Hace unas semanas os trajimos el avance de Xenoblade Crhonicles: Definitive Edition y ahora ha llegado el momento de analizar el título en profundidad y sin barreras. En apenas unos días, el 29 de mayo, pasará a estar disponible en Nintendo Switch la obra de Monolith Soft, que llega con diversos cambios respecto al lavado de cara previo que ya recibió al aterrizar en Nintendo 3DS y Wii U (y su lanzamiento original fue en Wii, 2010). Uno de los principales añadidos es “Futuros conectados”, una expansión que viene incluida junto al título principal y que expande su historia tras el desenlace de la aventura. Os lo contamos todo con detalle a continuación.
Ya han transcurrido 10 años desde que conocimos a Shulk, Fiora, Dunban, Reyn y al resto de personajes protagonistas y los acompañamos en su aventura para descubrir los secretos de la Monado, una espada legendaria que se dice que fue portada por el mismísimo Bionis, el gran titán a partir del cual surgió la vida orgánica. Cuenta la leyenda que se enfrentó a otro gigantesco ser llamado Mechonis y tras su gran lucha ambos quedaron petrificados. En el cuerpo de éste último surgió la vida mecánica y desde tiempos inmemorables han estado enfrentados a los humanos y al resto de seres orgánicos por aquel fantasma del pasado que todavía les persigue.
Tras una serie de eventos que los hacen ponerse en marcha y abandonar su hogar, Shulk y los demás partirán para explorar los diferentes territorios que se encuentran en Bionis para acabar viéndose envueltos en una serie de conflictos que deberán resolver si quieren salvar a la humanidad de un terrible destino. Para ayudarle en su tarea, contará con la ayuda de diversos aliados como Sharla (una sanadora humana que domina el uso de un rifle de francotirador), Melia (princesa de los éntidas) o Riki (el “héroe elegido” de los nopon).
Tanto si ya jugamos a esta obra en su momento como si la descubrimos por primera vez en esta “edición definitiva”, no hay duda en que disfrutaremos de una de las mejores aventuras del género JRPG de todos los tiempos. A pesar de haber transcurrido una década desde su nacimiento, sigue sintiéndose bastante actual por su planteamiento distintivo y el gran mundo abierto interconectado que nos plantea.
EL sistema de batalla de Xenoblade Chronicles es en tiempo real, por lo que mientras estamos luchando no podremos pausar la acción para pensar. Aparte de los jefes que van ligados a la historia, para iniciar una batalla tendremos que aproximarnos al radio de acción de un determinado enemigo y, sin cortes ni pantallas de carga, el enfrentamiento empezará. Nuestros personajes atacarán de forma automática y constante con sus ataques base, pero si queremos ejecutar diversas artes personales tendremos que esperar un cierto tiempo de enfriamiento.
Podemos cambiar el control del personaje que llevamos desde el menú del juego pero no durante la batalla, por lo que los dos compañeros que vayan con el protagonista usarán sus habilidades como les plazca, algo que puede perjudicar o beneficiar al transcurso de la batalla en función de lo estratégicos que seamos y lo bien que llevemos las riendas de los enfrentamientos. Con ello nos referimos tanto a vigilar la salud y la defensa del grupo como a los ataques en cadena, que podemos ejecutar cuando completemos tres fragmentos de la barra correspondiente. Durante el uso de esta cadena sí decidiremos qué habilidades usar y gracias a ello podremos crear combos en los que enlazar artes personales correctamente para lograr causar efectos adversos en nuestros adversarios (como desprotección y derribos).
Esto es especialmente esencial en las batallas más desafiantes de la aventura, en las que una correcta racha de diversas cadenas seguidas de ataques críticos puede significar una gran diferencia que marque nuestra victoria. Si le sumamos la habilidad especial del protagonista de “ver el futuro”, cuando los enemigos se disponen a realizar un ataque devastador, para poder evitarlo, os aseguramos que os costará dominar al 100% el sistema de combate que presenta Xenoblade Chronicles. Aun así, una vez que lo logréis os resultará muy satisfactorio, aunque la cámara juegue alguna que otra mala pasada.
