Nueva Orleans es el lugar perfecto para todos aquellos apasionados de las ciencias oscuras. Vudú, brujería, vampirismo… todo tiene cabina en los rincones más secretos de la ciudad estadounidense y ‘Viajeros Cuatro’ ha logrado adentrarse en sus callejones.
En compañía de nuestro guía, hemos acudido a un peculiar lugar en el que los vampiros son bien recibidos. En una casa cualquiera de un barrio cualquiera Maven tiene su peculiar taller. Un lugar en el que recibe a los “chupasangre” y donde les diseña colmillos a medida.
Maven Lore se presenta a sí mismo como vampiro pero lo hace con peculiaridades: “Hay vampiros en Nueva Orleans, absolutamente, yo soy uno de ellos (…) Para cada vampiro serlo es algo distinto, a algunos simplemente les gusta la estética, a otros les gusta el aspecto cultural y otros se centran en la filosofía que hay detrás”.
Allí hemos conocido a Lucien, un joven de Nueva Orleans que asegura ser un vampiro y que no tiene reparos a la hora de reconocer que bebe sangre humana: “Hago pequeños cortes con un cuchillo y absorbo la sangre, me da energía, es un chute de euforia exquisito”.