Análisis de Final Vendetta: un homenaje a los beat’em up de los 80

  • Final Vendetta es un ‘yo contra el barrio’ pixelado que recrea y homenajea a lo grande a los títulos arcade de los 80

  • Un juego inspirado en clásicos como Double Dragon o Final Fight e igual de exigente

Algo que no vimos venir es el resurgir del beat’em up más arcade y ochentero que estamos viviendo estos últimos dos años. Revisar o rehacer algunos clásicos o crear juegos nuevos, pero con el estilo y aroma de aquellos ‘yo contra el barrio’ de las máquinas arcade se está convirtiendo en una nueva normalidad. Hace unos días llegó el genial TMNT: Shredder’s Revenge de Dotemu y ahora nos llega Final Vendetta, una propuesta de Bitmap Bureau y Numskull Games creada en 2022 pero que podría datar perfectamente de 1984. Meridiem Games ha lanzado en nuestro país una bonita edición física del juego en Nintendo Switch.

Final Vendetta es un homenaje absoluto a este género que tuvo en la década de los 80 su momento más dulce. Sobre todo, nos recuerda a Final Fight, por sus movimientos, estética y por esos monumentos en los que hay que liarse a leches con algún objeto inanimado. Aunque aquí se cambian los coches destartalados por las típicas cabinas rojas londinenses (aunque también están las fases de romper coches). Y es que la acción de estos bajos fondos tan chungos no es de las calles de Nueva York o Los Ángeles de los ochenta, sino de la capital inglesa, que también tiene a sus maleantes, camellos y proxenetas.

El juego está diseñado con un conocimiento profundo de las mecánicas y lenguajes de aquellos beat’em up y su principal virtud es que no quiere alejarse de ahí, sin añadir ningún cambio o mejora que modernice la propuesta. Tan sólo se ha permitido la frivolidad de añadir un botón de cobertura, que hace que el personaje se cubra de los ataques frontales. Añade un toque interesante, pero acostumbrados a los viejos clásicos, ya os decimos que se os olvidará que existe esta opción y prácticamente no la utilizaréis.

Unas calles de Londres muy chungas

El hip-hop y el punk ochenteros inspiran a todos los personajes y enemigos que pueblan estas calles pixeladas londinenses, donde atravesaremos bajos fondos, estaciones y vagones de metro, el interior de los más sórdidos garitos. Todo diseñado y construido con un gusto exquisito y referenciando todo el rato a los juegos a los que sirve de homenaje. Aquí encontramos a todo tipo de enemigos, con distintas habildiades y formas de atacar, de distiontos tamaños y con distintos aguantes hasta que los derribemos.

El control de los tres personajes jugables nos permite realizar un golpe directo, cubrirnos, agarrar y golpear si estamos muy cerca de un enemigo, correr para embestir, saltar y dar patadas aéreas y hasta tenemos un botón con el que podemos patear a enemigos caídos en el suelo, lo que resulta muy útil para rematarlos pero es una acción que nos deja vulnerables ante otros enemigos. También tenemos un botón para golpear atrás, lo que nos permite repartir golpes cuando nos rodean en ambos sentidos.

Como en los viejos juegos, cada uno de los tres personajes jugables añade una jugabilidad ligeramente distinta. Duke es el personaje más equilibrado. Claire, cuya hermana ha sido secuestrada por los malos malísimos y viene a ser el motivo por el que nos ponemos a repartir galletas por las calles de Londres, es la luchadora de golpes más rápidos aunque menos dañinos. Y Miller es el enorme luchador que agarra y golpea de forma más contundente, pero es el más lento de los tres.

A todo esto, se le añade que podemos realizar combos, lo que multiplica las opciones de combate. Un golpe más contundente y un golpe ‘Super’ que nos permite quitarnos de encima a todo9s los personajes que nos rodeen pulsando dos botones. Pero para usar este último es recomendable esperar a tener llena una barra llamada ‘Super’, ya que, si desplegamos este ataque sin ella nos restará una porción de vida.  

Con estos mimbres tenemos que decir que estamos ante un juego muy exigente, que nos deja tan solo 5 vidas (7 si elegimos el modo ‘fácil’) para completar sus 6 entornos y a todos los jefes finales de escenario. Si caemos, vuelta a empezar, como en las viejas máquinas recreativas. Aquí no hay opción de continuar.

En el juego también hay armas, pero aparecen muy de vez en cuando y casi son de un solo uso. Algún cuchillo, alguna barra de hierro y alguna katana puede caer en nuestras manos y ayudarnos a eliminar un par de enemigos de manera rápida, pero entretienen más que ayudan. El foco del juego está en defenderse bien, conocer los movimientos y habilidades de cada rival y aprovechar sus puntos débiles. Después, moverse mucho por el escenario para despejar las amenazas y que nunca tengan opción de arrinconarte. Y, por supuesto, el título gana enteros cuando juegan dos jugadores.

Una vez completas una vez el Modo Arcade del juego (en modo fácil o difícil) se desbloqueará un modo de dificultad Ultra, además de tres nuevos modos de juego: un Modo Superviviencia, un Modo Carrera de Jefes (para enfrentarte a todos los jefes seguido) y un Modo Entrenamiento que no entendemos cómo no está disponible desde el principio.

En definitiva…

Final Vendetta es un fabuloso homenaje a un género que tiene muchos seguidores y estos se sentirán como en casa con este juego, al que es verdad que le falta un poco de personalidad propia, además de algún modo más, algún extra. Un título exigente, con una curva de dificultad ascendente y sin atajos. Técnicamente es una delicia.

*Hemos realizado este análisis con una copia de Final Vendetta para Nintendo Switch proporcionada por Meridiem Games.