Muchos turistas que llegan a Medellín ven la tumba de Pablo Escobar como una visita obligada, sobre todo si son fanáticos de la serie ‘Narcos’. El famoso capo de la mafia vivió y murió en esta ciudad, que divide su sentimiento en tres: los que quieren olvidarle, los que le estarán eternamente agradecidos y los que se lucran gracias a su leyenda.