Uno de los juegos más esperados del año, especialmente para los amantes de los sandbox ya está en nuestra colección. Saints Row, el clásico de Volition nos lleva a Santo Ileso, una ciudad ficticia situada en el medio oeste americano, representando lo que podría ser una población cualquiera de Texas o Nevada. De hecho, la configuración y la ambientación de la ciudad nos hace sentir muchas veces ser los protagonistas de un alocado western de ciudad, sensación a la que también colabora esa alocada jugabilidad que es marca de la casa. La que sería quinta entrega de la saga reinicia todo y nos sirve para conocer cómo se formó la banda de Los Saints y como llegan a construir un imperio de la nada, un regalo emocional para los seguidores de la serie.
Porque Saints Row no es una precuela, si no un reinicio completo de la serie y un juego que esperamos sirva de punto de partida para las próximas entregas porque lo podemos decir ya, estamos ante el mejor juego de la saga y un sandbox muy digno de entrar en el top de favoritos de cualquier aficionado al género.
Y es que desde el cuidado diseño visual, con unos gráficos que aunque no deslumbran sí cumplen perfectamente su cometido, Saints Row tiene una estética muy definida y muy cuidada que va a encandilar a todos aquellos amantes del arte urbano. No solo hablamos de elaborados grafitis, tanto en los menús de carga y presentación como los que nos encontramos esparcidos por toda la ciudad, si no de toda la estética general del juego que deja muy a las claras que el diseño gráfico es un elemento muy importante del juego, con incluso varios guiños en algunas misiones secundarias al mundo del diseño y el arte. Este es uno de los aspectos más sobresalientes de la entrega.
La historia que ahora vuelve a comenzar empieza con cuatro amigos, cada uno perteneciente a una de las bandas que dominan la ciudad y de las que hablaremos más adelante que por avatares de la vida comparten piso y que al transcurrir su convivencia, y debido a hechos que por supuesto no vamos a relatar, se acaban uniendo para formar la famosa banda de las camisas moradas. El hecho de ver como cuatro casi adolescentes van adquiriendo habilidades y poder en la ciudad hasta convertirse en un imperio, y la forma en la que Volition nos va mostrando el desarrollo de la banda, de su guarida y de su ciudad es uno de los aspectos más llamativos del juego, y pese a estar ante un sandbox con una vertiente muy arcade, ese toque de rol le sienta perfectamente bien.
Otro de los puntos fuertes del juego en el aspecto visual son las opciones de personalización para prácticamente todos los elementos del juego. Por supuesto, podremos crear un personaje totalmente a nuestro gusto, desde su sexo a toda su complexión, incluyendo el tamaño de sus atributos. Para esto, además, podemos usar el “Boss Factory”, una demo que está disponible en las principales plataformas y con la que podremos crear un personaje que después podremos transferir al juego. La cantidad de ropa con la que podemos vestir a nuestro personaje es también ingente, y las modificaciones estéticas que nos brindan todos los vehículos disponibles son algo que, si eres de los que le gusta la personalización, te va a dar horas de entretenimiento. La mayoría de coches tiene un apartado de carrocería donde podremos modificar capo, rejilla, frontal, trasera, faldones, espejos, ruedas.. cada una de estas secciones con unas cuantas opciones con las que al final conseguiremos un vehículo prácticamente único. Y por si esto nos pareciera poco, también podemos personalizar algunas zonas de nuestro cuartel general, con decoraciones que encontraremos por la ciudad y que podremos desbloquear usando la cámara de fotos de nuestro teléfono.
Y ya que lo mencionamos, el teléfono se convierte también en uno de los elementos claves del juego. Desde el miso, podemos acceder a la mencionada cámara, al mapa de la ciudad, a las aplicaciones de habilidades y ventajas desde donde podemos gestionar las mismas que vamos desbloqueando al subir de nivel nuestro personaje y avanzar en la aventura, la aplicación de Wanted desde donde accedemos a misiones de cazarrecompensas y varias apps más que se van desbloqueando a medida que completamos tareas obligatorias y misiones secundarias y que nos servirán para acciones tan clásicas como llamar a nuestros aliados para que nos echen una mano en la batalla o pedir un coche, entre otras.
Hemos hablado de las misiones de la historia y las secundarias, algo clásico dentro de este tipo de juegos, pero que aquí van muy de la mano, y te contamos por qué.
El mapa de la ciudad se divide a su vez en distritos, todos controlados al principio del juego por una de las tres facciones dominantes. Los Marshall, el ejército privado que vela por la seguridad de Santo Ileso y que nos va a poner las cosas complicadas en más de una ocasión, Los Idols, una banda con histriónicas vestimentas decoradas con neón y cuyos miembros podrían ganarse la vida como DJs en cualquier discoteca de moda, y Los Panteros, la banda de locos por los coches modificados y que se convertirán en uno de los primeros enemigos de nuestra aventura.
Nuestra intención con el paso del tiempo es hacernos con los territorios, y la forma de conseguirlo no puede ser más sencilla. Olvídate de la guerra, porque aquí vamos a tomar la ciudad desde su corazón económico, abriendo negocios legales que a su vez nos pueden dar ventajas menos legales. Por ejemplo, la lavandería desde la que además de dejar la ropa de los Santoilesanos como los chorros del oro tendremos acceso a otras misiones de “lavado” para aquellos que hayan cometido un crimen y necesiten una limpieza urgente. Como decíamos antes, en este caso tendremos que llegar al punto de encuentro, recoger el coche con el cadáver y conducir evitando a la policía hasta el punto indicado. Se echa de menos, en esta y en el resto de misiones secundarias algo de profundidad haciendo uso de, por ejemplo, minijuegos que aportasen variedad.