Como todo buen RPG, el título que nos ocupa cuenta con un completo árbol de poderes específico para cada personaje gracias al cual podremos mejorar el nivel de todas las artes personales y sus efectos, además de seleccionar aquellas que queramos llevar equipadas cuando hayamos desbloqueado las suficientes como para no poder llevarlas todas al mismo tiempo. Además, a medida que desarrollemos las relaciones con los demás personajes (a través de hacerles regalos y mantener conversaciones especiales con ellos) podremos mejorar los vínculos de poder en el Afinagrama. Esto desbloqueará diversas escenas inéditas que nos perderemos si no trabajamos en desarrollar esta sección. Además, aportará efectos positivos adicionales en batalla al combinar un determinado trío de protagonistas cuyos vínculos sean bastante fuertes.
En cuanto a la personalización estética, tenemos una gran cantidad de opciones en nuestra mano con las que equiparles armaduras compuestas por casco, parte superior, guantes, piernas y calzado. Algo de agradecer es que independientemente del tipo de equipamiento que llevemos podremos cambiar su “skin” y así modificar el aspecto de nuestros personajes en todo momento sin sacrificar su poder defensivo. Respecto a las armas es algo similar. Iremos obteniendo y comprando diversas versiones mejores a lo largo de la aventura para lograr un poder de ataque mayor. Cada personaje lleva un tipo distinto de armamento, por lo que debemos trabajar en mejorar y equipar a nuestros protagonistas con armas y armaduras de calidad a medida que pasen las horas de juego con tal de poder hacer frente a los retos que la aventura nos presenta.
Si buscamos un desafío considerablemente mayor tenemos la opción de activar en todo momento el “modo experto”, el cual nos permite guardar una parte de los puntos de experiencia ganados para usarlos más adelante a voluntad. Si, por el contrario, decidimos centrarnos en disfrutar de la historia y dejar el combate en un segundo plano podemos optar por el “modo relajado”, el cual simplifica el nivel de exigencia en los enfrentamientos. Valoramos esta opción de poder escoger y cambiar el nivel de dificultad en todo momento y en que no afecte de una forma negativa el seleccionar uno u otro más allá de a nuestra experiencia particular de juego.
Completar la historia principal Xenoblade Chronicles nos llevará aproximadamente 40 horas de juego, pero se trata de una cifra mínima en comparación con todo lo que hay por hacer antes de dejar el juego aparcado. Durante nuestra partida encontraremos decenas de misiones secundarias que se pueden cumplir en cualquier momento y, a pesar de su sencillez y la sensación de repetición que tenemos al realizar unas cuantas, sirven para alargar el tiempo de juego todavía más.
La exploración al detalle de todos los escenarios nos hará encontrarnos con súper enemigos de niveles que superan al 90 desde el principio del juego. Sin embargo, como os podéis imaginar, tan solo les podremos hacer frente una vez que hayamos incrementado nuestro poder lo suficiente como para alcanzar ese alto podio. Esta es una de las partes más interesantes del endgame, ya que el batallar contra esas grandes criaturas nos ofrecerá un verdadero reto y una considerable recompensa a cambio.
Por otro lado, disponemos de diversas actividades y minijuegos como las batallas contrarreloj que encontramos dentro de una especie de grietas interdimensionales. Hay distintos intentos para cada franja de nivel recomendado y al completarlas conseguiremos una serie de piezas de armadura o armas de alto nivel, que nos vendrán de perlas para seguir explorando el mundo de Bionis y batallando contra criaturas gigantescas.
Un año después del desenlace de Xenoblade Chonicles tiene lugar la trama de “Futuros Conectados”, la expansión que viene incluida en el título. Está disponible en todo momento desde el menú del juego, por lo que si queremos acceder primero a este contenido podemos hacerlo. Aun así, como es comprensible, lo recomendable es completar primero la historia principal para evitar recibir spoilers de diversas escenas clave de su tramo final.
