Croacia, un país joven recuperado de las heridas de la guerra de los Balcanes, se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos europeos. Ciudades medievales encaramadas en los acantilados, paraísos naturales y aguas cristalinas, bañan la Costa Dálmata.
DÓNDE IR:
Recorre las calles y murallas de Dubrovnik. Desplázate hacia el norte y conoce Split, una ciudad construida alrededor del antiguo palacio del emperador romano Diocleciano. Acércate a la playa urbana de la ciudad, Bacvice, en donde se practica el famoso picigin, un juego de pelota a mano. Si continúas bordeando la costa, llegarás a Zadar, el mejor destino turístico europeo en 2016. Croacia tiene 8 parques nacionales y 11 parques naturales, en el de South Velebit podrás practicar packrafting descendiendo el río Zrmanja. Conoce los tesoros que esconde la isla de Vis: naturaleza, viñedos, gastronomía, cuevas marinas…
CÓMO MOVERSE:
Entre islas, el transporte más común es el ferry, el catamarán o el barco privado (más caro). En las ciudades, os aconsejamos que uséis UBER, es más barato que el taxi y funciona a la perfección.
ABRIR BOCA:
No te puedes ir de Croacia sin haber probado la Peka de cordero o de pescado. Es un plato cocinado a la brasa bajo una campana de hierro que conserva la riqueza de todos los sabores. La comida rápida más famosa se llama Cevapcici (tiene origen bosnio) y es una especie de hamburguesa de salchichas de carne de ternera con cebolla y una crema de pimiento rojo. Está riquísima. Los croatas son amantes del buen vino local (blanco y tinto), del queso y de los licores. En Zadar prueba el marraschino, un destilado de cerezas que solo se fabrica allí.
PARA DORMIR:
La mejor manera de recorrer la costa croata es hacerlo a bordo de un pequeño crucero con capacidad para 40 personas. Os aconsejamos el barco Freedom, de Atlas, recién inaugurado. Tiene jacuzzi, piscina y unos camarotes espectaculares. Una cabina con vistas durante una semana, en régimen de media pensión, cuesta unos 2.100 euros.