Análisis de The DioField Chronicles - Un título vacío

  • Un JRPG táctico con buenas intenciones pero que falla en muchos aspectos y nos ha dejado un poco fríos

Hay veces que un juego nos puede dejar indiferentes, fríos, sin ningún tipo de sensación salvo un vacío por el tiempo perdido. Estas veces, las pocas que suelen suceder, saben raro, que menos que nos enfade un poco o nos deje una sonrisa un par de veces a lo largo del juego. Aunque, como hemos dicho, no suele ser lo común esta vez es exactamente lo que ha pasado con The DioField Chronicle. Este título está desarrollado conjuntamente por Square Enix y Lancarse, un estudio que ha desarrollado otros títulos de manera conjunta como Shin Megami Tensei: Strange Journey.

The DioField Chronicle es un JRPG con acción en tiempo real que nosotros hemos jugado en PC vía Steam pero que también está para el resto de plataformas PS4/5, Xbox One, Xbox Series X/S y Nintendo Switch.

 

Un mal port para PC

Desde el inicio de este análisis queremos dejar constancia de que la versión de PC de este título es, probablemente, la peor opción para jugarlo. La razón es simple, el diseño de la interfaz, las interacciones con el teclado y ratón y el efecto al poner resoluciones altas dan a entender de que se trata de un port de otra versión. Quizás se notaría algo menos si lo jugamos con mando pero eso no redime que sea una decepción el jugarlo en pc, dado que se resienten hasta los gráficos al limitar su capacidad a la de otras máquinas. Si a esto le sumamos que el juego, en todas las versiones, no está subtitulado al español ya empezamos con muy mal pie.

The DioField Chronicles parece sencillo de inicio, los personajes tienen tres huecos para equipar objetos -arma y dos accesorios-, con lo cual es bastante sencillo de manejar teniendo en cuenta que podemos usar cuatro personajes en los combates, aunque podemos “equiparlos” con los demás héroes. Lo que sí se hace más complejo son los dos tipos de árboles de habilidades que hay, por un lado está el de los personajes y por otro un árbol genérico de cada tipo de luchador. El que está asociado a cada personaje es sencillo y sirve para obtener algunas pasivas que mejoran estadísticas y dan efectos. El cacao lo tiene el genérico para cada tipo de héroe, son cuatro en total y sirven para que los héroes de cada tipo obtengan y potencien sus habilidades activas. Sin embargo, la mayoría de habilidades activas están asociadas a un héroe concreto con lo que al final del día estas potenciando a uno concreto y no a los de esa rama. Esto hay que combinarlo con las armas que también dan algunas de estas habilidades activas y alguna pasiva concreta.

Un sistema de combate sin transcendencia

Los combates son cortos y bastante intensos, pero solo si quieres completar los objetivos secundarios que suelen llevar un contrarreloj para acabar la misión en pocos minutos. Por lo demás intenta ser táctico implementando bonificaciones de una clase o habilidad contra una clase en específico, o también potenciaciones por atacar por retaguardia. Aunque se quedan en un intento demasiado pobre como para tener una gran relevancia, al final del día usar las habilidades de los héroes es lo que hace daño y como en, casi todos, los JRPG subir la dificultad lo único que implica es una subida de estadísticas del enemigo, haciendo que sea más pesado que difícil. La IA enemiga se comportará igual en la dificultad mínima y en la máxima.

Esto nos lleva al punto álgido, literalmente, nuestra cámara siempre está en lo más alto pudiendo comprobar todo el campo de batalla lo más rápido posible. Lo que supone que el gameplay de The DioField Chronicles es algo así como jugar al Dragon Age: Inquisition con el modo táctico activo siempre. Solo nos dedicamos a mover a los personajes y activar habilidades, lo cual es casi todo el tiempo. Lo curioso de esto es que, como hemos dicho antes, este título busca batallas cortas y rápidas, sin embargo y como viene siendo habitual en su género, cada vez que lanzamos una habilidad el tiempo se para y se realiza una animación -muy bien hecha, eso sí- haciendo que, en el juego, efectivamente, sean batallas muy cortas pero en la vida real se pueda llegar incluso a doblar el tiempo de cada batalla. 

Sin salvación

En el terreno gráfico The DioField Chronicle deja mucho que desear, si bien los diseños de los personajes están bastante bien en general, siempre con esos toques distintivos que los JRPG suelen dar cuando imaginan escenarios medievales occidentales. En lo que se refiere a los escenarios y a la calidad gráfica en general no cumple con lo que vendría a ser un título de su categoría. Los escenarios, tanto en batalla como fuera de ella, están siempre muy vacíos, el nivel de detalle en todo es mínimo haciendo que a veces nos sea difícil hasta distinguir caras. Un nivel que nos hace dudar si estamos en un juego de esta generación o dos anteriores.

La historia es lo único que al inicio se puede salvar, siendo relativamente común y predecible pero con toques que incitan a saber algo más. Aunque es una sensación que desaparece gradualmente conforme pasan las horas y que al final se convierte en un tedio al no estar en español y usar un vocabulario avanzado de inglés que dificulta y ralentiza la narración. En esencia el título va de una gran Isla, DioField, y de nuestros personajes, una compañía de mercenarios en dicha isla. Todo entrelazado en juegos de poderes entre los lideres del consejo que rige dicha isla y las fuerzas del continente. Una premisa que sirve para mantenerte en la silla la mitad de lo que dura el juego, unas 5 horas de las 10 totales aproximadamente, pero que afloja en los últimos compases y no ayuda suplir el tedio de un gameplay flojo.

 

En definitiva...

The DioField Chronicles es un JRPG que se queda a medio fuelle y que no nos deja más que una sensación de tedio constante. Desde cómo funciona su interfaz y cómo se comporta el juego al jugarlo con teclado y ratón hasta una historia que parece ser entretenida al inicio pero que acaba sin tener chicha ni personajes carismáticos. Todo ello pasando por un apartado jugable que cuanto menos es irrelevante, queriendo ser rápido pero vanagloriándose en pausas a cada momento, buscando ser táctico pero sin dar nada sobre lo que apoyarlo.

*Hemos realizado este análisis gracias aun código para PC de The DioField Chronicles facilitado por Koch Media.