Sea como sea, una vez que empecemos este DLC nos encontraremos con un equipo formado por Shulk y Melia, ambos al nivel 60, quienes viajan a la capital de los éntidas, Alcamoth, para tratar de descubrir cómo ayudar a su gente. Una vez allí descubrirán que Nene y Kino, hijos del nopon Riki, se colaron en su nave para acompañarlos y vivir una aventura, por lo que tendremos su ayuda durante el transcurso de esta expansión. En este punto agradecemos descubrir a nuevos personajes pero no podemos evitar echar en falta a aquellos de la entrega base, ya que muchos de ellos apenas son mencionados en alguna conversación.
El punto distintivo que aporta esta expansión está en los combates. Los ataques encadenados y la habilidad de "ver el futuro" detallados anteriormente se eliminan en pos de unas habilidades especiales que los llamados “prospectores” pueden ejecutar cuando llenemos las tres barras de grupo. Estos personajes son 12 nopon que podremos encontrar repartidos por el mapa y que se unirán a nosotros tras cumplir los sencillos requisitos que nos pidan en cada caso. Hay tres tipos de combos de prospectores: “Cometa rojo” (inflinge una gran cantidad de daño), “Caricia azul” (efectos de antidebilidades, curación y regeneración) y “Caos amarillo” (aturde y disminuye la fuerza de los rivales). Si ejecutamos estos combos de forma correcta podremos disponer de una ocasión extra en la que desencadenar un segundo combo sin gastar la barra del grupo.
Este sistema nos parece algo más simplificado que el original y no termina de convencernos del todo debido a lo limitados que son los combos y al no poder decidir qué habilidades ejecutar en cada uno de ellos. Por otro lado, otra de las novedades que llega con esta expansión es la de coleccionar medallas de artes, que recibiremos al derrotar a monstruos únicos y nebularios (un tipo de enemigos más fuertes que sus versiones normales). Gracias a esto podremos desbloquear una serie de nuevas habilidades para nuestros personajes y con ello ampliar todavía más los límites de su poder.
El apartado gráfico de Xenoblade Chronicles ha sufrido un cambio significativo en esta edición definitiva. Los personajes y escenarios reciben un rediseño que les sienta bastante bien y acerca sus diseños al estilo visto en Xenoblade Chronicles 2. La parte “negativa” está en su rendimiento técnico y su resolución, sobre todo en modo portátil, donde no llega a alcanzar ni siquiera los 720p a los que llega cuando la consola está en modo dock (TV) y por ello se queda en 540p.
En este sentido, desde Monolith Soft se podrían haber esforzado en mejorar este apartado, ya que actualmente los bordes de sierra y las caídas de FPS puntuales se suman a la lista de errores técnicos que nos encontramos a lo largo de la partida. Aun así, no nos hemos topado con grandes bugs o impedimentos para seguir jugando durante la partida, por lo que en ese sentido podríamos decir que es considerablemente estable a pesar de los problemas mencionados anteriormente.
Por último, su apartado sonoro destaca por presentar diversos temas épicos que componen una banda sonora para el recuerdo. A pesar de ello, su excesiva repetición a lo largo de la partida hará que nos acabemos cansando un tanto de escucharlos una y otra vez. Esto queda un tanto compensado por el buen doblaje que tienen los personajes, ya sea en inglés o en japonés, algo que ayuda a dotar de una mayor credibilidad a sus intervenciones.
Xenoblade Chronicles: Definitive Edition es un buen remaster que aporta un apartado gráfico renovado y suma horas de contenido a la historia original gracias a su expansión, Futuros Conectados. A pesar de que esta podría haber sido algo más completa, con un número mayor de novedades y de que presenta algunos cambios cuestionables en su apartado jugable, agradecemos poder disponer de un DLC integrado dentro del título base sin tener que pagar de forma independiente por él.
En Monolith Soft podrían haber trabajado más en pulir el título y su apartado técnico para mejorar la resolución que presenta actualmente, sobre todo en modo portátil, además de añadir algún tema adicional a la banda sonora para dotarla de una complejidad y variedad mayor. Aun así, el título globalmente continúa siendo uno de los grandes e imprescindibles del género JRPG que ningún fan (haya disfrutado o no del original) debería perderse.
*Este análisis se ha realizado en Nintendo Switch gracias a un código de review proporcionado por Nintendo.