregas de Pokémon nos llevan a Paldea, un mundo abierto inspirado en España
Aunque las entregas acumulan muchos errores técnicos, el nuevo gameplay es todo un acierto y una revolución para Pokémon
La saga Pokémon lleva con nosotros más de 25 años. Y empezamos diciendo esto porque no deja de sorprender que entrega tras entrega sigan estando en el top de juegos más esperados y vendidos en cada generación de consolas. Más aún cuando la inmensa mayoría de esos juegos han seguido una base concreta con un estilo que prácticamente ha permanecido inamovible durante más de cinco lustros. Recorrer un camino en un órden determinado, encontrando criaturas por el camino que van siendo gradualmente más fuerte y que a la vez nos sirven para aumentar el poder de nuestro equipo.
Años jugando así hasta que Gamefreak, por fin, se ha decidido a escuchar a los fans y ha hecho un juego de mundo abierto en el que puedes explorar el universo Pokémon a tu antojo y en el órden que prefieras. Las plegarias han sido escuchadas, y aunque la promesa se ha cumplido al pie de la letra, lamentablemente el juego cuenta con un buen puñado de errores que dejan mucho margen de mejora al futuro.
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Pokémon se pasa al mundo abierto
Porque sí, Pokémon Escarlata y Púrpura nos trae por primera vez en la saga un mundo libre y abierto donde podemos dirigirnos a cualquier punto desde el primer momento. O para ser exactos una vez superada la primera parte del juego que hace las veces de tutorial. Y el mundo que podemos recorrer a nuestro antojo es otra de las grandes novedades de esta entrega, que nos lleva a Paldea, una región que está inspirada en España, lo que supone un aliciente extra para los jugadores de nuestro país. Los nombres de los pueblos nos van a sonar mucho, desde nuestro pueblo inicial, Cahíz, hasta Sierra Napada todo está lleno de referencias a la geografía española.
Al comienzo del juego esta libertad para explorar está limitada por la propia orografía de la región, pero a medida que avanzamos en el juego desbloquearemos habilidades que nos permitirán poco a poco ir explorando con más libertad. Para explicarlo un poco mejor, es posible en todo momento ir del punto A al punto B, pero quizá la existencia de ríos y montañas nos haga dar un tremendo rodeo durante las primeras horas de juego, algo que en cuanto tengamos la habilidad de escalar o trepar nos va a resultar mucho más rápido y sencillo.
Y es que la región cuenta con una variedad de terreno poco usual en la serie, y muchas veces, especialmente en las primeras horas de juego, nos sorprenderemos a nosotros mismos oteando el horizonte decidiendo cuál será nuestro próximo destino. Si has jugado al maravilloso The Legend of Zelda: Breath of the Wild la sensación, salvando las distancias es similar.
Esta libertad para explorar a nuestro antojo es el gran cambio en la saga y nos va a enseñar cómo cambia la manera de jugar. Es posible que al elegir nuestro camino nos encontremos con criaturas unos niveles por encima de las nuestras, lo que desencadenará combates mucho más difíciles de lo que estamos acostumbrados y nos dejará demostrar nuestras habilidades desde el principio. Ganar un combate de estos combinando los poderes de nuestros aliados con las debilidades de nuestros oponentes es algo muy satisfactorio y que hemos echado de menos durante muchos años. También se da el caso de encontrarnos de repente en una zona en la que somos ampliamente superados con lo que nos tocará dar la vuelta y hacer que nuestro grupo sea más fuerte para poder transitarla con seguridad. Todo esto sabiendo que, al igual que ya vimos en las últimas entregas, los Pokémon son visibles mientras caminamos, lo que evita casi por completo los enfrentamientos por sorpresa. Y decimos casi porque hay criaturas tan pequeñas -en tamaño- que chocaremos con ellas casi sin percatarnos de que estaban ahí.
Nuevos objetivos y nuevas misiones
Otra de las novedades es que nuestra misión principal ya no es acabar coronado como líder de todos los gimnasios, si no que además de esta tenemos otras dos líneas por las que avanzar en nuestra aventura. Una de ellas es recolectar especias únicas. Esta misión parece una simple tarea secundaria de farmeo cuando te la explican, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de visitar lugares custodiados por unos Pokémon dominantes mucho más grandes y fuertes que el resto, derrotarlos y conseguir la especia que custodia cada uno. Haciendo esto, conseguiremos desbloquear una habilidad nueva en nuestro Pokémon que hace las veces de montura, Koraidon si has elegido escarlata y Miraidon si como en nuestro caso juegas a la versión púrpura. Es una mecánica similar a la que ya vimos en Sol y Luna. El hecho de que con estas misiones mejoremos a nuestro compañero es suficiente para hacernos ir en busca de esas plantas tan especiales.
