Blizzard se prepara para la llegada de Diablo IV en 2023 pero antes permitirá a un grupo de jugadores probar el juego en una beta cerrada que arrancará a principios del próximo año y será compatible con todas las plataformas de juego. La beta cerrada en la que trabaja Blizzard dará la oportunidad a los participantes de acceder a contenido del final del juego. La desarrolla explica en un comunicado en su blog que no quieren estropearle a nadie la historia del regreso de Lilith a Santuario, y por ello accederán a un Santuario posterior.
Con ella, además, buscan reunir los comentarios de los participantes, con el objetivo de que el final del juego "se sienta satisfactorio", y contenga una variedad de desafíos suficiente que permita experimentar "muchas sesiones de juego para matar demonios".
Estos comentarios los recogerá del grupo de invitados que seleccionará y que podrán unirse a principios de 2023 a la beta cerrada, que se jugará en términos de confidencialidad, y que estará disponible para PC, Xbox One y Series X/S y PlayStation 4 y 5, con el soporte disponible para el juego y el progreso cruzados.
En la beta, los jugadores podrán experimentar el nuevo evento Marea infernal, la nueva dificultad de pesadilla, el sistema Susurro de los muertos y los Campos de odio.