Y decíamos que las misiones secundarias van ligadas a la historia porque para poder jugar algunas misiones principales tendremos que completar de forma obligatoria las misiones de algunos de los negocios que abramos por todo Santo Ileso. Esto nos dará acceso a nuevas partes de la historia que una vez completadas desbloquearán a su vez nuevos negocios para colocar en otros distritos y que nos otorgarán nuevas tareas. Todo esto fluye de manera bastante natural, y cada tipo de jugador preferirá realizar unas sobre otras. Una de las primeras es recuperar coches robados, otro clásico de los juegos de este estilo, hacer misiones ya conocidas de fraude al seguro, conducir con cuidado camiones llenos de bidones que contienen material radiactivo, sembrar el caos hasta conseguir una cantidad determinada de puntos o incluso participar en una partida de rol en vivo.
Hay en total catorce distritos en los que podremos poner sendos negocios, lo que te puede dar una idea de la cantidad de horas necesarias para completar todas las tareas. No es necesario completarlas todas para terminar el modo historia, pero sí te obligará a acabar con éxito al menos nueve de los negocios abiertos, dejando a tu elección si completas el resto o no, aunque desde aquí te podemos asegurar que en hacerlo reside gran parte de la diversión.
Además de estas, tenemos otras actividades totalmente secundarias como son robos en helicóptero, circuitos urbanos e interurbanos contra reloj donde debemos trazar una ruta sin que nos descubra la policía o misiones donde debemos hacer gala de nuestra habilidad con el traje aéreo. Las actividades que podemos realizar en la ciudad se completan con la búsqueda de unos palets con droga que ha dejado caer algún narco despistado, abrir buzones en unos molinos de viento muy artísticos y las historias ocultas de la ciudad, que son grupos de paneles de información que debemos escuchar en ciertos puntos y que además de enseñarnos algo sobre la historia de Santo Ileso nos van a desbloquear elementos decorativos para nuestro personaje.
Quizá el número, y sobre todo la variedad de actividades a realizar en la ciudad sea uno de los puntos más débiles del título, dejando la sensación de que se podría haber hecho bastante más, máxime después de tantos años de tantos sandbox de éxito que han aportado tanto en este sentido, pero aun entendiendo que ni estamos ante un GTA ni Volition pretende hacer algo parecido, sí que se podría haber aportado algo más en este sentido.
Por supuesto el otro pilar en el que se apoyará el éxito o el fracaso del juego es la forma de afrontar los combates. Aquí Volition ha ido a lo seguro, y en este caso quizá no sea del todo positivo. Es cierto que para los amantes de la acción aquí tienen raciones de ella a paladas, aquellos que prefieran abordar las misiones de un modo más táctico y sigiloso se van a dar de bruces con una lluvia de balas que apenas les va a dar respiro. Pero como ya debes saber a estas alturas, esto es Saints Row y aquí se viene con el gatillo engrasado.
El sistema de apuntado, que puedes decidir si lo quieres manual o automático, con varios grados de ayuda, es lo que se espera de un juego de este estilo, y los ajustes de dificultad tan detallados que tiene el juego, permitiendo decidir varios grados en varios apartados como nuestra salud, el daño que infligen nuestras armas, la dificultad de los combates a bordo de vehículos o el tiempo que tenemos en las actividades cronometradas, hacen que toda la experiencia se adapte a tus gustos yendo varios pasos más allá de los clásicos niveles de dificultad general predefinida. En este sentido, Volition se ha preocupado por contentar a todo tipo de jugadores dejando que sean ellos quienes decidan qué partes del juego ponerse más fáciles o difíciles en lo que se convierte todo un acierto y, esperamos, en una tendencia a seguir por otros juegos.
Hay que esperar al parche de lanzamiento para comprobar que Volition y Deep Silver son conscientes de los diversos fallos que tiene el juego y que nos hemos encontrado varias veces en las horas de juego que nos ha llevado este análisis. Cierto que ningún bug serio que te impida avanzar, pero sí que nos hemos encontrado con más frecuencia de la deseada cuelgues en ciertos puntos, fallos gráficos en la carga de modelos y texturas y en definitiva errores que se solucionan normalmente reiniciando el juego pero que pueden resultar molestos, y que como decimos, esperamos sean corregidos con el parche de salida.
Si buscas un juego de acción que te ponga las cosas tan difíciles como tu quieras, con una historia que aunque esté algo manida se cuenta de una manera fresca y divertida y que cuenta con los suficientes giros de guión como para mantener tu interés, si quieres un juego con el punto justo de locura, corrigiendo la tendencia excesivamente histriónica de los últimos juegos de la saga, Saints Row te va a dar lo que quieres. Además, ser testigos de la formación de una de las bandas callejeras más icónicas de los videojuegos va a encantar a todos aquellos seguidores de una saga mítica que ya merecían un juego de esta envergadura.
*Hemos realizado este análisis con una copia de Saint's Row para PlayStation 5 facilitada por Plaion