La tercera de las misiones radica en enfrentarnos a los líderes del Team Star, que viene a sustituir al Team Rocket, y en la que tendremos que visitar campamentos desperdigados por toda la región para enfrentarnos al líder de cada grupo. Es en estos campamentos donde vemos otra de las novedades del juego. En la primera fase de estos enfrentamientos debemos usar nuestros tres primeros Pokémon para derrotar a 30 de los que deambulan por el campamento. Para ello basta con ir sacando a uno de los nuestros, en el órden determinado por el juego, y ellos solitos se enfrentarán a los enemigos. Tenemos un límite de tiempo para realizar esta tarea, pero es lo suficientemente amplio como para que lo consigamos incluso si hemos elegido mal nuestro equipo. Una vez superado este trámite podremos enfrentarnos al líder del campamento, y aquí la cosa cambia. La sensación de superioridad que hemos tenido hasta el momento desaparece, y tendremos que hacer uso de toda nuestra habilidad como entrenadores para hacernos con la victoria. De nuevo, se agradece que haya combates que nos exijan un poco más de lo habitual y en muchos casos nos tocará retirarnos para volver más adelante. Además, la trama de esta línea habla del acoso escolar, y aunque no vamos a desvelar detalles de la misma, sí merece la pena destacar el esfuerzo de Nintendo por abordar un tema tan delicado.
Las últimas novedades no lo son tanto. Una de ellas es el acceso en cualquier momento a las cajas donde guardamos los Pokémon que no podemos llevar en el grupo, algo muy útil para adecuar nuestro grupo a la zona en la que nos encontremos. Sacar a nuestros Pokémon tipo agua cuando estemos en la zona en la que nos encontramos criaturas de fuego, por ejemplo, y además nos servirá para preparar a nuestro equipo para los combates más duros de los gimnasios y campamentos. La otra es la teracristalización, que no es más que la transformación momentanea de los Pokémon -el nuestro y el del enemigo, cuando así lo decida nuestro adversario- en criaturas mucho más fuertes. Algo que ya hemos visto en entregas pasadas con otros nombres y otras formas.
Y aquí acaba lo bueno. Porque lo malo de esta entrega es que, y esto también es novedoso, por primera vez da la sensación de que no está acabada. Los múltiples e importantes errores que nos encontraremos en nuestra aventura, el popping que está presente a la vuelta de cada esquina y los bugs absurdos que nos llevan a situaciones muy extrañas acaban por sacarte de la inmersión con demasiada frecuencia, y aunque no sea del agrado de Nintendo en esta ocasión urge un parche que corrija ciertos errores técnicos.
La sensación de libertad también puede llegar a agobiar un poco al estar acostumbrados a juegos que prácticamente nos llevaban de la mano, especialmente durante las primeras horas en las que acceder a ciertas zonas es complicado. Además nos queda la sensación de que la academia que sirve de tutorial al principio es un elemento que se podía haber aprovechado bastante más.
En definitiva...
Por lo demás, Pokémon Escarlata y Púrpura es una experiencia tan deliciosa como los aromas que desprenden los numerosos restaurantes de Paldea. Jugarlo es tan divertido como comerse un bocadillo tan jugoso como los que podemos preparar durante nuestra aventura, y convierte esta entrega en una de las más divertidas que vas a jugar nunca. Tanto si eres un veterano de la saga como un recién llegado vas a disfrutar mucho con esta entrega, descubriendo a los nuevos Pokémon, muchos de ellos basados en elementos tan españoles como las aceitunas, explorando los pueblos y ciudades de Paldea y en definitiva devorando la aventura con voracidad. La libertad que Game Freak nos ofrece en esta entrega es un soplo de aire fresco y sirve como punto de partida para lo que nos espera en esta serie en el futuro, que no puede ser más ilusionante.
* Hemos realizado este análisis con una copia de Pokémon Escarlata y Púrpura para Nintendo Switch proporcionada por Nintendo.