Loreto Gabarre es licenciada en Humanidades y un día decidió dedicarse a enseñar su tierra. Ella nos colará en los pasadizos secretos del espectacular Castillo de Loarre y en Murillo de Gállego practicaremos hidrospeed, para muchos el deporte de aguas bravas más emocionante, y reponemos fuerzas en el restaurante de un hotel con las mejores vistas de los farallones naturales de los Mallos de Riglos.
Ana Alegre es piloto, nació en Jaca y tiene acumuladas más de 2.500 horas de vuelo. Sobrevolamos con ella el Pirineo Aragonés para observar su majestuosidad desde el aire, nos presenta a su marido y su hija en el centro de Jaca y juntos, nos enseñan su catedral románica, y la Ciudadela, donde conoceremos a los ciervos que viven en el foso.
David Ruiz es un aventurero nacido en Zaragoza, diplomado en Magisterio, que lleva 16 años coordinando actividades de medioambiente en la montaña. Nos enseña la restaurada estación Internacional de Canfrac, un espectacular edificio modernista que, por su situación en la frontera con Francia, fue clave en la II Guerra Mundial. Después, nos mostrará las Cuevas de Güixas, donde se cuenta que las brujas locales celebraban sus aquelarres.
Dani Osanz estudia medicina en Zaragoza, pero su domicilio está en Jaca. Es campeón de España y del mundo de ”kilómetro vertical”, una especialidad de carrera de montaña que consiste en subir mil metros de desnivel en el menor tiempo posible. Dani nos enseña uno de los lugares donde entrena: la estación de esquí de Astún con sus maravillosos “ibones” (lagos glaciares).
Después del ejercicio nos lleva al restaurante La Cadiera. Su propietario es un gaitero que nos invita a degustar los platos típicos de la gastronomía de Jaca: las migas a la pastora, la olla jacetana y el ajoarriero.
Sandra Lecina, nacida en Panticosa, nos convence para lanzarnos desde la tirolina doble más larga de Europa. En el Valle de Tena, a 115 metros de altura, se encuentra la Torre desde la que daremos el salto para sobrevolar los 950 metros que nos separan del pantano de Búbal. Después de la adrenalina, nos relajamos en el espectacular balneario de Panticosa y visitamos la hermosa localidad de Sallent de Gállego, un pueblo que parece sacado de un cuento, con su iglesia gótica del siglo XVI, su puente medieval y un gigante de leyenda: Fermín, que a finales de del siglo XIX llegó a medir 2,29 metros de altura.
Muy cerca de allí, frente a las pistas de esquí de Formigal, Sandra nos llevará a conocer a Diego Herrero, un chef barakaldés que decidió montar en esta localidad el Restaurante VIDOCQ. La guía Michelin le concedió en 2019 la distinción especial “BIB GOURMAND: Restaurantes que brillan sin estrella”.
Alberto Marín estudió imagen y sonido, pero siempre tuvo claro que quería dedicarse a enseñar su tierra. Alberto nos guía por la villa medieval de Aínsa, catalogada entre los 10 pueblos más bonitos de España. Nos mostrará sus curiosidades y rincones más pintorescos como la muralla del Castillo, la Plaza Mayor o la torre de su iglesia románica. Después, pasamos a la acción. Nos acercamos hasta Broto donde se encuentra la Cascada del Sorrosal donde ascenderemos más de 40 metros por una pared de granito a través de una vía ferrata.
Juan Lacasta, taxista y ganadero, nos lleva al lugar perfecto para disfrutar de las mejores vistas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Solo seis taxistas tienen la licencia necesaria para poder subir hasta estos espectaculares miradores.
Irene Latre Y Jorge Ezquerra son dos jóvenes emprendedores que llegaron a Broto "persiguiendo un sueño”. Jorge ejercía de profesor de Agricultura Ecológica en Huesca e Irene era educadora en Zaragoza. Ahora han creado un proyecto conjunto en Broto: LA CAÑABLA, una granja donde viven, elaboran su propio pan, queso, conservas, cremas, jabones, cestas, cuidan de su huerto y animales. En su casa-granja hacen cursos y talleres para acercar esta forma de vida y contacto con la naturaleza a la gente que los visita.
Pere Falcés y José Rubio son guías de aventura y hace casi 20 años que se dedican la práctica de barranquismo extremo en la Sierra de Guara. Ellos nos obligarán a superar un salto de casi 20 metros en las aguas de las Fuentes de Alba, unas cascadas naturales que salen de las entrañas de la montaña. Además, nos acercamos con ellos a comer un chuletón de carne típica de los Pirineos en la curiosa localidad de Pano. Un pueblo abandonado que el suizo Kurt Fridez y sus hijos están rehabilitando con sus propias manos a través de la Fundación Pano. Con solo tres personas censadas, este pueblo dispone de un hotel rural, un albergue y un restaurante, todo construido por la familia Friez.
El Pirineo aragonés esconde, entre montañas y valles, rincones apasionantes como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde podrás asomarte a sus miradores, el Valle de Tena, donde poner a prueba el vértigo en la tirolina doble más larga de Europa, el Valle de Astún, donde disfrutar de las pistas de esquí y de sus ibones o lagos glaciares. Los deportes de aventura te espera. Puedes hacer escalada en una vía ferrata junto a la Cascada del Sorrosal, en la comarca de Sobrarbe, practicar barranquismo en los cañones del Valle de Benasque, o hidrospeed en las aguas del río Gállego.
Además, no te puedes perder sus pueblos que parecen sacados de un cuento: Aínsa, Sallent de Gállego, Broto, Torla-Ordesa, Loarre…
La especial orografía del Pirineo aragonés hace que sea imprescindible alquilar un vehículo para descubrir todos sus rincones con mayor comodidad. El estado de la red de carreteras es óptimo, y se puede disfrutar del placer de conducir entre desfiladeros, barrancos, embalses y puertos de montaña. Pero para visitar los miradores de Ordesa tendrás que contratar los servicios de uno de los 6 taxistas oficiales que disponen del permiso necesario para llegar hasta ellos. Las vistas merecen la pena.
La gastronomía de estos lugares proviene de la tradición de los pastores y ganaderos. Comida contundente, como la olla jacetana, un guiso reconstituyente, las migas del pastor, servidas con cebolla, carnes sabrosas como el chuletón o el ternasco, productos de la huerta como el tomate rosa… Y el vino, del porrón, a ser posible. Para los amantes del tapeo se recomienda visitar el centro histórico de Jaca. Además, Sallent de Gállego es el municipio con mayor número de bares por cada millar de habitantes.
En Jaca, capital de la comarca de la Jacetania, los hoteles son variados y numerosos. A lo largo de todo el Pirineo se suceden las localidades con alojamientos rurales de todo tipo. En Panticosa, podrás buscar alojamiento mientras pruebas las aguas termales de su balneario, enclavado en las montañas. En la estación invernal, el reclamo turístico se encuentra en las diversas pistas de esquí.
Un reportaje de Marina Romero y Álvaro Secunza.