Subastan el código fuente robado de Cyberpunk 2077 y The Witcher
La puja de los códigos fuentes de los juegos podría alcanzar los 7 millones de dólares
Los hackers accedieron estas semana a los sistemas de CD Projekt RED
Los 'hackers' que atacaron esta semana los sistemas del estudio CD Projekt Red han organizado la subasta del código fuente robado de los juegos Cyberpunk 2077 y The Witcher por varios millones de dólares en un mercado digital clandestino. CD Projekt Red fue hackeado este lunes mediante un ransomware con el que los atacantes accedieron a su red interna, cifraron algunos dispositivo y pudieron recopilar datos de la compañía.
Tras el ataque, donde se vieron afectados los códigos de juegos como The Witcher 3 y Cyberpunk 2077, CD Projekt Red dijo que no tenía intención de satisfacer las demandas de los ciberatacantes, incluso si eso implicaba que el material robado circulase por la red.
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Ahora, en algunos foros 'online', como Exploit, han empezado a aparecer filtraciones del posible código fuente, según explica la cuenta de ciberseguridad vx-underground en Twitter. Se cree que está filtración incluye también el código fuente del juego de cartas virtual Gwent.
Sin embargo, la empresa de ciberseguridad KELA, especializada en análisis de sitios web y comunidades de la 'dark web', considera que se trata de una auténtica subasta de alguien que accedió a los datos. En la subasta, "el vendedor propone usar un avalista y permite que sólo participen aquellos que tienen un depósito", explica KELA a The Verge.
En la subasta se están ofrenciendo archivos de código fuente para juegos de Red Engine y CD Projekt Red como The Witcher 3: Wild Hunt, Cyberpunk 2077 y Thronebreaker: The Witcher Tales.
Según KELA, el precio inicial de la subasta era de 1 millón de dólares y ahora su precio de compra es de 7 millones de dólares. Sólo pueden participar los usuarios que depositan 0,1 bitcoins, lo que indica que los 'hackers' se toman en serio la organización de la subasta y que el material en venta probablemente sea legítimo, como opina la analista de amenazas de inteligencia de KELA, Victoria Kivilevich.