DÓNDE IR: Brighton beach (casetas de baño de colores), CBD (centro financiero y comercial), Lanes (callejones con arte urbano y grafitis), Bº St Kilda (barrio costero, Luna Park y pingüinos pequeños), Shrine of Remembrance (templo a los caídos en la guerra), Rio Yarra (zona deportiva), torre Eureka (rascacielo más alto de la ciudad), Fitzroy (barrio bohemio y alternativo de moda), Chapel Street (fiesta nocturna), Torquay y Bells Beach (meca del surf, a 1h20min de Melbourne). En una excursión a Tasmania no hay que perderse Hobart (capital), monte Wellington (vistas de la ciudad), Bonorong Sanctuary (santuario animal: demonio de Tasmania, canguros, wombats y koalas), Brunny Island (parque natural al sur de Tasmania).

TRANSPORTE: Melbourne es una ciudad con mucho tráfico. El transporte público (tranvía, tren y autobús) funciona estupendamente. El tranvía es gratis en todo el centro y la estación de tren más importante es la de Flinders station. Además, todo el mundo usa Uber.

ABRIR BOCA: El hobby nacional de los australianos es la barbacoa: cordero, hamburguesas de ternera, hot dogs… pero no puedes irte de Melbourne sin probar la carne de canguro y la de cocodrilo, de sabor auténtico y único. En el barrio de Fitzroy podrás elegir entre una gran variedad de restaurantes, destacan los vegetarianos. Para irte de cervezas siéntate en una terraza de St Kilda o entra en uno de los pubs de Chapel St, la calle de marcha nocturna de Melbourne. Podrás encontrar buen café, buen vino, chocolate y queso delicioso en cualquier lugar.

PARA DORMIR: Alquilar una caravana para viajar por el sur de Australia puede ser un sueño para muchos y nosotros nos hemos decantado por las más hippies: “Wicked campers”. Están pintadas con grafitis y son únicas. Las más sencillas cuestan unos 60 euros el día y pueden dormir hasta 3 personas. Ojo donde aparcas si no quieres que te multen. Consejo: hazlo siempre a las afueras de la ciudad y chequea que no hay un cartel que lo prohíba. Y recuerda... ¡se conduce por la izquierda!